Cicatrices en el alma

Capitulo 2

Dilan (20 años)

Desperté en una habitación que ni siquiera recuerdo, a mi lado una chica estaba dormida con su cuerpo envuelto en una sábana, joder una vez más había terminado quedándome a dormir cuando las únicas reglas que tenía en mi vida amorosa, era nunca enamorarte, nunca quedarte a dormir con una chica y nunca deben existir los arrumacos.

Me levanté con cuidado de no despertar a la chica, pero fue en vano, justo cuando me puse la camisa la chica se levantó un poco y me miro

—¿Pensabas irte sin despedirte? — menciono y yo suspire

—Sabes que no iba a quedarme, así que no te sorprenda que me vaya, creo que fui claro con los términos de esta situación— mencione y ella sonrió

—Lo sé, por eso use unas gotas de melatonina en tu cerveza para que pudieras quedarte a dormir— la mire molesto y ella sonrió — La verdad es que no me arrepiento, tú eres muy atractivo y si puedo tener la oportunidad de algo mas no voy a desaprovecharla, fui la primer mujer en dormir contigo toda la noche— se dejó caer en la cama y yo tome mis cosas

—Puedes presumir lo que quieras, pero es más que claro que no se repetirá, no me vuelvas a buscar— salí de la habitación y no me detuve a mirar a la chica que estaba en la sala de estar antes de salir del departamento.

¿Porque es tan difícil seguir las instrucciones? dejo las cosas claras desde antes de meterme con cualquier chica, pero eso no funciona de nada, siempre quieren llegar a más o intentan justo esto para darse el lujo de alardear a mis costas, estoy cansado de todo esto.

Subí a mi auto y conduje hasta la casa de mis padres, había estado pensando en comprar un departamento, pero la verdad no quería dejar a mis padres solos, con Mia del otro lado del océano y con Evans en el pueblo, sabía que ellos se sentían solos, así que lo mejor era que me quedara con ellos, al menos hasta que tuviera una familia, cosa que pasaría dentro de muchos años, pues la verdad no estaba interesado en los compromisos, no quería atarme de por vida a una mujer, pero eso implicaría sufrir si entregaba mi corazón.

—No llegaste a dormir anoche hijo, eso sí que es nuevo— menciono mi madre apenas y entre a la casa, sonreí y me acerque a ella para tomar los platos que tenía en las manos y deje un beso en su cabello

—Lo sé, se me presento algo, pero eso no volverá a pasar— mencione y mi madre sonrió

—No me molesta, el hecho de que no llegues a dormir es porque estas con una chica, tal vez tu novia y eso está bien, aunque tal vez deberías comprar un departamento, así tendrías más privacidad al momento de llevar chicas— menciono mi madre y yo negué ayudándola con el café

—No, estoy bien viviendo con ustedes, la verdad es que no quiero dejarlos solos— admití y mi padre se acercó a nosotros

—Pues es una lástima, porque te he comprado un departamento, está cercas de la empresa, está bien que no quieras pasar las noches allá, pero puedes usarlo como despacho, o como tu propio motel cuando lleves chicas, estamos encantados de tenerte con nosotros, pero como hombre necesitas tu espacio— menciono sentándose junto a mi madre y yo sonreí

—Siento que quieren deshacerse de mi— lleve un poco de comida a mis labios y ellos sonrieron

—Por supuesto que no, pero tú tienes que hacer tu vida, deja de preocuparte de nosotros, estamos bien, además debemos tener un poco de tiempo para nosotros— rodeé los ojos ante las palabras de mi padre, pero aun así sonreí

—Además queremos nietos pequeños, mira que Sofí, Ethan y Mel ya están grandes, Leonel es pequeño aún y lo amamos como no tienes idea, pero esta lejos de nosotros y muy pocas veces lo vemos, estamos esperando un nuevo bebé en esta casa— casi me atraganto al escuchar a mi madre quien sonrió con complicidad

—No quieras hacerlo de casamentera madre, aun no me gustaría casarme, además, no hay ninguna chica que me atraiga lo suficiente como para pensar en casarme o tener hijos— asegure y mi padre asintió

