-vamos, Bea. No tienes que ser tan llorona, solo te hacia un favor- ella dijo mientras se encogía de hombros, no le importaba mi dolor y mi vergüenza por haber sido humillada nuevamente.
Carrie era dulce la mayoría del tiempo pero habían veces que deseaba comportarse como la típica niña rica mala sin medir las consecuencias, peor, yo pagaba las suyas muchas veces y esa vez fue igual.
Ella seguía bebida y yo no paraba de gritarle y llorar como una bebita desamparada y pérdida pues mi persona favorita me lanzo dos veces a los leones sin contemplaciones solo para su deleite y el de los demás.
-te odio-fue lo último que salió de mi boca-deseo que te mueras -y aquellas palabras solo fueron el augurio de algo mucho peor.
EL canto del despertador me alerta que era una pesadilla. Observo la oscuridad de mi habitación y se que estoy viva, tan viva que me duele el respirar.
Aun duele escucharlo gritarle que era mi culpa y maldecirme era completamente horrendo para mi. Mamá solo cerro la boca, no dijo palabra alguna, nadie fue mi consuelo, yo tuve que mantenerme fuerte como una roca para no derrumbarle hasta aquella mañana en la que cumplí mis tortuosos 18 años.
Una carta en un sobre con el sello de los New Castle había llegado a mi puerta y la expresión de pena de la empleada solo revolvió mi estómago.
Mis malos presentimientos me golpearon al sentir fría la textura lisa del sobre. Rompo el sello y solo leí la carta en la cual me daban 48 horas para desalojar mi propia casa y me decían que sería desheredada.
Mi padre ni si quiera se molestó en decírmelo en mi cara y tampoco pude hablar con él y no le rogaría, si había algo en que los dos nos parecíamos era en orgullosos y tercos.
Baje a la cocina y trate de buscar a mi madre, pero ella solo me dio la espalda y se comportó tan fría conmigo que había entendido todo, nadie me necesitaba. La muerte de Carrie me había sacado de sus vidas para siempre dejándome en claro que no me querían para nada.
-es su decisión-sus labios rojos pronunciaron con frialdad.
-pensé que era tu hija-solté mientras trataba de ir a su parte humana, pero me equivocaba pues Abril no era humana cuando había dinero de por medio.
Ni siquiera estaba junto a Carrie cuando estaba en las quimios o siendo operadas.
no se señor, ella solo es una mujer que sabe disfrutar la vida.
-lo siento, Bea-casi dijo con compasión y sorbió su café bien cargado, era obvio que había bebido la noche anterior-no puedo hacer nada, ya eres mayor de edad, solo supérate y muestra a tu padre que no lo necesitas.
Lo necesitaba, a los dos.
-será como ustedes quieren que sea-deje salir con una postura digna y mis grandes maletas llenas de mis cosas mas no de recuerdos.
-Bea-Vivi me llama apenas llego a nuestra cocina. Ella está en la mesa con una taza de cereal de dieta con leche de soja y luce muy alegre por alguna razón.
-buenos días-me acerco a la cocina y me sirvo café para comerlo con galletas trituradas como siempre.
-no sabes lo que me he enterado-en su voz puedo escuchar alegría y sobretodo que aquello era un chisme como de costumbre-Erick dice que te va a pedir salir esta noche. Verónica me lo contó ayer mientras estaba en su salón de belleza.
-ah-dejo escapar sin nada más.
-¿ah?-hace una mueca fea de enojo como de costumbre. Sus ojos se colocan bizcos e infla sus mejillas-¿cómo que ah? Es Erick, el chico perfecto para ti. Un hombre perfecto, decente y algo friki ¿qué más quieres? -se llevó una cucharada de cereal de bolitas a su boca y masticó sin cerrarla.
-es solo un chico. Es un tipo bueno, pero no es lo que quiero para salir.
- ¿hay otro?-pregunto sonriendo-porque si es así quiere que lo digas a hora. Quiero saber quién es el chico que a conquistado a mi querida prima.
-no hay nadie-le aseguro-solo no quiero salir con ningún hombre.
Los odiaba a todos.
