El Deseo de Mar

Mi vecino tiene novia.

La rubia no ha parado de hablar en todo el rato en el que estaba cocinándose la sopa, hablaba y hablaba y había unas que otras palabras que no entendía del todo lo que significaba ya que como no salía mucho de mi piso, no había podido socializar lo suficiente con las personas e incluso con mis vecinos solo cuando debía pagarle a la casera y nada más, hasta que conocí a mi vecino que por suerte sabe español.

Rio me mira sintiéndose culpable por mi manera de mirarlo porque debía decirme que tenía novia y no lo hizo, tampoco es que le pregunte pero igual debió decirme, suspiro y la chica me mira.

— Por cierto, ¿de dónde eres? — logro entender.

— Oh, soy venezolana — abre su boca asombrada.

— Americana — río un poco por su inocencia.

— Latinoamericana, linda — corrijo y chilla tanto así que me impresiona pensando que mi chillido era peor pero me juzgue mal.

— Dice que los latinos bailan increíble, cariño — aquí es donde el meme da sentido, si eres latino y no sabes bailar, no eres latino, por suerte no fallo en lo único que creen que somos buenos.

Rio la mira y se ríe de una manera que me hubiera gustado que me miraran, niego y apago la estufa e me pongo a buscar las tazas de sopas, observo en un estante más alto las tazas maldigo por lo enana que soy. Gracias, papá.

Alguien las baja por mí y siento la cercanía y el calor corporal del chico, trago saliva cuando deja las tazas y se vuelve a sentar donde estaba sentado antes, Claudia parece no darse cuenta de lo que hizo su novio o no es celosa, porque es mi opinión hubo roce o solo fue mi imaginación.

Suspiro negando y sirvo la sopa en cada taza, Rio se vuelve a levantar y pone la mesa, me ayuda a poner las tazas en la mesa y saca un jugo, nos sentamos a comer pero yo no como hasta ver la reacción de ambos.

— Oh por Dios, esto… esto esta delicioso, Mar, realmente delicioso, ¿verdad, Passerotto? — dice la rubia a Rio, intento no reírme por el apodo que le tiene, el pelinegro me mira y asiente.

— No sabía que fuera buena cocinando, debería enseñarle a Claudia — la rubia lo mira y sonríe y puedo jurar que las personas que sonríen muchos son las más peligrosas cuando se enojan.

— Claro, me encantaría aprender de tu sazón, por si algún día me caso ya esté más preparada, ¿no, Passerotto? — habla e intento con toda mi fuerza no reírme, empiezo a comer y saboreando la delicia que hice, tenía cierto tiempo sin cocinar algo casero.

(…)

Camino a mi piso y cierro la puerta, suspiro negando sin creer que mi vecino tiene novia, me acuesto en la cama mirando el techo, me puse a pesar que él no tenía cara de tener novia y ahora si o simplemente no me di cuenta.

Me siento al escuchar algún sonido de alguien llamándome, me levanto y veo la pantalla de la laptop encenderse, me siento y acepto la llamada de mi hermana quien me saluda.

— Pensé que no estabas despierta, te llame hace dos horas y nada — recuerdo que hace dos horas estaba donde mi vecino, así que me puse a contarle sobre Rio y todo lo que tenía decirle a mi hermana cuando se trataba de chismes.

— Y así es como me entere de que mi vecino tiene novia — concluyo y se me queda mirando, niega sin creerlo.

— Vaya, te esta yendo mejor que a mí — río negando.

— Claro que no, no salgo mucho de mi piso y pues es lo único chico con el que me he cruzado en estos dos meses, pues — asiente cuando esta por decirme algo escucho golpes en la pared más gritos, nos miramos sin creer los que se estaba escuchando, no sabía que las paredes fueran tan delgadas.

— Oh por Dios, le está dando duro contra el muro — tapo mi boca del asombro y niego sin creer lo que escucho en realidad.

— Creo que se me ha revuelto el estómago, Estrella — opino y ella asiente riéndose, cuelgo y corro al baño sin creer lo que estaba escuchando.

Mi vecino y su novia teniendo relaciones sexuales.