Capitulo 01
Lyra
El aire en la madriguera se sentía pesado, como un sudario, olía a miedo rancio y lo peor de todo a cobardía, yo la última descendiente del Linaje del Sol Ceniza, estaba parada alli, mi pelaje blanco parecía gritar "Alpha" en un lugar donde la palabra ya no significaba nada.
El anciano Theron, jefe del consejo, cojeaba y me temblaba delante, sus ojos esquivos.
— Lyra, debes entender la situación —me dijo Theron, su voz rasposa—. Krag solo busca una cosa la sangre Alpha si te entregamos la única pieza que le queda nos dejará en paz, es un sacrificio por la supervivencia de la manada.
Me reí, un sonido frío que no tenía alegría.
— ¿Sacrificio? —Mis ojos dorados se clavaron en él, quemándolo—. ¿Llamas a la entrega de la hija de tu Alpha, de la sangre que fundó estas tierras un sacrificio? Lo que ustedes hacen es ¡traición!— Exclamé— Theron, la rendición tiene un precio, y ese precio soy yo.
Sentí la vergüenza de los veinte lobos restantes, que me miraban como un problema que había que resolver, mi segunda familia me estaba vendiendo por un soplo de seguridad, sentí el dolor agudo de la desilusión.
— No hay otra opción —insistió Theron, suplicando—. Krag ha prometido detener la matanza, mañana al alba serás entregada en el Valle de la Piedra partida, piensa en tu deber.
No iba a llorar delante de ellos.
— Comprendido —respondí, con la voz firme.
Ya no tenía opción supongo.
Quizás si era mi deber sacrificarme por una manada, una manada que mi padre muy protegió hasta el último segundo de su vida.
Una manada que estaba dispuesto a lanzarme al fuego solamente para salvarse a ellos ¿Qué clase de manada era esa? Quizás mi padre se había equivocado al tenerlas tanta confianza y tanta fe.
Dejé la madriguera sin mirar atrás, mi corazón era un pedazo de hielo roto que aún palpitaba.
Bajo la luna menguante, mi loba blanca corrió hacia el Valle de la Siega, al llegar me transformé de nuevo y me arrodillé, tocar la tierra era tocar la sangre seca de mi familia, el valle era un cementerio, con pinos astillados y rocas llenas de cicatrices.
Me dejé caer y el dolor me arrastró al último recuerdo, el momento final.
"El túnel de escape estaba oscuro, la batalla rugía afuera como una bestia herida.
Mis hermanos, Aion, Caelum y Castian mis trillizos de sangre, me acorralaron en la entrada. Estaban cubiertos de heridas, pero sus ojos estaban llenos de una terrible determinación.
— No, por favor, no vayan —supliqué, agarrando desesperadamente el brazo de Castian mi voz era un hilo de pánico—. Podemos escondernos juntos, la manada nos necesita a los cuatro. ¡No puedo perderlos! Ya perdí a nuestros padres y ustedes son todo lo que tengo, no podré hacerlo sola por favor no me dejen — Rogué desesperada con las lágrimas cayendo por mis mejillas.
aion el callado, solo me miró con una aceptación sombría, fue él quien me empujó hacia el túnel.
— Esta es la única manera, Lyra —ordenó Castian, con la voz quebrada pero mirándome de forma firme—El linaje debe sobrevivir ¡Tú eres la Alpha!
Darian, mi bromista me sonrió por última vez.
— Vive por nosotros, Joya —dijo, usando mi apodo—. Y no olvides lo que te deben.
Los tres se giraron hombro con hombro, corriendo de nuevo hacia el aullido de la muerte, cubriendo mi escape.
Escuché su último grito de guerra antes de que el pasadizo se derrumbara."
Las lágrimas cayeron sobre la tierra, un torrente de dolor, pero también de furia me puse de pie, ya no era la joya protegida de Faelan.
— Me quitaron mi sangre y me robaron mi hogar —dije, con la voz firme, dirigida a la luna—. Soy Lyra del Sol Ceniza y juro por la sangre de mi padre, por la valentía de mi madre y por el sacrificio de Aion, Caelum y Castian que estas tierras serán mías de nuevo tarde o temprano, juro que la traición de los cobardes será su castigo.
En cuanto terminé mi juramento, el aire se hizo frío y denso, sentí una presión abrumadora, un gruñido profundo, que vibró en mi pecho, resonó a mis espaldas.
Me giré y mi corazón se detuvo.
Parado a pocos metros había un lobo gigantesco, puro ébano con ojos que ardían con un rojo ominoso, la presión de su poder era tan cruda que sentí que mis propias células se encogían.
Me puse a la defensiva a pesar de que sabía que no tenía entrenamiento, mi padre me había criado como una princesa, no como una guerrera, quizás esa sería mi perdición.
El lobo dio un paso lento examinándome, pensé en huir pero entonces oí la voz de mi padre "Un Alpha nunca huye de lo que le pertenece" De repente el lobo se disolvió en una ráfaga de sombra, revelando a un hombre alto, con cabello n***o azabache y los mismos ojos carmesí. Él me estudió con una intensidad que era tanto peligrosa como posesiva.
— Así que esta es la última ascua del Sol Ceniza —dijo, su voz grave y cargada de autoridad.
— ¿Quién eres tú? —pregunté.
El hombre sonrió, una curva lenta y helada.
— Mi nombre es Kael soy el Alpha de la Manada de la Sombra de Acero, la más poderosa del Norte y he oído que tu pueblo te ha desechado.
— ¿Estás enterado de la masacre y de la cobardía?— Pregunté sorprendida de que esto fuera algo que ya todos supieran.
¿Cómo?
¿Cómo era que todos lo sabían?
— De todo y de tu juramento que acabo de escuchar por eso estoy aquí ante ti—declaró Kae—. Tienes un camino de sacrificio ante Krag o un camino de poder a mi lado.
— ¿Qué me ofreces alpha Kael?
— Vente conmigo —dijo, acercándose. Su aroma a poder y frialdad me envolvió—. Vente conmigo y te daré lo que necesitas para que tu juramento se cumpla, recuperarás tu tierra y tus traidores se arrastrarán.
Me debatí entre el terror que me inspiraba Kael y la desesperación, en ese momento de conflicto mis ojos se encontraron con los suyos, en el silencio del valle, en medio de la desolación, un hilo invisible, ardiente, se ancló entre nosotros.
No era una emoción que pudiera elegir sino un imperativo.
Sentí el reconocimiento en el núcleo de mi ser, mi cuerpo lo sabía.
Él no era solo un Alpha, el era mi Mate...
Una sonrisa triunfante, casi depredadora, cruzó los labios de Kael, sus ojos rojos brillaron con conocimiento.— ¿Lo notaste?— Asentí, mi voz era apenas un suspiro. Mi destino se había entrelazado con este hombre temido y poderoso.
— Iré contigo, Alpha Kael.
Había hecho un pacto con el destino y con la oscuridad.
El camino de la venganza comenzaba ahora, haría todo para vengar a mi familia para que ellos pagaran por su traición y mi dolor