Capitulo 7-Bea.

2735 Words
-Él no está nada mal ¿eh? -sus ojos se enfocaron en los míos. Ella me dio un golpe suave con su codo entre mis costillas para ganar su atención. -si, nada mal-le respondo fríamente. Lo cual fue un error. Vivi infla sus mejillas como si se tratara de una niña. Puedo ver como siente decepcionada de mi respuesta. Ella tenía buenas intenciones, pero no entendía que nunca estaría lista para una relación. -el n esta nada mal-Vivi me dice senada en la mesa mientras almorzamos pizza recalentada. -Lo odias ¿no es cierto? -su boca se torció en una extraña mueca. Siento como todos me observan en este momento. Esta vez cierran sus bocas y esperan una respuesta de mi parte. -No lo odio-intento no sonar avergonzada-solo no estoy lista para salir con alguien-Quiero tomar las cosas con calma. -Bea tiene razón-Sam interrumpe la incómoda conversación besándola levemente los labios de su novia-deja de estar buscándole novio. -yo solo me preocupo por mi prima ¿tiene algo de malo?- pregunta un poco molesta-creo que no. -Y eso me gusta-admito ligeramente-Solo déjame ir un paso por vez. -Está bien. Pero no quiero que vayas y te fijes en un perfecto idiota, como los que viven en esta casa. -Y hablo la General-soltó Jake divertido-¿entonces tu novio es un idiota?-pregunto mientras llevaba un pedazo de pizza a su boca. -Todos a excepción de mi Sam-puntualizo a la vez que les lanzaba una mirada asesina. -¿Qué hay de malo en nosotros?-pregunto Dante intrigado. -Son una perdición…-quiso terminar de hablar, pero Alex soltó un gran eructo-rayos-ella chilla asqueada-son cosas como estas que me dice que ninguno de ustedes son lo suficientemente buenos para mi prima. -Deberías dejar que ella tome esa decisión sola-Jake dice ya estoy creyendo que esta sobrio-no tienes que entrometerte en sus asuntos. - Vivi puede llegar ser algo entrometida-Alex sonríe mientras separa los pimientos de  comida. -no te pedí opinión grandote-ruge mi prima enardecida-yo no me meto en la vida de nadie, solo quiero a Bea ¿acaso es malo conseguirle un chico? -no si ella no quiere. Mírala, hasta parece que le gusta otro-me guiña el ojo como si fuera mi cómplice. Mi pierna viaja en automático hasta a suya en forma de puntapié. Nuestra mesa se sacude mientras él se queja sorprendido.  - ¿por qué me pegas? - ¿yo lo hice? -pregunte- creo que te equivocas, quizás son los efectos de la mierda que te metes. - ¿Sabes? Solo porque tienes unos gustos musicales decente no te hecho de esta casa. -Eso y porque siempre pago todo al día-les recuerdo. - ¡Dios!  eres tan....malvada-¿Acaso desayunas con cianuro en vez de tomar avena? -Solo consumo sangre de niños inocentes-sonreí al ver su confusión. -Pareciera como si la madrastra de blanca nieves y Rasputín hubieran tenido una noche de malas copas y tu fueras frutos de un encuentro sin condón. Alce mi ceja con esa comparación. Debí molestarme, pero por alguna razón prefiero a la madrastra de Blanca Nieves y Rasputín de padres que a los míos propios. -Al menos prefiero  eso y no soy la cruza entre Ornitorrinco y un sapo-se me ocurrió aunque no tenía sentido. -vamos, no sean tan infantiles, si Alex es la cruza de algo tiene que ser de Marily Manson y Fiona-suelta Jake entre risas. Alex solo saca su dedo medio y de pronto todos están bromeando sobre las extrañas mezclas de progenitores posibles para nosotros. Mi teléfono suena suavemente. Lo enciendo y veo un mensaje de un número desconocido. Al abrirlo leo su texto y mi sangre se vuelve hielo dentro de mis venas.   Harry: Hola, Bea ¿podemos hablar?   Mi corazón tiembla de dolor en ese momento. Intento no descompensarme, pero era difícil. Miles de recuerdos me golpean justo ahora.   Harry: No me ignores, ya Tommy sabe cómo encontrarte. Ten Cuidado.   