Al fin. Silas dormía, la había acostado a su lado, acurrucado contra él como si no fuese la causa de sus problemas. Como si no fuese la razón de su llanto y de todas sus desgracias. ¿Por qué? ¿Por qué todo tenía que ir a su favor? ¿Por qué regresó? ¿Por qué Marcel descubrió que ellas dos escondieron esa carta? ¿Por qué demonios el pueblo sabía que ella pretendía separarse de su esposo? ¿Por qué las cosas no le estaban saliendo bien? Llegar a Villa Lys no fue una solución, solo empeoró su situación. Porque prefería mil veces estar en casa, ellas dos solas, sin la presencia de Silas. Y aún más, aisladas. Prefería todo eso a tener su presencia cerca, su voz constante, su cuerpo buscando el suyo como si en el pasado no la hubiese despreciado. ¿Pretendía hacer como que todo lo que Am