-¿por qué? -pregunto de nuevo- no es bueno que estés sola. Nadie le gusta estar solo y si tan solo le dieras una oportunidad a Erick creo que te iría mejor.
-cara de chivo-irrumpió Neil alegremente. A su lado estaba Alex y ambos lucían recién levantados y cansados-¿por qué perder el tiempo hablando de cara de chivo, cuando tienen a un Neil Cooper a quien adorar-le guiño el ojo a Vivi y se fue directo a la nevera-necesito una cerveza-dijo mientras en la espalda con dificultad.
Mi prima solo torció sus ojos y lo ignoro empeñada de seguir la conversación con su insistencia.
-¿entonces, aceptaras?-pregunto mirándome fijamente.
-¿que?-pregunto Alex sentándose a mi lado.
-Erick invitara a Bea a salir esta noche-respondió emocionada- ¿no crees que es fantástico?-dejo la cuchara en la mesa y peinó su rubio cabello con reflejos plateados que la hacían ver completamente hermosa. En su brazo tenia un nuevo tatuaje que llegaba hasta su hombro. Una gran rosa negra y gris con ramas delgadas y perfectamente detalladas era la obra que Sam había plasmado hace un par de días y estaba sanando muy bien.
-no lo sé-clavo. La uña de mi pulgar en mi índice con fuerza. Me volvía débil con Vivi suplicando.
-¡por dios! Solo es un chico, no te hará daño-casi sonó como a ella y esa vez que también me lo dijo.
"Un chico ni te haría daño" fueron las palabras de Carrie muchas veces cuando ella me invitaba. A su habitación. A dormir.
-claramente, cara de chivo no le inspira ni un mal pensamiento a tu prima. Deberías buscarle mejores citas-Neil le dijo sentándose a mi otro lado.
-no te metas-respondió ella irritada-además por mucho Erick sería mejor cita su tu-ronco satisfecha de herirle sus sentimientos, la cuales el no tenia
Neil sonrió traviesamente. Su pie descalzo golpea suavemente mi tobillo.
Le lance una mirada asesina, el solo sonrió y paso sus dedos tibios por mi pierna.
-no lo creo-Neil hablo-cara de chivo solo le gusta balar si no hay pasto en el camino.
-¿balar? ¿eso no lo hacen las ovejas?...-Alex dijo con voz profunda.
En la noche me encontraba con Vivi en mi habitación. cada vez que había fiesta o un toque de la banda siempre se metía en mi habitación, me miraba con ojos de cordero para obligarme a ir con ellos y esta noche fue igual.
Con paciencia aliso mi ondulada cabellera dejándola más brillante y delgada. Hace un mes Vivi me llevo de compras con sus amigas y me había ayudado elegir muchos vestidos, esta vez me puse uno azul eléctrico que se ceñía a mis pechos y tenía una falda algo amplia que hacían juegos con unos tacones de piel de durazno de color n***o. Me mire en el espejo una vez más y me sentía diferente a mi verdadero yo, me gustaba esta chica sensual que se vea al frente pero mi otro yo era reconfortante, mi refugio y a veces la culpa me invadía por ocultarlo.
-Erick también vendrá hoy-me dijo al mismo tiempo que me arrojaba perfume entre mis pechos- no para de hablar de ti, le distes una buena impresión, te lo dije, puedes gustarle a cualquier chico Bea ¿le darás una oportunidad si surge algo?-sus esperanzas eran tan grandes como su corazón, mi prima no solo era una chica buena y noble, también podía ser inquietante y algo insistente con el tema de los hombres y el amor.
Desde que llegue su objetivo ha sido el de ser una cupido y buscarme a alguien para ser feliz. Creo que ella me veía como un ser patético y solitario, era una lastima que se hiciera de oídos sordos cada vez que le explicaba que no lo necesitaba, el amor no es una necesidad, todos se buscan por deseo pero el amor no existe.
-no lo sé Vivi, no tengo ganas de tener pareja en estos momentos, yo solo quiero concentrarme en mi-el frasco de perfume hace un ruido contra la mesa de la peinadora, un par de anillos ruedan y caen al suelo, pero no los recoge.
Ella ahora me muestra esa mirada de compasión que tanto odiaba, respira profundamente y me sonríe.
-eso es bueno. pero a veces concentrarse en ti te tiende a llevar a la soledad, no quiere verte de nuevo en ella-y me abraza fuertemente. odiaba cuando se ponía sentimental, casi podía poner a llorar cuando lo hacía y sonaba como una madre comprensiva.
-sabes que si pudiera yo borraría esa infelicidad de tu corazón- siguió diciéndome, esta vez me miro a los ojos y lloro por mi porque sabía que me dolían los ojos con el esfuerzo que hacía para no brotar ni una lagrima.
-¿sucede algo?-pregunto Sam desde la puerta.
-nada, cosas de chicas, amor-corre y se refugia entre sus brazos-ya estamos listas-sonríe contenta.
-bien, me alegra-y la besa en la frente suavemente.
Ambos hacían una pareja perfecta pues eran felices y estaban hecho uno para el otro.
-por cierto, Bea. quiero pedirte un favor-me dice antes de que saliera de la habitación- voy hacerle un regalo a Vivi antes de llegar al bar ¿podría irte con Neil? Hable con él y dijo que no hay problema.
-descuida, no tienes que decir más. me sacrificare por ustedes.
-solo ignora sus comentarios, a veces puede ser algo...
-pesado, imbécil, tarado, idiota. la lista puede seguir, Sam.
-¡si! Todo eso- creo que medio me sonríe, trata de acariciar mi cabello, pero solo retroceso un poco aunque sé que eso lo desconcertante y ahora ambos incómodos salimos de la habitación- cuídate- escuche decirme y se despide de mí.
escucho la bocina del auto de Neil sonar, el está relajado y concentrado en un cigarrillo, era la primera vez que lo veía en esa imagen que era muy abrumadora para mí. No pude evitarme imaginar el como yo absorbía el humo dentro de boca a la vez que me tocaba duramente.
-¿en qué estás pensando Bea?-pregunta con un gesto arrogante y aquella mirada sombría que mataba.
Echo su cabeza hacia atrás y sonrió como si hubiera adivinado en lo que pensaba.
A lo torpe por el uso de los tacones camino lentamente y me deslizo suavemente en el asiento que tenía ese olor a cigarro y menta que resultaba excitante. respire profundo para calmar mi temperatura, teníamos el tiempo contado no podíamos hacer nada así que sería mejor no tardarnos.
-sabes vestida así solo me dan ganas de detener el auto y tomarte aquí mismo.
-ni lo sueñes Neil. Tenemos que llegar rápidamente al bar o van a sospechar algo-le digo, pero en realidad yo también deseaba como si fuera una necesidad que sus manos me tocaran nuevamente a pesar de que estuviera mal.
-te estas volviendo aburrida-enciende el auto, da marcha atrás y luego conduce hacia la derecha para seguir el camino.
-pero tal vez esta noche pueda haber algo-digo pausadamente y muy cerca de su oído, no pude evitar deslizar mis dedos por dentro de su pantalón y sentir lo hinchado y duro que estabas.
-a mí no me importaría llegar tarde-dice con un gesto de desesperación.
-vamos, no seas impaciente-y lo presiono un poco fuerte.
-me estas matando -gruñe y apenas se concentra en colocar la vista al frente.
-ve esto como un pequeño castigo por lo de anoche. Puedes verme, pero no tenerme-muerdo su oreja con malicia y saboreo su piel salada y jabonosa.
-eres despiadada-aprieta el acelerador con fuerza, el auto da una rápida sacudida y de pronto nos desviamos para entrar a un lugar completamente oscuro a solo un par de casas sin luces. Todo el vecindario parecía deshabitado y en ruinas por ese silencio s****l.
-no me gusta que me hagas esperar, Bea- apenas besa mi nuca, sus brazos enrollan mi cintura para cargarle ligeramente.
La débil tela de mi diminuta ropa interior se siente desaparecida mientras mi coño llama desesperado su m*****o duro. Ahora completamente enloquecida lamo sus labios en movimientos rápidos, sus manos en mi trasero me hunden cada vez más haciéndome desear acabar de una vez con todo.
-sin duda se nos hará tarde, Neil- mi nariz bota aire caliente, nuestras respiraciones condensan el vapor dentro del auto quien es el único testigo de esta noche.
Su piel toca la mía con tal intensidad que me siento hecha cenizas y me quiebro entre sus brazos fuertes.
Me encantaba estar entre sus brazos, me gustaba que ellos me apretaran entre su pecho al mismo tiempo que me rodeaba la cintura.
Suelto un gemido, mi pecho sube y baja poderosamente, mis pulmones reciben oxigeno y creo que no puedo más, lo necesitaba en mi interior ahora mismo.
Sus besos recorren la piel de mis hombros y bajan hacia mi pecho.
-qué más da unos minutos de mas-jadea con su respiración lenta y me pellizca el muslo suavemente.
una melodía de guitarra empieza a sonar levemente, se que no es la radio y la vibración se siente entre sus piernas, justo en el bolsillo.
¡mierda se había sentido muy bien!
-contesta- apenas logro decir separándome de sus labios hinchados.
-no quiero, puede esperar- de nuevo vuelve a besarme, pero el sonido estrepitoso solo me des concentra.
-vamos, solo contesta. Puede ser grave- me separo dolorosamente de él.
Mi piel se siente pegajosa, el alisado se había vuelto fatal por culpa del calor y la humedad en el auto. Bajo la ventanilla al tiempo que Neil suelta una maldición y contesta.
Irritado apenas solo le dice unas cuantas malas palabras a Jake y le asegura que vamos en camino, sus puños se aprietan entre el cuero que viste su volante y me mira de reojo.
-esto no se quedará así-me advierte
-ya habrá tiempo para ello- saco mi cabeza un poco fuera de la ventana, el viento logra estabilizar mi temperatura pero apenas puedo logra reponerme de los toque salvajes y bruscos del chico.
-mierda-apenas exhala antes de acomodarse y emprender una huida.
para cuando llegamos todos estaba algo ocupados. busco nuestra habitual mesa y me siento a la espera de los demás, no vi a Erick por ninguna parte y Neil se quedó en la entrada hablando con unas chicas que lo habían acorralado dejándome sola y aburrida.
saco dentro de mis piernas el pequeño Videojuego que estaba presionado por un ligero que había comprado y solo me entretengo un largo rato.
Durante el resto de la noche solo hable un par de veces con Vivi y Sam o incluso Jake pero siempre me quedaba sola cuando alguien más divertido los llamaban, por eso solo me concentre en seguir mi juego tranquilamente hasta que escuche una vez más su voz en medio de la música y las charlas en voz alta.
-me encantaría que las mujeres tuvieran un control para colocarles mute-Neil toma su asiento habitual a mi lado y mira pasar a las personas, el en realidad era muy conocidos por todos pues siempre le sacudían la mano para saludarle.
-Eso es tan machista. ¿por qué mejor no le colocas un bozal y una cadena de perrito, así también podrías controlarlas mejor-y cuando lo enfrento él tiene aquella expresión divertida y pervertida de siempre, ya sabía en lo que estaba pensando pues de nuevo hay un gran bulto en sus pantalones-eres desagradable-entrecierro mis ojos un poco y regreso a mi juego.
- ¿y ahora que dije?
-no es lo que dijiste, es lo que pensaste-le acuse.
- ¿Puedes leer mis pensamientos? eso te hace peligrosa -la silla se mueve más a mi lado, siento su piel caliente con la mía y ese aliento etílico que se encuentra mezclado con el cigarrillo de menta. ahora yo pensaba en cosas pervertidas y en como será besar su boca y sentir aquellos sabores juntos.
-No es que lea los pensamientos, solo que es tan fácil saber que estas pensado, siempre es en sexo.
-tú no te quejas cuando me usas como tu juguete s****l-pellizca con delicadeza mi cadera y luego la frota con su mano suavemente sintiéndose bien ese tibio hormigueo que seguía expandiéndose.
-retrocede Neil-advierto en un débil susurro
-sabes, no puedo esperar llegar a casa, quiero tenerte ahora mismo.
-no creo que sea correcto tumbarme en la mesa delante de todos.