Su advertencia solo me confundió mas ¿a qué estaba jugando? ¿Qué era lo que quería conmigo? Borro el mensaje como si aquella me fuera a funcionar para sentirme peor. Mi piel enseguida empieza a sudar frio y las paredes de la habitación se vuelven tan pequeña que surge la necesidad escaparme de aquel lugar. - ¿te sientes bien?- Alex me pregunta sin dejarme de mirar.  ¿acaso era tan obvio lo que estaba pasando? -si, solo voy a caminar-les digo. -¿Quieres que te acompañe?-mi prima se ofrece. -No-suelto en seco y me marcho. Mis pies se mueven rápidamente mientras corro en línea recta por las calles asfaltadas. Las hojas de los árboles se agitan con una fuerza salvajes a la vez que las nubes se tornan oscuras y espesas. Aprieto mis ojos, intento no pensar en Tommy, en Harry, en mi  hermana y su risas burlonas. Tenia una carga tan grande sobre mis hombros que me dolía todo el cuerpo. Mis dedos se sienten entumecidos y se tornan mis ojos acuosos amenazando con salir lagrimas escazas. Ya no podía llorar. No importaba todo lo que sucediera, las lágrimas nunca surgían de mi cuerpo y aquello era mucho peor que echarse a llorar. Mi garganta se apretaba con fuerza y a veces me impedía solo el poder respirar. Presiono mis dedos contra de mis sienes con fuerza, quiero quitarme los malos recuerdos pero era evidente que no era posible, no podía superar aquel maldito año, mi maldita infancia. Siempre era lo mismo. Papá gritando que me largara. Mamá y su silencio acusador.  Todos odiándome por ser yo quien terminara con la vida de mi propia hermana. ¡Asesina! Lo se, era una asesina y ese título me perseguiría por el resto de mi vida. Escucho una música fuerte a mi espalda. Al girarme veo aquel hermoso auto n***o con franjas plateadas en la parte delantera. Sin duda era un clásico que el apreciaba y le daba cuatro horas diarios de sus cuidados cada fin de semana. -¿Por qué tan lejos de casa?-pregunta con aquella sonrisa engreída mientras observaba descaradamente mis piernas. -¿acaso eso te importa? pregunte mientras notaba las marcas de uñas y los moretones en su cuello-Lindas marcas-señale y seguí caminando. -¿acaso celosa?-pregunto colocando su auto en marcha lenta. -Me da igual que te folles a medio mundo-me encojo de hombros. -¿entonces no quieres saber los detalles más sucios de mi noche? -eres un idiota-le dije-abstente de decirme cosas sobres tus conquistas. -Entonces, si estas celosas. -¿se puede ser más imbécil?-Alce mi ceja-creo que, de ahora en adelante en vez de decir imbécil solo diré tu nombre. Siento la necesidad de comprobarlo y justo ahí veo a un viejo calvo paseando con su perro salchicha. -oiga viejo, no sea tan Neil-grito. La risa de Neil se vuelve contagiosa y muy extraña. Jamás lo había escuchado reírse con tanta fluidez como en este momento.  -¡Bravo!-aplaude-Estas viva. Entonces si ahí sentimientos en ese pequeño cuerpecito. -bromea de aquello-¿me tengo que preocupar? -no, no tienes que hacerlo-ruedo mis ojos y agito mi mano para despedirme. -¿quieres venir conmigo? La verdad no quiero llegar a casa.  -bien-no me lo pienso. Solo doy la vuelta y me sino a su lado.  - ¿quieres que encuentre un lugar oscuro en donde jugar? -y mueve sus cejas. - ¿jugar? no seas infantil, solo di que quieres sexo. -Si que eres rara-se quejó cambiando la música-solo quiera no herir tu sensibilidad femenina. -No me hieren esas cosas en lo más mínimo. Si quieres follar solo dilo. No me me sentiré herida solo porque deseas follarme en tu auto. -a veces me sigue sorprendiendo aquella mente tan sucia que tienes, Bea-su mano busca mi seno. -¿y eso te excita?-me inclino solo para besar su cuello. -oh, por supuesto Nena-deja salir por el momento -no me digas así-le doy un manotazo en el brazo-te lo dije-me alejo automáticamente y con un vacío en mi cuerpo. -lo siento. prometo no decir más nada. Pero sigue haciendo eso en mi cuello-suplica desesperado. Esta vez me inclino pero solo busco sus labios seductores que me aprietan con salvajismo. Sus manos recorren mis caderas. Siento como me mojo co tan solo unas caricias suyas y mis problemas solo se alejan. -¿estas segura que no quieres darme una mamada?