Cap: 2 La confusión.

2433 Words
[Sofía]  Soy Sofía tengo 19 años de edad, los cumplí apenas algunos días, estoy muy emocionada por ir a la universidad. Carlos el hombre del que estoy enamorada, me está ayudando con la universidad. Al principio no quería aceptar su ayuda, sé que mamá puede pagar mi universidad.  Pero él dijo que éramos como su familia, insistió tanto que a mamá no le quedo de otra y aceptar. No sé en qué momento me enamoré de Carlos. Sé que esto sería muy mal visto por muchas personas, Carlos tiene 40 años, y yo tengo solo 19. Además Carlos nunca se fijaría en alguien como yo. Una simple chica que apenas comienza la universidad, y que es virgen sin ninguna  experiencia en nada. Él tiene unos hermosos ojos azules, su cabello es castaño claro y ondulado, tiene una estatura de 1,87. Yo tan solo llego a medir 1,61 de estatura, tengo que callar lo que siento. Sé que mamá también vería mal esto que siento por nuestro Jefe.  Por esa razón, siempre actuó “normal” se podría decir. Pero siempre que él está cerca me pongo nerviosa. No tengo amigas en este momento, ayer Carlos nos dijo que este día vendría su hija. Estoy un poco nerviosa, las chicas que son ricas suelen tratar mal a los empleados, tengo miedo por mamá. No quiero que alguien le hable mal a mamá. Mamá ha sufrido mucho, por eso siempre quiero cuidar de ella, el maldito de mi padre la golpeaba, mi deber es cuidar de ella. *Dos semanas atrás* Aún recuerdo el día en que Carlos cumplió los 40 años, sabíamos que sus compañeros de la empresa le habían organizado una fiesta, él nos invitó a la fiesta. Mamá y yo pensamos que no pertenecemos a lugares como ese, pero yo quise ir, estaba realmente emocionada, ese día mamá me acompaño al salón de belleza. Fue una bonita experiencia, era la primera vez que iba a ir a una lujosa fiesta, además mi acompañarme era el amor de mi vida. Sé lo que muchos podrían pensar en este momento, ¿cómo una chica de 19 años se puede enamorar de un hombre de 40? Eso realmente pasa. Después de llegar a casa, me vestí usando un hermoso vestido de cóctel que Carlos me había regalado. Mis piernas tiemblan es este momento, estoy realmente nerviosa, Carlos dijo que vendría por mí a las siete de la noche. Me siento en la sala para esperarlo. Después de media hora de espera me había quedado dormida, siento que alguien acaricia mi rostro, antes de abrir los ojos pienso que es mamá, pero después siento ese olor a colonia que tanto me gusta, inmediatamente abro los ojos. Carlos me observa con una sonrisa, siento que mi corazón saldrá de mi pecho en este momento.  —Perdóname Sofía, no fue mi intención hacerte esperar, tuve un problema en la empresa por esa razón he llegado tarde, pero en este momento nos vamos —me dice mientras me toma de la mano. Siento que una electricidad corre por mi cuerpo, creo que también Carlos lo sintió porque después me sonrió y acarició mi mejilla, eso me pareció realmente extraño, nunca me había visto de esa forma. Talvez solo sea mi imaginación, pero sé que esta vez me vio de una manera extraña. Como si me quisiera decir algo, pero tengo mucho miedo de preguntarle, no quiero que se moleste. Me despido de mamá, y salimos para irnos. Subo al auto de Carlos, por un momento pensé que subir en el asiento de atrás. —Sofía, ¿acaso no quieres sentarte a mi lado? —Me dice Carlos. —Si, pero yo solo soy una empleada, usted es nuestro jefe —le digo de una forma tímida. —Te he dicho una y otra vez, que tu madre y tú, son importantes para mí, no son unas empleadas, son dos hermosas y buenas mujeres que me apoyan mucho, no sé lo que haría sin ti, perdón, quise decir sin ustedes —me dice Carlos. Las últimas palabras que dijo me dejan impactada. Dijo sin ti, sé que no tengo que hacerme ilusiones, pero se sintió tan bien cuando me mencionó. No sé cómo me enamore de Carlos, pero él realmente me gusta mucho, sé que habría muchos prejuicios en nuestra contra. Todas las personas son superficiales, solo hablarían de la diferencia de edad. Además dirían que solo me interesa el dinero de Carlos. No me importa su dinero, solo quisiera estar entre sus brazos, él es un hombre que se mantiene en forma, también sé que muchas mujeres andan detrás de él.  Y lo más importante de todo esto, él nunca se fijaría en alguien como yo. —Sofía, ¿en qué estás pensando? —Me pregunta sacándome por completo de mis pensamientos. —Estaba pensando en ti —le digo sin darme cuenta de lo que dije. Mi corazón se detiene, mis manos comienzan a sudar, mis piernas tiemblan. —Me siento afortunado, una mujer joven y bonita pensando en mí, creo que solo estás un poco preocupada por la universidad, pero no te preocupes, en unas semanas viene mi hija, pueden ser amigas y estudiaran en la misma universidad —me dice mientras se voltea y acaricia mi mejilla. Llegamos a la fiesta y Carlos me toma de la mano, siento que todas las miradas están sobre nosotros, yo solo quería pasar desapercibida, pero ahora todos nos están mirando. —No te sientas incómoda, todos me envidian porque piensan que una chica hermosa como tú, está saliendo conmigo —me dice mientras nos sentamos en una mesa. —Creo que es todo lo contrario, todos me ven a mí porque tú eres un hombre realmente guapo —le digo tratando de no tartamudear por lo nerviosa que estoy. Carlos no me responde él solo me sonríe, pero en su rostro refleja ternura, es como si yo le provocará eso. Cuando estamos en la mesa, se nos acercan algunos amigos de Carlos, hombres guapos y con traje, ¿acaso todos los empresarios son así? Parecen salidos de revista.  Todos se sientan a platicar con Carlos, la plática no me interesa, está realmente aburrida, por eso solo me limito a escuchar sin decir nada, hasta que uno de los empresarios me observa detenidamente. Eso me hace sentir muy incómoda. —Ella es la secretaria que sale contigo —dice el hombre que aún me observa—, es realmente hermosa —agrego el hombre. Eso hace que mi corazón se rompa, sabía que un hombre tan guapo como Carlos tendría novia, estoy tratando de contener las lágrimas. —Ella es hija de una amiga, y la traje para que conozca nuevos ambientes, además quería tener una hermosa compañía —dice Carlos. Durante toda la noche no digo nada, me siento decepcionada y triste, intento fingir, pero es realmente difícil. Las horas me parecen eternas, hasta que llegan la medianoche y nos vamos. Subo al auto con Carlos, durante el camino no digo nada, sé que Carlos puede notar que algo pasa, sé que soy una persona realmente obvia. No quiero decir nada, en este momento estamos a punto de llegar a casa, pero Carlos rompe el silencio incómodo. —Sofía, no quiero que estés molesta, la secretaria con la que salía no era nada serio, además ahora esta felizmente casada —me dice. Esto me parece extraño, porque me está dando explicaciones, es su vida privada y él no sabe que me gusta. ¡Acaso son tan obvia y se dio cuenta! Miles de teorías pasan en este momento por mi cabeza. —¡Sofía!... ¡Sofía! Llegamos a casa, ¿estás bien? —me pregunta Carlos mientras desabrocha su cinturón de seguridad. —Si, lo estoy no te preocupes, y no tienes que explicarme nada, gracias por esta noche me divertí —le digo mientras bajo del auto rápidamente. Subo corriendo a mi habitación, esto me parece realmente extraño, pero necesito pensar mejor las cosas, necesito dormir y mañana estaré mejor.    _________________________________________ (Alexa) Me despierto veo la hora son las 5:AM, Sofía sigue a mi lado, esta profundamente dormida, mientras yo pienso, y se me ocurre algo. Sofía comienza a moverse ella nota que estoy despierta, y se sienta a mi lado.  —Buenos días —me dice con una sonrisa. —Buenos días  —le contesto devolviéndole la sonrisa. —¿No puedes dormir? —Me pregunta Sofía.  —Desperté hace poco, y tengo una idea. —¿Cuál? Dime quiero saber —me pregunta muy ansiosa.  —Ayer por la noche, escuche una llamada de papá, él dijo que iría a un antro con Gabriel —le digo y Sofía me observa muy sorprendida. — Tenemos que ir a ese antro —me dice Sofía muy emocionada.  —Ahí estará mi papá y Gabriel, tú tienes 19 y yo 18 no somos menores podemos ir. —si, pero mamá —me dice Sofía muy preocupada.  —Tengo una tía hermana de papá, que iría a visitar esta misma tarde, le digo a ella que nos cubra y le dices a tu mamá, que irás conmigo y dormiremos haya, nos arreglamos en casa de mi tía, pero antes vamos de compras yo invito —le digo y las dos gritamos como niñas pequeñas.  Lo cual hace que papá llegue corriendo, sin camisa y con cabello desordenado, de verdad no quiero sonar como una pervertida ninfómana, pero tiene un cuerpo ejercitado, mi papá es sexy. —Estamos bien, no te preocupes, solo son cosas de chicas —le decimos las dos a papá.  —Está bien, yo me arreglo, y me voy a la oficina —dice, pero antes de salir de la habitación, Sofía no tiene puesta la sabana, y solo está en bragas, y él la mira de re ojo. Sofía se pone colorada, ella es tan tierna y linda. —Amiga, papá te vio y creo que le gusto lo que vio —le digo.  ¡Si! volvemos a gritar las dos, después bajo de la cama. Me doy cuenta de algo que me deja impactada, las bragas de Sofía tienen a hello kitty, yo me pongo a reír, al punto que me agarro el estómago, duele de tanto reírme. —Amiga mataste la pasión —le digo mientras señaló sus bragas. Ella me da almohadazos, jugamos y nos reímos un poco, después Sofía sé va a su habitación y yo me doy un baño. Después bajo para desayunar. Papá se fue a la oficina, y me quedo desayunando con Karen, y Sofía, mientras aprovecho y le pido permiso a Karen para que Sofía se pueda quedar conmigo en casa de mi tía, ella acepta, me siento un poco culpable, pero todo sea en nombre del amor, pienso.   Terminamos de desayunar y después me cambio de ropa, quiero encontrar el vestido perfecto para esta noche. También que Sofía encuentre el suyo, ella es una chica hermosa, aunque un poco tímida, y a veces pervertida, pero es una combinación perfecta, y sé que papá se comporta extraño cuando ella está cerca, por eso también quiero ayudar a papá.  Cuando estamos listas, nos despedimos de Karen y tomamos un taxi. Cuando llegamos a la tienda, empezamos a buscar vestidos, una amable mujer nos atiende, pensé que todos los vestidos eran un poco básicos. Hasta que después de tanto buscar, encuentro el vestido perfecto, sé que es para una mujer más adulta,  pero a pesar de ser delgada, tengo muy buenas caderas y nalgas, tengo que sacar provecho a eso. Y también Sofía tiene una muy bonita figura.   Sofía y yo nos compramos unos vestidos de mujer adulta, corto ajustado y de tirantes, son realmente hermosos, no lo podemos creer. Dios nos regaló un buen cuerpo, decimos las dos al mismo tiempo. Cara de niña con cuerpo de mujer adulta, pienso. Mi tía tiene un salón de belleza, pero nos arreglará en su casa, compramos mucho maquillaje también y un par de tacones hermosos de color n***o, y los de Sofía son plateados, también hermosos.  Llegamos a la casa de mi tía, me da un abrazo me saluda, después empieza como todos los familiares, dice que ya soy una mujer, y tantos años de no verme etc. Después le presento a Sofía, le explico todo a mi tía, pero no le diré a donde iremos, mejor dicho no le diré con quien, solo le dije que saldríamos con unos amigos, y dijo que estaba bien, nos cubriría la espalda. Mi tía es así, ya que ella tiene 25 años, aún es joven, por eso nos entiende.  En la casa de mi tía, tomamos un baño, y mi tía nos seca el cabello. El cabello de Sofía es rizado, mi tía sé lo lacia  y la maquilla. Sofía se va a vestir, mientras mi termina con mi cabello. El mío no es rizado, pero es bastante ondulado, después me maquilla, y me manda a vestir y cuando veo a Sofía no lo puedo creer, parece de 2. —Te ves increíble —le digo muy sorprendida. —Mírate tú, te ves de 24 —me dice Sofía.  —Yo pensé lo mismo —le digo y reímos las dos. —Ya son las seis, se les va a hacer tarde, niñas —nos dice mi tía.  Cuando bajamos mi tía también se queda con la boca abierta.  Mi tía nos lleva al antro. La fila es larga, pero pasamos rápido y entramos. Papá y Gabriel no están, los buscamos por todos lados. —Ya los vi —me dice Sofía, mientras señala a la mesa donde se encuentra papá y Gabriel.  —Porque no planeamos algo antes —me dice Sofía.  —Si mi papá me ve ami, me mata, pero nos vemos tan bien y mayores que a simple vista pasamos desapercibidas. Nos sentamos en la barra como dos “adultas” que pretendemos ser. Pedimos dos bebidas con alcohol, y tomamos un trago, las dos ponemos una cara. El camarero se da cuenta y se ríe, nunca habíamos tomado alcohol. —Planeemos un plan rápido —me dice Sofía.   —Tú te acercas a papá, no le digas quien eres hasta que te reconozca, te sientas junto a él, le coqueteas un poco, Gabriel pensara que hace mal tercio y sé ira, y cuando yo hable con él, a mi obvio que no me reconocerá, me lo llevaré a otro lado, lista.  —Lista, claro que lo estoy —me dice Sofía—, pongamos el plan en marcha. 
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