bc

Identidad Entrelazada

book_age18+
296
FOLLOW
1.3K
READ
body exchange
friends to lovers
goodgirl
badgirl
billionairess
sweet
gxg
bisexual
small town
secrets
like
intro-logo
Blurb

Jaeden es una chica “normal” hasta cierto punto. Su vida ha constado de una infancia tranquila y amorosa, el único dilema es el dinero que llega a casa ya que este es muy poco para mantener una vida estable; su padre es un trabajador obrero y el sueldo que este gana no alcanza a solventar el alimento de sus hijos: Peter; es un chico de apenas siete años, Jagdesh y Jaeden, ambos mellizos tienen la edad de dieciocho años y desde cierto tiempo han compartido el gusto de mejorar su calidad economía.

Tomando en cuenta que en este lugar los pagos al trabajador son una miseria Jagdesh se verá envuelto en una necesidad mayor para conseguir dinero a como dé lugar, donde tratara de enamorar a cada doncella de clase alta, todo con el propósito de conseguir dinero.

Sin embargo el no tomar en cuenta los problemas que se pueden cruzar en su camino, Jaeden tendrá que sustituir el rol de amante de su hermano en varias ocasiones vistiendo y haciéndose pasar por el en las salidas en pareja, todo con el objetivo de proteger a Jag.

Gracias a ello Jaeden vivirá situaciones que la llevaran por pensamientos y acciones indecorosas, incluso llegara a verse en escenarios muy comprometedores con Fadwa, una de las conquistas más recurrentes de su hermano y que él por ciertas razones evita, lo peor de todo es que esos pensamientos van más allá de solo caminatas y besos románticos.

chap-preview
Free preview
Capitulo 1
[Año 2014]   — ¡Peter! Vamos, es hora de levantarse —   Hace años esto se ha convertido en una de mis frases favoritas; para no decir consecutivas, o al menos es lo que pienso. Mi nombre es Jaeden, si, demasiado extraño, según mi padre tiene como significado “El que todo lo puede”, un nombre nada agradable, creo que ninguna chica se sentiría a gusto con un nombre tan varonil, pero bueno, no es momento de enfocarnos en algo que relativamente no importa.   Mi complexión es delgada; quisiera pensar que estoy en mi peso normal, mi piel es de un tono pálido, incluso puede verse frágil; me imagino que se debe a lo poco que salgo al exterior. No soy muy cuidadosa en esas cosas, de hecho, no le tomo nada de sentido estar arreglándome o vistiéndome lo suficientemente bien si me pasare toda la tarde en casa; eso sin tomar en cuenta las horas en que asisto a la Universidad.   Mis facciones están constituidas por un rostro delgado y perfilado, cejas delineadas, ojos color verde y pestañas largas. Todo esto hace juego con mi largo y fino cabello rubio, que posiblemente llegue a mitad de mi espalda, la única cosa de mi cuerpo que cuido muy bien. Mi estilo de vida es muy sencillo, casi no estoy adentrada a la tecnología; porque no contamos con las cosas necesarias para ingresar ya que nuestro nivel económico no lo permite, por lo que comúnmente recurro a los libros, una de las cosas que sinceramente hacen volar mi imaginación, quieras o no, al fin de cuentas todo lo que ocurra en ellos siempre tendrá un final alternativo en tu propio pensamiento y por si fuera poco eso te llevara a que vuelvas a leer el mismo libro e intentar aclarar en tu mente del porque demonios pensaste en ese final. Tal vez vivir en una historia sea una de las mejores cosas que pueda “existir”, ya que si el autor lo desea simplemente te arregla el estilo de vida y económico en cuestión de medio capitulo, y a pesar de que haga lo que haga lo hará sin que se sienta extraño, sinceramente las cosas ahí si son tan distintas a esta estúpida realidad en la que vivo.   Ahora, todo esto que acabo de describir de mí, son casi las mismas cualidades de mi hermano Jagdesh, que significa “Dueño del mundo” si, el único que no se puede quejar de su nombre ya que es perfecto, es decir, es hombre, le queda a la perfección incluso todo puede hacer a la perfección. Y lo sé, porque la gran indiferencia de géneros se encuentra aquí en Erkelenz, un pequeño pueblo en las afueras de Alemania, así que he aquí esta gran indiferencia en cuanto a nuestros objetivos.   Jagdesh es de mi misma edad, ambos tenemos dieciocho años, él es unos centímetros más alto que yo; por obvias razones, mide alrededor de 1.75 metros a mí, simplemente réstenme 10cm. Ya ambos somos unos adultos, aunque sinceramente siempre me he preguntado cuando es que empecé a serlo. Tal vez cuando todo el peso de la familia recayó sobre mí, desde ahí empecé a ser más madura y responsable. Sin mencionar que no tengo ningún recuerdo de mi madre y agradezco no tenerlo, sería un recuerdo nostálgico y a la vez odioso, no me agradaría recordar el rostro de aquella mujer que nos abandonó.   — ¡Arriba enano! — Exclamó Jash, mientras entraba todavía risueño a la habitación.   —P-pero no quiero ir al colegio, preferiría que Jaeden asistiera puntual a la escuela. Me portare bien, lo prometo — Peter se sentó sobre la cama y me observó fijamente.   Al escuchar eso solté una risa — Tranquilo, solo es una clase la que pierdo, podre recuperarla el siguiente año. Así que no te preocupes por ello — Me acerqué hasta la cama donde se encontraba y me arrojé a un lado de él mientras pensaba, no será la primera clase que recuperé durante la universidad por hacer esto.   — Aun así… no me gusta ser esa razón, creo que ya puedo manejarme por mi propia cuenta e ir directamente al colegio sin ningún problema — Peter enseguida se levantó y corrió hasta donde se encontraba Jash.   — Bueno, tal vez si tuviéramos dinero las cosas serían distintas, tendrías tu propia niñera, nuestra propia recamara e inclusive alguien que se encargue de la comida, así Jae, no perdería la primera hora de clase — Suspiro mientras caminaba por el pasillo que conducía al baño. — No se vale soñar de más —   — Deja de decir esas cosas delante de Peter, no entiendes que lo haces sentir todavía peor — Fui hasta donde se encontraba mi hermano pequeño y acaricie su cabeza — Tranquilo, he dicho que la repondré el próximo semestre, ahora, es mejor que te vayas a cambiar o el que perderá el día serás tú —.   Peter, es mi hermano pequeño, tiene recién cumplidos sus 6 años, acaba de entrar a la escuela primaria y aun se me hace difícil dejarlo ir por su cuenta. Es un niño muy tierno y aparte muy sentimental, siempre se ha preocupado por nosotros a pesar de ser el menor y eso es porque tiene un carácter de valentía. El tiene los rasgos más parecidos a mi padre. Cabello castaño al igual que sus ojos, su piel es blanca, pero al pasar tiempo jugando fuera y sobre todo bajo el sol, se le ve bronceada, no en extremo, pero si hace la diferencia. Recuerdo cuando nació, realmente creímos que iba a ser para bien; y lo fue, ya que a pesar de que Jagdesh y yo somos hermanos gemelos, no tenemos buena comunicación así que con él las cosas cambiaron y demasiado.   