Capítulo 1

1457 Words
Gretel. — Ya me voy, mamá— bajo las escaleras a paso apurado mientras me atravieso con Daniela, mi hermana menor llevándomela por delante. — ¡Oye! — Se queja —Ten cuidado. — Lo siento— hablo tomando una manzana del frutero—Voy tarde— Salgo de la casa mientras corro calle arriba a la parada de autobuses, desde hace casi seis años está en mi misma rutina, salir de casa apurada, atragantarme la comida y así tratar de llegar a tiempo a la universidad, por suerte ya este es mi último año, y no solo mi último año, mi último ciclo en la universidad, ya en poco tiempo iniciara mi internado clínico y es muy probable que gracias a mis calificaciones me vaya a otro país a realizarlo. La idea me emociona y a la vez me aterra, pero sin duda alguna sería una gran oportunidad. Tomo el bus y me siento conectando mis auriculares, mi celular vibra en mis manos con un mensaje de Aisha, mi alocada y grandiosa mejor amiga. Creo que llegare algo tarde hoy, pase la noche con Ethan y hace poco me trajo a casa, ahora entrare a ducharme ;) Niego internamente, solo a ella se le ocurre pasar la noche fuera de su casa en días de semana. No respondo y solo me pierdo en la maravillosa voz de Cuco y su canción Hydrocodene me encanta irme todas las mañanas escuchando canciones deprimentes, cuando obviamente no estoy deprimida. Mi relajación dura poco ya que en menos de media hora estoy caminando dentro del campus universitario. Camino tropezando de vez en cuando con mis pies mientras trato de llegar a mi salón de clases, sé que es temprano aun, pero mi paranoia me hace pensar que estoy llegando tarde. Al llegar al salón veo que está casi vacío, como casi no conozco a nadie solo doy los buenos días y me acomodo en uno de los puestos del frente. Unos minutos después el salón se empieza a llenar de estudiantes y el maestro entra sin notarse mucho, le mando un mensaje a mi amiga para ver si llego, en esta clase no estamos juntas, pero no me gustaría que se gane una reprimenda por despistada. —Hoy hablaremos de las consecuencias de la muerte cerebral— la voz del maestro retumba en el salón fuerte y claro llamando la atención de todos— Seguro ya les han hablado de esto, pero nunca está de más tocar estos temas. — ¿Quién me puede decir una de las principales causas de una muerte cerebral? — pregunta y casi todos levantamos las manos. —Traumatismo craneal— responde un chico al que el profesor le da la oportunidad, si mal no recuerdo se llama Stephan. —Muy bien, ¿Quién me puede decir otra? — vuelve a preguntar y alzo la mano nuevamente y me da la palabra. —La falta de oxígeno al cerebro es otra de las causas— respondo segura. —Bien, dígame uno de los factores que pueden impedir que llegue el oxígeno adecuado— me mira y me empiezo a poner un poco nerviosa, y lo bueno es que tengo dominio del tema. —Son varias, doctor— respondo— pero una de las más comunes es acurre una parada cardiorrespiratoria y se induce a una rcp, y esta se extiende más de lo debido, en ciertos casos cuando se recuperan los latidos cardiacos, el cerebro duro tanto tiempo sin recibir oxigeno que se produce la muerte cerebral. —Excelente, señorita Alcázar— me dice y solo asiento. Durante las tres próximas horas seguimos hablando de lo mismo y todos prestamos la máxima atención, una de las mejores cosas de ser estudiante de términos es que todos estamos en la misma sintonía y nos preocupamos por aprender.                                                                            — ¿Me estás diciendo que ya fue publicada la lista de los estudiantes que fueron seleccionados para el intercambio en Londres? — Pregunto a Aisha en el momento que llevo una mano a mi cintura en un gesto incrédulo, mi amiga y yo nos encontramos hace una hora y hasta ahora es que ella me dice algo tan importante— ¿Qué? No me mires así, es que no comprendo. Se supone que la lista no saldría hasta dentro de 15 días más. —Como lo escuchaste, hace unos minutos Jeremy me mandó un mensaje diciendo que la lista había sido publicada, los estudiantes de Londres quieren empezar lo antes posible, sólo esperan por nosotros para poder iniciar con el intercambio, tenemos que ir a ver si fuimos seleccionadas, no me gusta alardear— Dice con aires de diva algo muy típico en mi amiga— Pero recuerda que nuestro promedio es de los mejores de toda la facultad de salud, lo más probable es que nuestro nombre este en la lista. Me quedo unos segundos mirando a mi amiga, parece muy emocionada por la idea y hasta ahora es que soy consciente que me causa algo de miedo, no soy muy buena enfrentando retos, y esto supone uno muy grande. Hace alrededor de 7 años mi familia y yo nos vinimos a vivir a los Estados Unidos, somos originarios de República Dominicana una pequeña Isla en el Caribe. El cambio fue muy grande para mí, de vivir en una pequeña Isla a vivir aquí un País tan grande como este. Al principio fue muy difícil adaptarme, pasaba la mayoría de tiempo en casa, hasta que termino el verano y tuve que aplicar para la universidad, al llegar inmediatamente Aisha y yo conectamos nos hicimos muy buenas compañeras y con la el tiempo se convirtió en mi mejor amiga, a pesar de que somos muy diferentes, ella es arriesgada, simpática, confiada, en fin, mi amiga es perfecta, y yo una asustadiza chica que solo me da coraje al hablar de temas de medicina, fuera de eso, más nada. Y ahora el imaginar irme a otro país por un año, pone mi estabilidad mental en tela de juicio, solo he estado en dos países, y ambos han sido con mi familia, en Reino Unido estaría sola a excepción de Aisha. —Vayamos a ver la lista—digo al momento en que Aisha cuelga su teléfono, que ni me había dado cuenta que estaba hablando y fija su atención a mí, ahora pienso que si estaremos juntas no debo porque preocuparme tanto, si la rubia es como mi hermana. —Sí, vayamos —dice ella entre emocionada pero a la vez siento que de momento se puso algo cabizbaja. Sé que esta así porque se siente culpable por el hecho de que ella desea esa oportunidad de viajar a Londres, pero tendrá que dejar a su novio Ethan con el que lleva varios años, sé que ella no va a darse la oportunidad de tener una relación a distancia, como también sé que no es como le entristezca mucho la idea de dejar a su novio, Aisha puede tener al chico que quiera, y aun así esta con uno al que no ama tanto, solo por el hecho de que tienen toda la vida conociéndose, se puede decir que está en una relación por costumbre —Oye, levanta ese ánimo —digo mientras empezamos nuestro camino a administración—Sólo será un año Aisha, él no puede culparte es una buena oportunidad para nosotras y él lo sabe. — Gretel—extrañamente no me siento mal ante la idea de tener que separarme de él, más bien me siento eufórica pero a la vez me da pesar, a veces pienso que no lo amo lo suficiente— Dice y efectivamente es así, mi amiga no lo ama. —Lo mejor sería que arregles tus cosas con él —Digo porque en verdad creo que es lo mejor —Si no lo amas, ni vas a ser feliz tu ni él va ser feliz. Sin decir más nada nos adentramos en la oficina administrativa a preguntar por la lista. Y efectivamente si, si adelantaron el proceso. Y como Aisha lo dedujo, nuestros nombres se encontraban en la lista de los estudiantes que viajarían de intercambio a Londres. — ¡Si! —Chilla emocionada cambiando por completo de ánimo, y la verdad no me sorprende, mi amiga es así. — Te confieso que estoy un poco asustada— digo detallando mi nombre en la lista. —No hay de que estar preocupada Gretel, será bueno para ambas. Es tiempo de conocer gente nueva y como tú dijiste hace un rato será sólo un año. — ¿Y si nos dan plazas para trabajar allá? —Seria genial, pero de todas formas  es elección nuestra si hacerlo o no, aunque no debemos pasar por alto que es una gran oportunidad. Sé que es así sé que tiene razón, pero aun así tengo la sensación de que grandes cosas se acercan. —Venga vayamos a comer algo, quita esa cara. No respondo nada y me voy con Aisha rumbo a la cafetería
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