1- ¡Feliz aniversario amor!
Stephen se despierta esa mañana y mira a su cielo, su princesa, su todo, Aurora, duerme entre almohadones de seda, desnuda, cubierta por su dorada y abundante cabellera. Ella duerme como un gato acurrucado bajo las sábanas de seda de su lujosa habitación. La habitación es apenas iluminada por una cortina recogida levemente frente a uno de los ventanales de cristal. Permitiendo el paso de la luz de la mañana.
Stephen se viste y besa a Aurora en la frente, en ese momento tocan la puerta y él la abre, es la mucama que le lleva el desayuno a ambos en una bandea, Stephen mira a la mucama y le da las gracias en un hilo de voz para no despertar a aurora, lleva los pantalones puestos y el pecho descubierto, deando ver sus esculpidos abdominales. Se sienta en la cama al tiempo que Aurora abre los ojos y pestañea, ella bosteza y cubre sus labios.
- Buenos días princesa - Dice Stephen
Aurora sonríe y su rostro luce aún más hermoso, si es que su belleza acaso puede superarse, sus expresiones adquieren un aire dulce e inocente, sus pómulos son marcados y sus labios lucen rojos como una jugosa manzana incluso cuando lleva el rostro sin maquillaje.
- Buenos días amor, he tenido un sueño de lo más raro.
- ¿Otra vez alguna pesadilla real? - Preguntó Stephen mirándola con una sonrisa divertida.
— De hecho soñé que corría por un bosque
— ¿Un bosque? - Dijo Stephen y la miró enarcando una ceja — ¿Alguna vez haz ido a un bosque?
— No, pero he visto muchas películas - Confesó Aurora. — La verdad no es mi estilo ir de excursión, digo la naturaleza es hermosa, pero no lo sé, salir de la ciudad y del glamour y los grandes edificios es salir de mi zona de confort.
— A veces podemos ir a lugares en nuestros sueños donde en la vida real no podríamos ir.
— Sí - Afirmó Aurora, y miró profundamente a su novio. Era muy guapo,a veces lo miraba y swe sentía realmente aofrtunada, pues él la trataba como una reina, como la duquesa que Aurora estaba destinada a ser en cuanto heredara el trono de su madre La Duquesa Ann Ferguson.
Ella se inclina ligeramente y besa a Stephen en los labios.
— Pero además, de ir a lugares que quizá nunca hemos experimentado, soñar también nos permite saber que no está mal atrevernos a intentar lo desconocido.
— ¿A que te refieres con lo desconocido mi princesa?
— Acampar en el bosque, nunca he acampado. Me parece maravilloso como las personas se sientan alrededor de una fogata y cuentan historias. fascinantes de lo que han vivido, es como un intercambio de vivencias a través del fuego, allí sentados en el corazón de la naturaleza - Dice Aurora, con los ojos brillantes y sus pestañas abundantes y negras resaltando su mirada al tiempo que pestañea.
Stephen sonríe con dulzura y se inclina sobre su frente. La besa.
- Prometo que pronto acamparemos princesa. Pero por ahora necesito que estés tan hermosa esta noche como la más bella de las hadas.
- ¿Esrta noche? - Inquiere Aurora sonriendo.
— 16 de Mayo ¿Ya lo olvidaste? Hace 3 años nos hicimos novios.
— Vaya, qué alivio, esta mañana aún dormida, cuando te vi con los ojos entre abiertos, en mi cama pensé que tendría que preguntarte el nombre al despertar.
— Umm señorita. ¿Con quién soñabas?
— Contigo amor, mi único amor. Esta noche será mágica. ¿AA dónde iremos?
Stephen toma uno de los croisans crujientes que reposan en un plato de cerámica pulida y reluciente y toma un sorbo de su taza de café.
— Eso princesa, es un secreto.
— Solo luce ese hermoso trasero en un vestido tan hermoso como tu rostro,te diré donde será nuestra cena aniversario
— Perfecto mi príncipe - Dice ella envuelta en las sábanas de seda. Entonces sale delicadamente de la cama y se desnuda completamente, al isntante toma una bata de seda blanca bordada con botones de perla en la abertura del pecho. Aurora entra a su baño y se mira frente al espejo, al tiempo que Stephen continúa tomando su café.