—Pero llegara, solo tienes que esperar a que llegue tu chica ideal, esa que te cautive con una sola mirada, la que te atrapara desde el primer momento— mencionó mi madre y yo suspire

—Lo dudo, pero bueno, acepto el departamento, pero seguiré viniendo casi todos los días, jamás los dejare solos— lo decía enserio, tenía que estar al lado de mi familia

—Por cierto, hijo, Ethan se va a incorporar a la empresa, Evans quiere que él vaya aprendiendo todo lo necesario para cuando termine la universidad en unos años, ¿Tú también quieres empezar a incorporarte? — pregunto mi padre y yo sonreí

—Sabes que las empresas no son lo mío papá, me parece bien que Ethan se haga cargo de la empresa cuando mi hermano no esté o cuando quiera comenzar a tener tiempo para la hacienda y su familia, pero yo no quiero formar parte de la empresa como mis hermanos— asegure

—¿Entonces porque estudiar arquitectura hijo? — pregunto mi madre y yo sonreí

—Supongo que era lo que se esperaba de mí, mis hermanos se están haciendo cargo de la empresa familiar, supongo que era lo correcto, pero terminando mis estudios quiero conseguir plaza para docencia, ser profesor de arquitectura en alguna universidad me vendría bien, además puedo tomar algunas clases distintas, como literatura, matemáticas, Física, o no sé, cualquier otra especialidad— mis padres sonrieron

—El primer profesor en toda la familia, eso más que increíble hijo, la verdad estoy orgullosa de ti— menciono mi madre y mi padre asintió

—Yo igual, además tienes derecho a tu parte de utilidades de las empresas, no necesitas integrarte a ellas si no es lo que deseas, sé que Ethan hará un buen trabajo, Sofía no quiso integrarse tampoco, quiere ser modelo y sacar una marca propia, supongo que está bien, siempre y cuando sea lo que los haga feliz— aseguro mi padre y yo sonreí

—Sofía le dará varios infartos a mi pobre cuñado— me reí y ellos también

—Ya lo creo, Leo es muy celoso cuando se trata de sus chicas y Leonel va para el mismo camino, a sus 8 años es muy celoso— aseguro mi padre y yo sonreí

—Madre el desayuno estuvo increíble, pero tengo que ir a terminar un curso que tengo pendiente— me puse de pie y recogí mis cosas llevándolas a la cocina— Hoy es la fecha límite para terminar mi curso y certificarme en la materia de física— ellos sonrieron

—Me gusta tu decisión hijo, pero me temo que ese cariño que le tienes a la docencia va a ser tu perdición— menciono mi padre y mi madre asintió

—Claro que lo será, tu hijo es un mujeriego de lo peor, te aseguro que si una chica le llega a gustar va a terminar perdiendo el trabajo y no lo culparía, cualquier chica se enamoraría de mi hijo, es igual de guapo que su padre y su hermano, sería el profesor sexy que todas quisimos tener algún día— me reí ante las ocurrencias de mi madre y camine hasta las escaleras donde me detuve antes de subirlas

—Me gustan las chicas, pero también me gusta mi carrera, así que nunca me fijaría en una alumna, mucho menos me enamoraría de ella, eso no está bien, no solo por la edad, sino también porque estaría faltando a mi ética profesional— comencé a subir las escaleras— Además hay chicas por todo el mundo, alguna se fijará en mí y si tienes suerte tendrás un nuevo nieto pronto— le reste importancia y subí las escaleras corriendo mientras escuchaba las risas de mis padres

Si bien la idea de mudarme a un departamento no me molestaba, pero no quería dejar a mis padres solos, era el más pequeño de mis hermanos, era el que se espera que cuide de sus padres, el que siempre estará ahí, por ese motivo no me veía enamorado, porque había tratado con muchas mujeres y todas habían demostrado que mis padres serian una carga para ellas, lo supe desde el momento en que me di cuenta de que el dinero de mi familia era el principal motivo para que se enamoraran de mí, era un objetivo para cualquier chica, por eso había levantado las murallas en mi vida, por ese motivo no me permitiría enamorarme nunca, porque no solo me lastimarían a mí, sino también a mi familia y si un día llegaba una mujer a mi vida, espero que siempre ponga como prioridad a la familia y que sobre todo quiera a mis padres.