Contrario a lo que pude pensar en un principio, mi vida fue muy tranquila después de que mis padres escaparan. No intentaron comunicarse conmigo, así que yo tampoco hice ni siquiera el mini esfuerzo por hablar con ellos. Al día siguiente cuando me levanté, Jasper ya no estaba, pero me había dejado una nota en la cocina junto con un sobre, adentro, estaba una tarjeta de crédito ilimitada. En la nota solo decía: Úsalo cuando desees. Nunca lo utilicé, la verdad, pasé mis días encerrada con mi piano. Hablaba por teléfono con Carrie, que ya había comenzado a sospechar que algo extraño pasaba conmigo y con mis padres, pero logré evadir sus preguntas, al menos por ahora. Mis únicos momentos de diversión era cuando tocaba el piano, o cuando la señora Fischman me enseñaba a cocinar. Me había da