-pregunta separándose para poder tomar un poco de aire. -No, Neil-y muerdo su mentón con fuerza-no puedo justo en medio de la calle-bromeo un poco. Su ojos reflejaron sorpresa-entonces démonos prisa-arranco su auto a toda velocidad y aparco cerca justo por un callejon abandonado y con poca luz. Estábamos lleno de silencio cuando el motor se apaga. La tensión de nuestros cuerpos. Cuando el motor calló solo podía escuchar nuestro en corazones latir fuertemente. El silencio era agobiante pero lleno de excitación. Las aletas de su nariz se dilataron enormente y yo sin ser tocada sentía achicharrarme entre el fuego de su mirada, estaba en el infierno junto al diablo y me gustaba su condena. Neil con prisa me levanta la camisa y comienza a besar el hueso de mi pecho perversamente a la vez que se deshace de mi sostén turquesa con unos pequeños gatos estampados en ellos y los lanza sin piedad. Sus dientes aprietan mi pezón lentamente pero con  mucha intensidad, lo suficiente para soltar un grito que le pareció divertido. Froto mis dedos entre la tela gruesa de los pantalones imaginándome su v***a entrando y saliendo rápidamente entonces lucho con los botones de su bragueta. -deja que eso lo haga yo-desabrocha como un experto los botones y desliza mis pantalones lejos de mis piernas. Me mira un momento y contempla el triangulo pequeño que hacia juego con mi sostén y los arranca sin piedad para hundir su cara lentamente haciéndome cosquillas con su aliento y nariz hasta que su lengua pecaminosa se introdujo en la humedad. Neil lame suavemente y como si supiera solo presiona aquel punto hinchado que me hace temblar. y acariciando mi clítoris hinchado y caliente. -Mierda, Neil-cierro mis ojos una vez más y respiro profundo. cada latigazo con su lengua enviaba grandes temblores a mi cuerpo retorciéndome y pidiéndole por mas, necesitaba de él. Su lengua era capaz de brindarme placer y hacr que mi cuerpo se retorciera en aquel pequeño auto. Muerdo mi labio con mucha presión, siento el sabor de mi sangre y las manos de el sosteniendo y apretando mis muslos para someterme hasta que dejo escapar un Orgasmo. -no tenia ni idea de que supieras bien-Neil me besa rápidamente con los labios humedecidos por mi sabor y su saliva. -los pantalones, quítatelos-le digo ansiosa de ver su v***a hichada y lista-como una drogadicta recibiendo heroína quitos sus pantalones agresivamente y lo veo erguido y duro,  por un momento tuve el impulso de chuparla.  Estaba tentada hacerlo pero recordé mi acuerdo, no ropería mis reglas así que me eche para atrás. -Ven aquí-sus manos aprietan mis muslos mientras me eleva hacia sus caderas-ierda, Bea. Bésame-me suplica una vez más mientras me sienta en su erección. Siento como se hunde y agito mis caderas en un vaivén fugaz. El roce de nuestros sexos calienta mi cuerpo. Mi piel se eriza al mínimo contacto de sus dedos mientras el me embiste sin piedad a la vez que muerde mi cuello. -Neil-pronuncio nombre débilmente-me estoy corriendo-le digo clavando mis dedos en su espalda. -entonces corrámonos juntos-me dijo antes de que ambos reventáramos de placer y sintiendo se esparce un líquido caliente en mi interior que me hizo sentir llena y satisfecha. luego de varios minutos nos separamos para vestirnos lentamente y en completo silencio, Neil hace un movimiento y busca algo en la parte del asiento trasero para luego voltearse y enseñarme las bragas turquesas con un gato n***o en el medio que se encuentra rodeado en su muñeca. -¿que estás haciendo? ¿ese es un fetiche? -no. solo me gustaron que fueran de gatito, nunca antes había estado con una chica que tuviera unas así. -eres un maldito enfermo-y me miro al espejo del retrovisor para aplacar mi melena desenmarañada. Era algo curioso como estar con aquel mujeriego repulsivo podía volverse divertido y placentero, en realidad me gustaba mucho entrar en una guerra de orgasmos con ese muchacho y olvidar mis quejas, mis problemas pues solo éramos Neil, el sexo y yo, nadie más. -¿más problemas?