Reencontrando el amor

Reencontrando el amor Capítulo 1 Mi nombre es Amanda D’santo, como lo demuestra mi apellido soy italiana. Llevo viviendo en este fin del mundo dos años y aún no consigo un maldito trabajo decente. Tomé un curso de niñera y ahora estoy en esta casa para probar suerte - Entonces señorita D'santo ¿este sería tu primera vez de niñera? - ahí la pregunta que más odio en una entrevista - Si señor Smith - frente a mí está sentado Eiden Brown, es dueño de una publicitaria muy famosa en toda Inglaterra, y ni sé cómo se las arregla. Pero dicen que trabaja desde casa. El hombre es muy atractivo, debe medir como muy poco uno noventa; aunque diría que más, su pelo es n***o como la noche y sus ojos grises esconden una tormenta en su interior. Pero es tan serio que me causa escalofríos - Eso no me deja ninguna referencia sobre usted - Señor Brown, tengo entendido que usted primero da un tiempo de prueba, como yo lo veo si no me da la oportunidad no tendré nunca referencias - En eso tiene razones, pero como debe haber leído en el anuncio mi hija no es una niña fácil. La he tenido que criar yo solo. Su madre murió en el parto - Si, leí todo el anuncio - Tiene diez años ¿qué edad tiene usted? - maldita apariencia de niña. - Más de los que cree, tengo veinticinco años - hizo una mueca - ¿Me permite su identificación? Es que realmente no lo parece - saqué mi identificación para que el señor desconfiado comprobara que en efecto le estoy diciendo la verdad - si, esa es su edad - dijo muy pacífico después de leer con detenimiento mi. Hizo un gesto con su rostro, me asusto lo que fuera a decir después - usted tiene razón, todo el mundo necesita una oportunidad. No obstante antes quiero que sepa que el tiempo de prueba es para las niñeras. Pero no precisamente para ver que tal trabajan, sino para ver si pueden controlar a Nataly - en la agencia todas las niñeras conocen a Nataly Brown, de hecho si me hace irme está en problemas. Ya nadie quiere venir a trabajar a su casa a pesar de que paga una fortuna, y creo que él sabe que es así - Ya lo sé - le hice saber, se puso en pie, hice lo mismo y extendió su mano hacia mí - Entonces está usted contratada, en periodo de prueba claro está - eso me puso extremadamente contenta, estreché su mano y la moví de arriba abajo con euforia - Verá que no se va a arrepentir - Eso ya lo veremos ¿cuando se muda a la casa? - ya había olvidado que eso era parte del trabajo, tengo que estar disponible las veinticuatro horas. Para mí está bien, no es como que tenga mucha vida social, la última vez que tuve un novio fue hace más de un año, entre el hecho de que mis habilidades para conocer personas son un asco, y que mi apariencia no es de las mejores. Es la mezcla perfecta para una vida aburrida. Aclaremos que no soy precisamente horrible, pero no soy el típico prototipo en el que piensas cuando dices italiana, mi pelo es n***o al igual que mis ojos, mis pestañas y cejas son perfectas, pero hasta ahí llega mi perfección. Mi figura un poco redonda por llamarlo de alguna manera, uso espejuelos porque no soy capaz de ver sin ellos. Mejor no pensar más en mi apariencia - Cuando usted quiera - le respondí - Justo ahora - él es muy apresurado - mi chofer te llevará a donde sea que vives y te esperará hasta que estés lista para regresar - Ok señor Brown - esperé fuera de la casa, un lujoso auto salió de alguna parte, ni idea de donde. El chofer, un chico joven y muy apuesto se bajó y abrió la puerta para mí, tiene una hermosa sonrisa dibujada en su rostro - Adelante - me dijo para que reaccionara, me había quedado mirándolo como boba, moví mi cabeza un par de veces para salir de mis ensoñaciones. Entré en el auto, el chico hizo lo mismo y puso el auto en marcha - supe que es usted la nueva niñera de la niña Nataly - Así es - le respondí - no tienes que tratarme de usted, mi nombre es Amanda - le dije - Bonito nombre, yo soy James, y como ve soy el chofer - hizo una pausa y me miró por el retrovisor - espero que dure en el trabajo - Yo lo espero más que tú - en verdad lo espero, necesito este trabajo si quiero al fin salir adelante. No puedo seguir viviendo de trabajos de medio tiempo y dependiendo de Yanina, mi única amiga. Ella trabaja mucho y siempre me está ayudando con sus ahorros. Llegamos al departamento que comparto justamente Yanina, sé que es hora de que ella no este aquí. Entré sola, James se quedó en el auto,, lo primero que hice fue dejarle una nota a mi amiga dándole las buenas nuevas y prometiéndole que en cuanto tuviera un rato libre la llamaría, recogí en mi bolsa de viaje lo que creí que sería necesario,después si consigo el trabajo tendré que venir por más, pero de momento con lo que tengo es suficiente, regresé al auto - Pensé que se demoraría más - dijo James - Aún no sé si vaya a estar mucho tiempo, así que me pareció mejor no exagerar - en ese momento tuve una idea - James, ¿sabes por qué las niñeras no duran en la casa? - él suspiró - La señorita Nataly no es alguien fácil de tratar, trata muy mal a todo el servicio de la casa, pero con las niñeras es terrible, las ofende y maltrata. No es para que se asuste, pero he visto a más de una salir llorando de casa - “se ve que no me quiere asustar» pensé sarcásticamente y sonreí con desgana. No pienso que una niña de diez años pueda ser tan terrible - espero que esa risa le dure - esa fue una clara advertencia, yo espero poder lidiar con una niña a la que todos los adultos a su alrededor consideran terrible Llegamos a la casa Brown, Flora, el ama de llaves me asignó una habitación en el área de servicio. Me dijo que en una hora me presentarían a la pequeña Nataly, tengo que reconocer que me encuentro nerviosa. Aproveché el tiempo y acomode mis cosas, cambie mi ropa y me puse presentable. Esperé justo la hora y salí de la habitación - Ya iba a llamarte - dijo flora encontrándose conmigo fuera de la puerta - veo que eres puntual, el señor Brown aprecia mucho eso - tomo nota mental, debo prestar especial atención a eso de ahora en adelante. - Entiendo - fue todo lo que logre decir, ahora estoy bastante tensa, subimos por las escaleras de servicio, nos llevó a un inmenso pasillo, entramos en la tercera puerta. La niña está sentada frente a su padre, ella es preciosa. Al punto de hacerte pensar que miras un ángel. Su cabello es rubio y sus ojos verdes. Aunque es pequeña para su edad, parece una niña más pequeña. - Hola señorita D'santo - me saludó su padre dándose cuenta de mi presencia - Hola - le dije a él y me volteé a su hija - hola Nataly - la saludé con la mano, ella hizo una mueca con su pequeño rostro - ¿Está ballena es mi niñera? - dijo de modo desagradable, yo quedé con la boca abierta, sin saber qué decir. Abrí y cerré mis ojos de modo desconcertado - Nataly - dijo su padre entono reprobatorio - ¿qué te he dicho de ofender a las personas? - al menos se llevó una reprimenda, no pidió disculpas pero algo es algo, la niña se cruzó de brazos - las voy a dejar solas para que se conozcan - se puso en pie, antes de salir se dirigió a su hija - compórtate - la niña asintió - