Capítulo 2

1566 Words
Gretel. Llego a mi casa, alrededor de las 7 de la noche. Estoy tan cansada que no tengo  nada de hambre, sólo quiero dormir. Cuando leía que estudiar Medicina era para personas fuertes y capaces, pensaba que era exagerando. Pero no, para estudiar esta carrera debes amarla y tener ese deseo de ayudar a los demás, porque si no a mitad de camino tiras la toalla, hubo un tiempo en el que pensé rendirme estaba muy cansada y estuve a punto de tener un colapso mental pero gracias a Dios encontré las fuerzas y ya sólo me falta cumplir el internado para ser una Doctora. Pero sin duda estos días han sido muy estresantes por los exámenes finales y todo eso, a pesar de todo siento que no pude haber elegido una mejor carrera, es gratificante ver cómo puedes ayudar con la salud de alguien y hacerle sentir mejor, eso sin duda vale más que cualquier estrés o cansancio. —Hola mami— Digo a la vez que entro a la cocina por un vaso con agua— ¿La bendición? —pido acercándome a ella, mi hermana y yo tenemos la costumbre de cada vez que vamos a salir o llegamos a casa, pedir la bendición de nuestros padres, es parte de la cultura de nuestro país natal y pues la hemos mantenido. —Dios te bendiga, hija, ¿Cómo te fue? —pregunta mi mamá mientras se acerca a mí y besa mi frente. —Bien— decido no andarme con rodeos y contarle rápidamente lo del viaje —Fui seleccionada para viajar de intercambio hacer el internado— digo sin más, ya había hablado esto con mis padres, ya que sabía que era muy probable que sea admitida. — ¿¡Que!? — pregunta deteniendo lo que hace unos segundos hacía. —Sí, mamá, como lo oyes. Mi madre no estaba de acuerdo con que me vaya, pero sabe que es una decisión que no está en mis manos, y no sería bueno para mi desarrollo como profesional negarme a una oportunidad así. Tras unos minutos de convencerla de que todo saldrá bien y que estaré bien allá, me deja irme a mi cuarto. Tengo que empezar hacer a organizar todo para cuando me vaya, solo nos queda completar los exámenes finales en los próximos días para luego marcharnos. Entro al baño, y me quito una pequeña parte del estrés mediante un largo baño. Salgo y me visto en mi pijama y me lanzo a la cama, para caer rendida en un profundo sueño. Tres días después terminamos de completar los últimos exámenes, nos han adelantado el proceso lo más que han podido, ya que los ingleses están metiendo algo de presión, cuando me levanto es un poco tarde, ya que no tenía que ir a la universidad. Pienso un momento si quedarme un rato más en la cama o si empezar hacer las maletas, mañana salimos muy temprano y ya es medio día. La vibración de mi celular en mi mesita de noche me saca de mis pensamientos, me apresuró a contestar al ver que se trata de Aisha. —Hola— digo al momento que llevo el celular a mi oreja. —Gretel, ¿en que éstas? ¿Ya alistaste tus maletas? —Mmm, me acabo de levantar. — ¿Que? ¡Estás loca! En unas horas salimos y sabes que tenemos que arreglar varias cosas— mi amiga al parecer está muy ansiosa por marcharse, ya que la responsable soy yo, y ella está un poco intensa con el viaje. Y ahora que lo recuerdo tenemos que ir a la universidad a buscar los permisos para la embajada y esos trámites. —Oh, había olvidado que teníamos más cosas que hacer aparte de arreglar maletas, pásame a buscar en una hora. —Bye, amiga, también te amo, te espero en media hora —y sin más finaliza la llamada. Me meto al baño corriendo y como bien lo dijo, en media hora mi amiga está tocando bocina frente a mi casa. —Mamá, me voy a la universidad a resolver unas cosas— digo mientras bajo las escalares corriendo como siempre, pero esta vez Daniela no está en el pasillo y no me la llevo por delante. Me apresuró a salir a paso rápido y me subo al carro rosa chillón de mi amiga. —Vayamos antes que se nos haga tarde— dice ella sin saludar. —Si, apresúrate. Sin más que decir avanzamos por las calles en total silencio algo un poco extraño en Aisha. — ¿Todo bien? —Pregunto sacándola de sus pensamientos. —Ethan y yo terminamos— dice con tranquila—Ayer pensé mucho en lo que me dijiste y le pedí que habláramos, dijo que intentáramos lo de la relación a distancia pero le he dicho que no, sabes que eso no funciona. Me siento un poco triste pero a la vez me siento libera. —Si tomaste esa decisión es porque estás segura que es lo mejor. —Sí, siento que no lo amaba lo suficiente, lo mejor era dejarlo así antes que terminara hacerle daño. No decimos nada más y seguimos nuestro camino hacia la universidad. Quince minutos después estamos  terminando de arreglar nuestros documentos para lo del intercambio. Al terminar decidimos ir por una pizza para luego volver a casa. Al llegar a mi casa me apresuró arreglar mis maletas para tenerlo todo listo para mañana. Ya me hice la idea de que tendré que viajar a Londres, pero aún tengo los nervios alterados con respecto a este viaje. Espero que esto salga bien.   