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Isaak, Sector Cero, planeta Ocerón, en un abandonado destacamento prillon conocido como Domo Omega
—Hay una mujer humana que acaba de llegar.
—Una terrícola.
—Es demasiado débil para mí, si la follo una vez la mataría…
—…No está a la venta, idiota.
—Todo está a la venta si se da el precio indicado.
Un hombre muy alto, posiblemente un híbrido prillon y atlán que llevaba un brazalete rojo oscuro, se interpuso entre los forajidos que conversaban.
—Es de Cerberus.
Las voces salieron del fondo del pequeño y sucio cuarto en donde me encontraba sentado con mi cliente en busca de partes tecnológicas. Mis oídos habían captado las palabras, al menos las más importantes. ¿Había una mujer humana aquí?
Nunca me había enterado de algo así en todo el tiempo que llevaba haciendo negocios aquí.
