CAPÍTULO 25: DULCE Y SEDUCTOR PASEO NARRA NOEMIE LACROIX Antes de que mis ojos se abrieran, una tanda de dulces besos recorrió mi espalda desnuda, provocando que me despertara. Giré sobre la cama y estiré los brazos por encima de mi cabeza. Me encontré con su rostro encima de mí y me esbozó una amplia sonrisa. —Buongiorno, angelo mio —susurró y se inclinó para dejar un casto beso en mi boca. Cada beso que me daba era como una adictiva droga que me dejaba deseando más. Sus dulces palabras de amor un afrodisíaco que mis oídos querían escuchar a cada segundo. Llevé mis manos a su nuca y atraje su boca a la mía para saborear sus labios. Sonrió pegado a ella y se desconectó para besar mi barbilla y mi cuello. —Mi pequeño angelo quiere más de esto. Su boca continuó bajando hasta que lleg