Mientras ellos se dedicaban a vestir yo me dirigía a la cocina a preparar el desayuno; y esta también es otra de mis rutinas dirías. Esta consistía en que tenía que dejar “todo listo” y posteriormente llevar a mi hermano al colegio. Al regresar a casa mi hora estaba tan saturada que solo venía a tomar un baño, vestirme, arreglar las materias del día e irme a la universidad antes de que me fuera imposible entrar a la segunda hora. Sí, yo si me iba sin desayunar y tampoco consumía alimento alguno dentro de la escuela, a menos que alguien me invitase un poco de su almuerzo algo que casi nunca pasaba. Por su parte Jash ya se encontraba en la universidad, desayunado y supongo en grupo con amigos, como es su rutina diaria.   Sonó la campana para hacernos salir a la hora del lunch, mi habito es ir a “comer” a las bancas de la cancha de futbol americano. Me encontraba caminando hacia el lugar cuando me di cuenta que Jash se dirigía directamente a mí, haciéndome señas para que yo también me acercase a él.   —Y ahora qué quieres… Es raro que vengas a buscarme. — Bufé cruzándome de brazo. — Déjame decirte que no tengo dinero y si te has metido en problemas, no soy la indicada para ayudarte. —   —Por favor, cállate y déjame hablar, no es nada referente a eso. Es algo mucho mejor que estar sentada en la banquita mirando al horizonte. — Me tomó de uno de mis brazos para acercarme lo suficiente para susurrar — Tengo una super idea, de hecho, podría considerarme un genio. — Menciono ladino — Pero en menos de un mes puede que tengamos dinero extra. — Acomodo mi cabello tras mi oreja antes de separarnos.   Escuché detenidamente cada palabra, por muy pequeña que esta fuera. Hasta que logrando analizar la situación me distancie de inmediato —No te atrevas a robar, ni a vender nada de nada que nos ponga en peligro, eso es una de las cosas que mi padre nos ha prohibido, preferiría seguir así como estamos a que te dediques a esas cosas y además si se trata de eso no cuentes con mi apoyo — Enfurecí y le di la espalda para marcharme.   —No seas tonta, no te he mencionado el cómo lo haré, pero al notar esa actitud tan cerrada me omitiré el decirte. Solo deja te aclaro que cuando lo tenga no te daré nada. Ja, fui demasiado ingenuo al pensar que podrías darme una buena opinión, pero lamentablemente no sirves para mucho, como todas — Soltó una risa y se dio media vuelta.   Me dieron tantas ganas de regresarme y darle de bofetadas, pero para hacer un drama frente a media universidad y terminar como la chica patética y dramática, mejor lo omito y me lo guardare hasta que él esté en casa, el que sea una chica con ciertas características no me hace como todas, de hecho, nadie es igual, pero que podría hacer respecto a este tema, aunque jurara ser diferente y única nadie me creería. Porque aquí simplemente una mujer sirve para cuidar a su esposo y a su hogar; si, simplemente tienes ese título universitario para nada.   Regrese justo antes de que el timbre sonara, así que no quedaba más que ir a clases. Lo que significaba que había perdido mi hora de comida y eso significaba que en algún momento comenzaría a sentirme mal, a veces es molesto estar en clases de esta forma. El tiempo paso y las clases terminaron por lo que volví rápidamente a casa, dejé mis cosas, tenía que ir al colegio por mi hermano, así que simplemente tomé un pedazo de pan que había en la mesa y salí hacia el colegio.   Mis deberes de todo el día habían concluido, ahora solo me dedicaba a ir a casa junto con mi hermano Peter, no obstante me encontré con algo que simplemente no había sucedido nunca —“Así que ya está saliendo con alguien” — Me dije a mi misma mientras sujetaba los hombros de mi hermano menor. Para mí eso había sido algo extraño, ver a Jash tener novia y disfrutar de su vida era algo que seguramente nunca iba a suceder conmigo, no por ahora o quizás nunca. Me pregunto que hubiese sido de mi vida en caso de ser del genero contrario, ¿Quién iba a depender de quién? tal vez mi hermano menor se hubiese hecho responsable desde pequeño y cada uno de nosotros tomaría las decisiones por sí mismos, con esto me hacía referencia a mi persona. En fin, no quedaba más que resignarme a mi simple y monótona vida, la cual giraba en torno a otras personas.   Estando en casa me dedique a realizar mis deberes escolares y asegurarme de que todo estuviera listo para el día siguiente, en sí, esto es todo lo que hago en el día, una monotonía que seguramente terminara el día en que mi hermano menor ya sea un joven que pueda valerse por sí mismo y yo, sinceramente no quisiera saber cómo estaré para ese entonces.   Las horas pasaron y Jash aún no llegaba, no sé si tenía que preocuparme o simplemente dejar pasar el rato, con el simple hecho de tomar en cuenta que ya está saliendo con alguien y que seguramente desde ahora las cosas iban a ser así, pues no tenía por qué preocuparme. Cuando estaba a punto de quedarme dormida en la sala, el cerrojo de la puerta me despertó al igual que la ráfaga de luz que ilumino por completo la habitación. — Que tarde has llegado… — Murmuré entre abriendo la mirada. Con lo poco que alcanzaba a distinguir logre ver un par de bolsas que llevaba consigo. ¿De dónde había sacado eso? Me levanté del sillón y lo observé fijamente, para este momento ya se me había pasado mi lapso de sueño y solo me dediqué a verlo con intricación.   —Ahora resulta que te interesa, no tengo nada que decir respecto a esto, mucho menos contigo, así que mejor duérmete — Exclamo, caminando hasta la habitación.   Simplemente me quede un poco perdida, no sabía si seguirlo hasta el cuarto o ignorar todo por completo, además, ya era muy tarde y una hora menos para dormir y sobre todo sin comer no era una gran idea. Por lo que me dispuse a ir a dormir.   Llego el día siguiente y consigo mismo aquella rutina. No obstante, volví a ver a Jash con otra chica, y al decir otra es que no me refería a la chica de ayer, había sido nuevamente el mismo horario; a la salida del colegio de Peter. Claramente así pasaron dos o tres días consecutivos, no obstante, una gran confusión recorrido mi mente, así como eran distintas las direcciones así de distintas eran las chicas, tal vez exagero, pero son 3 chicas las cuales están saliendo con él. —“¿Qué está pasando?” — Me cuestione nuevamente, esto ya me estaba preocupando. Se preguntarán porque en otras direcciones, pero también acostumbro a ir a comprar cosas para la casa y al ir con Peter de vez en cuando me desestresa.   Cuando estuve en casa me dedique a inspeccionar las cosas que últimamente Jash traía, sé que “inspeccionar” sus cosas estaba muy mal, que lo mejor era esperar a que él me diga algo. Así que para quitarme todo esto de la cabeza espere el momento adecuado para hablar con él.   Aproveche este día en el cual había llegado directamente a la casa después de la universidad.   — ¿Por qué me miras así? — Dijo en tono molesto mientras cerraba la puerta.   —Porque hay algo que me preocupa… y es mejor que me lo aclares ahora — Me sorprendí de inmediato al notar que traía ropa de marca —De donde estas sacando todo esto… ¿Tienes ya un trabajo? — Me crucé de brazos.   —Uhm, eso… si, algo así. Ok, ahora estas más tranquila, de todas formas deja de meterte en donde no te llaman — Sonrió   —No te creo nada, porque te he visto salir con varias chicas, seguramente le estas sacando dinero a ellas ¿verdad? A eso le llamas trabajo. Si no me dices la verdad me tomare la molestia de decirle a cada una lo que estás haciendo con ellas. — Si, esto es todo lo que mi mente había formulado en estos últimos días.   Entrecerró la mirada y soltó aire — Y a ti que te importa Jaeden, ¿Acaso no es mejor que se gasten el dinero el algo bueno? Ellas lo tienen todo, es como quitarle un dulce a un niño, hay que saberlo tratar para impedir que llore. Además, más falta nos hace a nosotros — Sacó su billetera y de ahí mismo un par de billetes. — Esto es poco a lo que puedo seguir consiguiendo. Además, no hago nada malo con ellas, es decir, soy su novio y saben cómo soy, además a ellas no les parecerá en absoluto que llegues y les digas que hablaras con su familia, porque muy aparte de lo que les harán a ellas, también se desquitaran con nosotros, sabes cómo son esa clase de personas, así que nosotros ganamos dinero de ellos y ellas ganan esa aventura de salir con alguien como yo — Soltó una risa.   —Por una parte, me convences, pero por la otra me dan ganas de golpearte. No es algo que acepte del todo. No estas saliendo solo con una, sino con varias ¿Qué pasara el día en que ellas quieran verte a la misma hora o que de repente una te encuentre en la calle? Además… no sé, no hay nada que asegure que vas a estar bien haciendo eso, toma en cuenta a mi padre, si dices que el día en que su familia se entere, eso nos traerá consecuencias y no quiero que por ningún motivo él se quede sin empleo porque como sabes es el poco recurso que nos llega — Le di la espalda — Y no sé qué llegue a pasar con nosotros. Te guardare esto, más no me pidas que esté de acuerdo —   —Está bien, pero piénsalo, mientras me apoyes, este dinero lo puedes utilizar para pagarle una nana a Peter, bueno, eso es demasiado, pero comprar algo para que lleves comida a la universidad sí que hará la diferencia ¿Crees que no lo sé?, además con la ausencia de mi padre dudo que algún día se dé cuenta. Y si me apoyas tú ganarías un poco de tu libertad e incluso yo no me opondría a que realices cosas que están fuera de tu lugar como mujer, siempre y cuando no me des la espalda y mucho menos te atrevas a decirle alguna de ellas lo que estoy haciendo. — Frunció el entrecejo.   —No sé, todavía tengo que pensarlo, si tú dices que todo te va bien, posiblemente acepte. No suena nada mal, pero sigo sin seguir de acuerdo, hay algo que me dice que no acepte — Dije tratando de llevar su juego y me fui hasta mi habitación.   Mañana iba a ser otro día, solo espero que Jash piense muy bien lo que está haciendo.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

¡Lo quiero a él!

read
40.4K
bc

Una hermosa coincidencia

read
103.0K
bc

Apuesta por un amor. (Saga familia Rossi- Duque)

read
109.1K
bc

Sorprendiendo al Bully (Serie de Amor Verdadero Libro 1)

read
99.0K
bc

Nota De Amor

read
1.9K
bc

Mi Guardaespaldas

read
2.8K
bc

Solo dos veces al año

read
15.3K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook