—Brazaletes rojos. Todas las diferentes especies híbridas. Están por todas partes en el domo.
—Ah, ¿colores de pandillas?
Conocía eso muy bien. Y mirando en retrospectiva, tanto la mujer ruda de color azul y el grupo de mirones en el festín de miradas habían estado usando brazaletes de color rojo oscuro alrededor de sus bíceps; brazaletes de color vino tinto. O sangre.
—¿Dónde está Cerberus?
Nunca había oído hablar de ese planeta antes, pero lo recordaría para no ir allí.
—No es un lugar, es un… No importa. Simplemente mantente alejada de ellos.
—Me gustaría alejarme de todo este planeta —añadí.
No parecía haber nada bueno en este lugar. Estaba sucio. Apestaba. Y los habitantes eran unos bárbaros.
—Maldición.
Se pasó una mano por el pelo y miró por el callejón. La línea de su mand
