"El próximo entrenamiento es a la misma hora, chicos... ¡Nos vemos aquí mañana!", les dije a mis jugadores con entusiasmo mientras tomaba mi mochila y salía del gimnasio. Me reí entre dientes al saber que los había dejado a todos con ganas de más.
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Al salir, recibí un mensaje de Miguel pidiéndome que me encontrara con él en la antigua oficina del entrenador Simmons en diez minutos. Seguía enfadado con él por lo de esta mañana, pero cedí y fui allí. Las oficinas de los entrenadores de baloncesto y béisbol están un poco apartadas del resto de los edificios escolares, situadas en un pequeño rincón cerca del terreno, con las oficinas del entrenador Carter (el padre de Duane y entrenador de béisbol) y del entrenador Simmons (nuestro exentrenador de baloncesto) una al lado de la otra.
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