Ella cepilla sus dientes y realiza su rutina de Skin Care, abre uno de los lujosos stantes suspendidos en el baño, todos decorados con espejos para reflejar sus delicadas manos al abrir alguno de ellos y tomar sus cosméticos, cremas y mascarillas para su cabello. El cabello de aurora es brillante como el fuego, y tan suave que la más delicada de las ovejas moriría de envidia ante el suave toque de su cabellera. Ella coloca crema en ambas manos, desprendiendo un olor a cerezas que impregna todo el baño al tiempo que masajea sus cabellos. Luego toma un control ubicado al lado del lavabo, ubicado sobre un pequeño stand de madera, y al instante de darle click al botón de encendido comienza a sonar una música desde la habitación que inunda su lujosa recámara y el baño. Stephen camina hacia un armario de dos puertas y lo abre, en ese momento un reproductor, con luces brillantes resuena al tiempo que tres pequeñas cornetas vibratorias, destelleán música y emiten la misma canción al unísono.
Suena la cantante Kate Nash y una canción llamada Foundations. Aurora se pierde en sus pensamientos, dejándose impregnar por la crema de cerezas y vainillas que nutren su cabello con las esencias más puras,
"My fingertips are holding onto The cracks in our foundation " canto la canción de Kate Nash y entro a la ducha, sintiendo el vapor y el agua caliente cubrir mi cuerpo.
Realmente me gusta esa canción de Kate Nash porque habla de una mujer que tiene el valor de irse de donde no se siente amada como lo merece. Nunca he estado en una situación como esa pero defiendo mucho el feminismo, no soporto el machismo, tampoco la disminusión de la mujer frente a grandes cargos laborales o puestos sociales. Me educaron de esa manera pues soy Aurora Ferguson, hija de la Duquesa Stacy Ann Ferguson, la Duquesa de Londres.
"I know I should forget... But I can't"
Soy feminista desde que vi a mi madre luchar. Pero también porque los hombres de mi vida, los que verdaderamente han jugado papeles cruciales, me han animado siempre a perseguir el hambre de vida y sueños con los que nací.
Nunca me han pedido que cambiara, que me adaptara a los moldes sociales. Siempre les ha gustado mi rebeldía, se han sonreído al verme bailar a contracorriente. Siempre me han querido así: distinta.
Me han seguido a lo largo del camino, acompañándome con amor y sin paternalismos. Nunca han señalado el cielo, porque solo se señala lo que no se puede tocar, y a mí me enseñaron a ver que podría rozar el cielo siempre que me quisiera.
"Every time that you're upset and I smile... I know I should forget".
Siempre me he enorgullecido de ser una mujer que no pide permiso.
Pero en este mundo de "o conmigo o contra mí" yo me sigo sonriendo al pensar que es en los abrazos, precisamente, cuando los cuerpos chocan en la piel de la postura opuesta. Me sonrío porque me cuesta pensar que los demás no lo vean también.
Serpenteo en la indirecta. Me gusta lo subliminal, leer entre líneas.
En este discurso de feminismo sin igualdad, a mí no me da miedo decirlo:
a los hombres de mi vida, gracias por enseñarme a luchar por mí misma y por las demás mujeres. Gracias por enseñarme junto con las mujeres lo que era verdaderamente el feminismo por el que quería luchar.
Salgo de la ducha y miro a Stephen, él está vestido, ahora, recostado bajo el marco de la puerta del baño.
- ¿Cuánto tiempo llevas allí? - Pregunto sonrojada caminando para tomar una toalla
- El suficiente para admirar tu belleza y enamorarme un poco más de tu cuerpo - Responde. Yo sonrío y quedo completamente desnuda, camino hacia él y le doy un beso muy sutil. Entoces tomo mi lencería y comienzo a vestirme. Debemos llegar pronto a la Universidad aunque me muera por estar en sus brazos toda la mañana.