La miré con curiosidad durante al menos medio minuto. "Brooke, cariño, estás preciosa". Se veía hermosa. Como siempre. Llevaba vaqueros ajustados, una blusa roja escotada y botas negras de cuero con tacón alto. Su cabello castaño dorado le caía a raudales sobre el pecho izquierdo, y su maquillaje era magnífico. Sus largas y esbeltas piernas estaban cruzadas de la manera más femenina y sexy, al igual que sus brazos, aunque de una manera menos sexy y más furiosa. Era una diosa. —Josh, no puedes decirle a la gente esas cosas, que eres mi novio. No solo no es verdad, sino que harás que nos arresten. " Es verdad, y ya no me importa nada... Brooke, cariño, Dios, te he extrañado. ¿Tuviste que ignorarme toda la semana? ¿Ni siquiera pudiste contestar? Me moría, cariño." "No mereces que conteste

