*TREVOR*
No llevaba ni una hora en el barco y aquello ya no funcionaba. Había dado instrucciones específicas de que mi camarote debía permanecer cerrados y que yo debía tener en mi poder las únicas llaves.
—¿Qué hace aquí abajo? —Espeté a Lois, la chica que está a cargo de atención al cliente, es una mujer sumamente hermosa. Tratando de mantener la calma, aunque me estaba clavando las uñas en las palmas de las manos. Lois tragó saliva y ladeó la cabeza en un gesto que en cualquier otra situación me habría parecido excitante, pero en ese momento solo quería respuestas.
—¡Lo siento! Estaba comprobando que tenía todo lo que necesitaba. He cambiado las toallas y le he dado un repaso al camarote. Eso es todo. — Levantó los brazos para mostrarme la toalla de manos que solo había usado una vez