La mañana llega rápido, siento que los días ya no tienen 24 horas desde que supe que tendría que irme de intercambio a Londres, siento que hace unos minutos cerré mis ojos y ahora estoy aquí reunida con Aisha y mis demás compañeros que fueron seleccionados para el intercambio. Entre los seleccionados se encuentra Elijah, un chico que ha estado enamorado de mi desde segundo año, es muy atractivo, muy alto e imponente con unos hermosos ojos azules, además de que es muy decente y simpático, en cuarto año me dijo que intentáramos algo, pero le dije que no estaba preparada para una relación y decimos ser solo amigos, aunque aún sigue con su interés hacia mí, pero sólo lo veo como un gran amigo y él ha decidido respetar eso. Tengo que confesar que soy un poco asexual, las relaciones sexuales y/o sentimentales no me atraen para nada, no sé si es que he leído tantas historias de amor que me he dado cuenta que los chicos de los libros no existen y no tendré uno, o si es el hecho de que me da miedo que me lastimen, estoy muy consciente de que siempre en una relación amorosa una de las dos partes sale lastimada. En fin, estoy feliz porque el venga de intercambio, solo esperó que mantenga sus sentimientos a raya ahora que viviremos juntos. Entre los seleccionados también está, Sebastián un chico de Colombia, que obtuvo una beca y se vino sólo a vivir a Estados Unidos, es un chico muy independiente es muy guapo y su acento atrae a muchas chicas. Aparte de Aisha y yo está Kylie, una chica de Washington DC, ella es muy bonita, no somos tan amigas que digamos es una chica un poco malhumorada pero no puedo decir que es mala persona ya que no la conozco muy bien, además cada persona tiene sus defectos y sus virtudes. También en el grupo está Stephan, tenemos una clase juntos, es de  California, el chico casi no habla, es un poco tímido pero se puede decir que es el más inteligente de la clase, es muy bonito la primera impresión que tienes al verlo es de ternura. En total somos seis, y estamos aquí esperando por el bus de la universidad que nos va a llevar al aeropuerto, el internado durará un año, allá viviremos juntos en un apartamento que nos presta la universidad, aunque es mucho el tiempo que pasaremos en el hospital. Diez minutos después aparece el bus y nos encaminamos con nuestras maletas y subimos. Aisha viene a mi lado con sus auriculares puestos y por eso no me ha puesto caso en toda la mañana aunque no la culpo, a veces yo le hago eso. Nos acomodamos en nuestros asientos hacia el aeropuerto. Siento a alguien jugando con un mechón de mi cabello, inmediatamente me doy la vuelta y descubro a Elijah que se sentó detrás de mí. — ¿Emocionada? — Pregunta una vez que me doy la vuelta. —Asustada sería la palabra correcta—digo riendo un poco— ¿Y tú? —Yo a decir verdad estoy muy emocionado, nunca he salido de Estados Unidos. —Solo espero que esto salga bien, que nos vaya bien. —Así será Gretel, no tengas miedo, no vas a estar sola —dice mientras revuelve mi cabello. — ¡Oye!—exclamo con indignación fingida mientras sonríe, Elijah siempre me hace levantar mi estado de ánimos. Nos quedamos un rato más hablando, y pocos minutos después Aisha se incluye en la conversación luego de hablar un rato por teléfono. Una hora después, estamos en el aeropuerto esperando para abordar, minutos después abordamos. Cierro los ojos y oro para pedir a Dios que nos lleve con bien a Londres. Soy una persona muy creyente, creo en Dios, creo en Jesús y creo que todo lo que pasa en esta vida es por un propósito. Termino mi oración y me dispongo a descansar un rato. Sólo espero llegar bien despierta. Para el recibimiento y las presentaciones.  
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