Llegue al evento y todos se encontraban dentro del lugar, así que entre justo a tiempo para ver como mi esposo le pedía matrimonio a otra mujer.
—¿aceptas ser mi esposa?
—Aplaudí fuerte, antes de que ella respondiera… Todas las personas en el lugar voltearon a verme, lo bueno de ser una persona de sociedad es que no tenía que presentarme porque me conocen, comencé a caminar en dirección a la tarima bravo, señores, tengo que admitir que no todos los días una ve a su esposo pidiéndole matrimonio a otra mujer.
—mierda no podía creer que esta chica estuviera aquí, debo decir que estaba impresionado y no era precisamente por la sorpresa, sino por lo malditamente hermosa que era esta maldita niña del demonio. Con cada paso que daba desprendía sensualidad, elegancia y dinero, era toda una señ
