CAPÌTULO 3

1059 Words
AITANA Por fin llegó el lunes y ya debía volver al trabajo; vería de nuevo a mi Katherine, ya no puedo estar sin verla, ocupa mis pensamientos todo el tiempo. Me encontraba trabajando; estaba tan concentrada que no me percaté de que alguien estaba de pie frente a mi escritorio. Levanté la mirada y vi a quien menos esperaba y quería encontrarme. -Hola, Aitana verdad? vengo a ver a Katherine; le podrias avisar que estoy aquí, por favor. –pidió con falsa amabilidad. -Hola Valeria; claro, permíteme un minuto. –mierda, que hace aquí? Marque a la línea de Katherine. -Katherine; aquí afuera esta Valeria, dice que quiere verte. -Valeria? Emm… bueno; si, déjala pasar. Gracias Aitana. -Adelante Valeria. –a que habrá venido?, y de nuevo mis celos nacen. KATHERINE No se ha que ha venido Valeria; quedamos en que saldríamos a comer, pero creí que solo lo decía de dientes para afuera, no pensé que fuera verdad. Mierda. -Hola Katherine, como estas? He venido a invitarte a almorzar, tenemos que ponernos al día. –me saludo con un beso en la comisura de los labios, hecho que ya comenzaba a fastidiarme. -Hola Valeria, no esperaba tu visita, pero ahora mismo me encuentro muy ocupada tengo muchos pendientes. –espero me lo crea. -Ay por favor, no te quitare mucho tiempo. No acepto un no como respuesta. –dijo, mientras se encontraba sentada sobre el escritorio con una pierna sobre la otra. -Está bien, vamos. –tome mis cosas y salimos de la oficina. -Aitana; ahora regreso, saldremos a comer. Cualquier cosa me marcas al celular. –ni siquiera me miro, solo contesto con un simple “ok”. Y ahora qué le pasa? AITANA No puedo permitirme sentir celos cada vez que Valeria o cualquier otra persona busquen a Katherine y la traten como yo quisiera hacerlo. … Era viernes y saldría de viaje con Katherine por un asunto de negocios, me lo comunicó a mitad de semana; estaba muy emocionada, el simple hecho de estar a solas con ella, me sobrepasaba de cualquier manera. A medio día ya estábamos en el aeropuerto, según parecía íbamos a llegar en la noche a nuestro destino. Cuando Katherine me pidió que comprara los boletos, mencionó que escogiera los asientos juntos. Tome mi celular y le escribí un mensaje a Natalie, “estamos por despegar; creo que regresare el domingo en la noche, nos vemos el lunes y nos ponemos al día, te amo”. KATHERINE Estábamos a punto de despegar, le había informado a Aitana que debíamos viajar por asuntos de negocios, no era prescindible que debía acompañarme pero no podía desaprovechar la oportunidad de estar a solas con ella. Vi que Aitana le escribía un mensaje a quien al parecer era su pareja, puesto que al final del mensaje ponía un “te amo”, sinceramente eso me desmotivó bastante; en que estaba pensando, era obvio que alguien como ella no estaría sola en la vida, debería tener una larga lista de pretendientes en espera por un lugar en su corazón. Llegamos a nuestro destino; pedimos un taxi y nos dirigimos al hotel. En recepción nos dijeron que solo sobraba una habitación doble, estábamos muy agotadas como para salir a buscar otro hotel, terminamos aceptando. Por mí no había ningún problema, vería a Aitana todo el tiempo que pasáramos aquí. … AITANA Nos despertamos muy temprano el sábado porque teníamos cosas que hacer, clientes que ver y negocios por cerrar. Terminamos a las 7pm, era muy temprano para regresar al hotel y dormir, así que decidimos ir a un bar a desestresarnos un rato. Nos acercamos a la barra y pedimos nuestras bebidas, poco tiempo después nos entregaron lo que pedimos. La bartender del lugar le hacía platica a Katherine; ella se veía muy distraída, al ver eso puse los ojos en blanco, me gire para visualizar el lugar, a decir verdad era muy grande, aunque realmente se encontraba a tope. Luces de colores, un ambiente muy agradable y de fondo una de mis canciones favoritas Tear You Apart. Se acercó a mí una chica muy linda a mi parecer, obviamente nadie se compara con mi Katherine; me invitó a bailar, no me pareció correcto dejar a Katherine, puesto que con ella había salido, pero se miraba muy concentrada en su plática con la bartender esa, así que acepte la invitación. Bailando, la chica me preguntó mi nombre… -Aitana, y el tuyo? -Qué lindo nombre, te queda muy bien. Yo soy Vanessa. –me guiñó un ojo. De un momento a otro aquella chica estaba muy pegada a mí; se puso detrás de mí de modo que rozaba mi trasero con su pelvis, hecho que me incomodo un poco, no porque no me gustara sino porque la única que quería que me tocara así y de muchas otras formas más era Katherine; que por cierto nos miraba bastante mal, se notaba furiosa, así que me aleje de inmediato de la mujer, y le comente que tenía que ir al tocador. Al llegar al baño, enseguida sonó mi celular anunciando un mensaje; vi la pantalla y había mensajes de Katherine, me extraño bastante ese hecho. -No creo que a tu pareja le guste el hecho de verte bailar con alguien más! -escribió -De que pareja hablas? –respondí, extrañada. -A la que le escribías en el avión, recordándole que la amas. -Ah Natalie, no es mi pareja, es mi mejor amiga.-informe. -Como sea, porque me dejaste sola? porque permitiste que te tocara de esa forma? deberías estar sentada aquí a mi lado, viniste conmigo no con esa! Katherine estaba celosa? -Perdooon? estas algo desubicada no crees? además no estabas muy entretenida platicando con la bartender esa?, no existía para ti, así que se me hizo fácil aceptar la invitación de la chica. -VAMONOS! -Es una orden? -Sí, soy tu jefa, además no creo que te quieras desvelar, mañana viajamos temprano de regreso. Salí del baño y me acerque a Katherine, quien ya había pedido la cuenta y pagado. Me entrego mi chamarra y bolso; caminábamos hacia la salida, y volvió a aparecer la chica con la que había bailado hace un rato. -Aitana te vas tan pronto? -Si Vanessa, mañana viajo muy temprano, disculpa. –me excusé. -Bueno, no te preocupes. Al menos déjame darte mi número y espero poder verte de nuevo. –mire a Katherine y esta puso los ojos en blanco, se notaba impaciente. -Vale, gracias, hasta luego. –me entregó un pequeño papel con su número. -vaya! Hasta el nombre se dieron. –no me miraba, estaba molesta. -La llamarás? –no me esperaba esa pregunta. -Claro que no. –rompí el papel y lo arroje al aire, Katherine sonrió ante mi acción.
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