-su pregunta me toma por sorpresa, dejo de acomodarme la camisa y lo miro, sé que no está bromeando. Muerdo un poco mi labio y me sorprendo que un tengan el sabor de él impregnado. -se que no soy como un gran amigo, pero puedo ser un buen oyente cuando la ocasión se requiera- apoya su cabeza a la almohada improvisada que hace su chaqueta y me mira fijamente sin vacilaciones, por primera vez veo a un Neil distinto, casi podría decir que maduro y no tan imbécil como creía. -solo los problemas de siempre-y yo me recuesto entre la ventana y el asiento. Me acostumbre un poco al olor de la gasolina y los asientos sucios, rasco mi barbilla tratando de pensar si le digo o no mis problemas, después de todos eran míos pero se que de cierta manera me ahogaba no poder contar mis cosas a pesar de que Vivi los conocía de primera mano. El contacto de sus manos en mis piernas me queman, poco a poco las apoya sobre las suyas y me acarician descuidadamente como si aquello solo fuera un consuelo y nada sentimental, me agradaba aquello así que en vez de reclamarle solo disfrutó ese pequeño roce. -¿los de siempre? ¿y cuáles son eso? Siempre puedo verte por ahí meditando sobre algo cuando no estas de cabeza en Aquella estúpida laptop. -no es estúpida, gracias a ella yo puedo mantenerme sin necesidad de recurrir a mis padres. -Tus padres-dice despreocupado-a veces olvido que tienes unos y que son inmensamente ricos ¿porque te marchaste de allá? Digo, tenían dinero y yo siendo tu fuera sido capaz de resistir lo que sea por esa jugosa herencia. Idiota, si supiera aquí calvario que Vivi no pensaría de aquella manera. -sé que es estúpido que te lo diga alguien que nunca le ha faltado nada, pero el dinero no lo es todo Neil y no vale la pena cuando siempre te miran como si nunca hubieras nacido- cierro mis ojos apenas los dedos de él masajean mis pies eroticamente y presiona con malicia en puntos que no sabía que podían encender aquel calor en mi vientre. Dejo escapar un gemido y me sorprendo por ello, nunca antes pensé que algo como los pies pudieran calentarme de pronto. -¿se siente bien?-su voz ronca tiene un ligero toque burlón de su parte y presiona una vez más provocándome otro gemido. -mierda-exclamo sofocada -¿cómo es que puedes hacerlo? -Esto no es de a gratis- su cuerpo se mueve lentamente, siento todo el peso encima de mi y esta tan cerca que besa lentamente mis labios-podría seguir, pero solo a cambio de una mama...- -¡Diablos!-lo empujo- no te daré ni una mamada- le grito aunque me sentía casi tentada hacerlo. -bueno, tu te lo pierdes Bea-y vuelve a sonreír -¿que rayos voy a perder? eres el que vas a disfrutar después de todo, imbécil. -solo bromeaba, deberías tranquilizarte- su mano acaricia mi cabello desparramado y lo quita de mi rostro, de nuevo la tensión crece entre nosotros pues sus ojos están directamente sobre mi. -¿que te pasa? -Nada, solo que no me había dado cuenta de lo bien que luces sin tu gorro de día- -vete a la mierda. -tranquilízate, sólo bromeo un poco contigo. Deberías relajarse un poco y tratar de disfrutar más la vida, después de todo es una sola. -no creo que podría- ¿cómo podría disfrutar la vida tendiendo en mi memoria el fantasma de Carrie todos los días persiguiéndole.  Era muy duro hacerlo. -no todos somos como tú-lo veo una vez más y aquellos labios dejan de sonreír un instante mientras seguía hablando- por más que lo intente no puedo disfrutar la vida de la misma manera que tú lo haces, sin preocupaciones o problemas. Yo no soy así. -solo tienes que dejarte llevar por la corriente Bea. -y tu tendrías que dejar de ser tan Neil.
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