-no me mataría, pero pensé en algo rápido, una probada nada más, después de tocar mi batería te tocare a ti, de nuevo.
-Neil. apresúrate- Dante dice para subir al escenario.
Ya todos empezaban a gritar su nombre y soltar sus palmas al ritmo de un cover ajustado a un ritmo suave cuya letra hablaba de amor y sin dudarlo se atrevió a dedicarlo a su chica especial. No puedo dejar de rodar mis ojos pues siempre hace lo mismo y todas caen en su cuento repetitivo y barato.
Fijo mi vista a mi video juego mientras escucho las letras y la música mientras que un juego de luces verdes, azules y amarillas se mueven según las vibraciones de la música. todos iban de aquí para allá mientras las canciones iban pasando.
-Entonces eres Bea-pregunta el chico de cabello n***o y rizado al otro lado de la mesa-hola-me saluda con una demoniaca sonrisa.
automáticamente mi Video juego se cae de mis manos, todavía no podía creer que Tommy estaba aquí frente a mí y sentí el mismo pánico que aquella noche cuando se abalanzo contra mi existencia.
mi cerebro me enviaba señales de auxilio, gritaba para que saliera corriendo, aunque mis piernas no entendieron el mensaje y solo empezar a temblar al igual que el resto de mi cuerpo.
-ha pasado tanto tiempo desde que nos vimos-y me envía una mirada sucia y lenta-veo que estas bien. Harry me dijo que te había visto pero pensé con que bromeaba al decirme que estabas cambiada-toma asiento a mi lado y me rodea con su brazo-sabes, te sigo extrañando-se atreve a decirme.
no dejo de sentir unas grandes ganas de vomitar al escuchar hablar de esa manera, mis lágrimas por primera vez empezaron a brotar dejando una mara que quemaban mi piel. trato de apartarlo de nuevo y me detiene apretando mi muñeca con presión y deteniendo mi circulación hasta que empezó a cambiar de color
-no creo que valga la pena hacer escándalo. Mejor salgamos, quiero hablar contigo-y es así como me lleva casi arrastrada hacia la parte de atrás del bar que estaba un poco iluminado. sabia lo que pretendía hacer y solo me quede gélida, mi garganta estaba apretada lo que me impida respirar y gritar por ayuda.
La soledad del callejón era perfecta, un poco de música se colaba por las aberturas de la puerta, pero era lo suficientemente clara para saber que aunque gritara nadie vendría por mi ayuda. estaba envuelta en un pánico silencioso que crecía a medida que Tommy empezó a besarme el cuello y a pasar su lengua fría y pegajosa en mis hombros desnudos.
-por favor, déjame ir-logro decir, pero eso hace que saque una sonrisa malévola y Hala mi pelo tan fuerte que me hace daño.
-sabe que deseas esto, Beatriz. Lo sé-su mano desabrocha su pantalón lentamente si dejarme de mirar, el quería seguir disfrutando cada minuto de tortura. veo claramente que saca su pene y me coloco de rodillas para obligar a introducirlo en mi boca.
Una vez más aquellas imágenes me golpean nuevamente, recuerdo sus sucias manos y las de Harry aquella noche y como ambos desgarraban mis ropas y reían cada vez mas fuerte a pesar de mis gritos. Me sentía débil y una completa bola de mierda que no valía nada, una vez mas seria ultrajada y no tenia las fuerzas para luchar. Tampoco esta vez alguien vendría por mí, nunca lo hacían, yo no era de las chicas que eran salvadas.
-no lo hagas por favor-mendigo por piedad y recordé que también ese día yo les implore que no lo hicieran. Carrie vino a mi mente vagamente y sus palabras entraron en mis oídos. no es nada del otro mundo.
No seas infantil.
-cállate y hazlo, sé que lo ansias, Bea-acerca mi cabeza hacia su m*****o- ¿no vas a cooperar? creó que tendré que ayudarte-y me hecha al suelo para montarse arriba de mi y besar mis pechos de manera violenta, trato de luchar pero mis golpes no hacen nada.
Estas sola. Escucho en mi cabeza.
Solo cierra los ojos, solo no pienses en ello. Miles de lágrimas surcaban mis mejillas y me quemaban dolorosamente, yo ni era tan fuerte, solté un bramido al tiempo que sus manos me producían un escozor en toda mi piel.
Todo era tan oscuro como la noche sin importar que abriera o cerrar mis ojos. Intento resistirme y a cambio soy abofeteada.
-no te resista, Beatriz, sabes que esto te gusta- mordió mi cuello salvaje mente y grito una vez más- te gusta, siempre te ha gustado, yo lo sé muy bien no te hagas la inocente ¿o quizás te excita si Harry estuviera aquí cono nosotros? ¿es eso lo que te pone, un trio con los hombres?
Un ruido fuerte lo interrumpe. la puerta se abre bruscamente y ahí esta Neil como nunca antes lo había visto, baja la mirada hacia lo que me estaban obligado hacer, ve que lloro y corre rápidamente para darle un puñetazo en la cara a Tommy que lo tumba drásticamente al suelo.
-hijo de puta-escucho decirle mientras se abalanza en su contra y lo golpea una y otra vez.
Mas atrás Alex, Dante, Jake, Sam y Vivi corren hacia nosotros. las personas se dan cuenta de la violenta pelea y pronto nos vemos rodeados de publico.
-Detente-Sam grita y agarra por la espalda a su amigo y lo separa.
Alex y Dante tuvieron que ayudar a inmovilizarlo pues estaba poseído por la ira.
-¿estas bien Bea?-Vivi me abraza fuertemente-¿qué fue lo que te hizo ese hombre? pregunta viéndome en un mar de lágrimas.
-tranquilízate, Neil-Sam le seguía gritando.
-déjame partirle el cuello aquel animal. intento hacerle daño a Bea-decía y todos miraron a Tommy y empezaron a susurrar a la vez que graban lo acontecido.
-pero con matarlo no vas a ayudarla. cálmate-dice Sam furioso y él lo entiende. solo cierra la boca y lo mira aun tumbado en el suelo con la cara llena de sangre y desfigurada
Alguien grita el nombre de la policía, las luces rojas y azules se hacen cada vez más nítidas al igual que la sirena, el auto se estaciona rápidamente y los uniformados se los lleva a ambos por alterar el orden público. sabía que Vivi me hablaba y me decía que dejara de llorar, pero una vez pronto mi llanto no podía parar, estaba sumida bajo un ataque de histeria recordando de nuevo lo que me había pasado una y otra vez.
Tenía miedo por Neil.
Tal vez a él tampoco le crean. A mí no me creyeron al contar aquella cruda verdad y mi padre me golpeo tan fuerte que con su anillo rompió mi mejilla.
............
el agua caliente seguía quemando aun mis hombros y mi rostro, y solo deseaba quitarme aquella suciedad de mi piel quería olvidar su respiración lenta y asquerosa, aquella repugnante sensación de su lengua pegada en mi piel.
quería cerrar los ojos y no existir en ese momento.
el agua caía fuertemente pero puede escuchar las suplicas de Vivi para que le abriera, había pasado mucho desde que estaba en el suelo llorado y aun con mi vestido puesto pero no saldría de ahí hasta liberarme de la suciedad.
-Bea. abre por favor. Soy yo-era la voz de Neil que por primera vez me resulto hermosa y segura.
abro la puerta y lo veo con la mirada apagado, sus labios tiemblan al decir algo. puedo ver un fragmento de Vivi y Sam, pero no me importan, yo solo quería estar con Neil en este momento. deseaba que me abrazara hasta saciarme. pero se queda ahí sin decir nada por un par de segundos y me toma entre sus brazos. con la pierna cierra la puerta y la bloquea con su peso y el mío para no ser interrumpidos, de alguna forma me entendía, no quería tener a nadie más que no sea él.
-llora lo que quiera Bea, no te detengas, deja salir aquello que te esta matando por dentro-y es lo que hago.
lloro mientras me acurruco en su pecho mientras nos sentábamos en el suelo. sus manos acariciar mi cabello y sus labios besaron mi sien varias veces, reconfortándome por un largo rato hasta que el cansancio pudo más y me quede dormida con él en su pecho de almohada.
puedo recordar ese día, todo sigue en mi memoria.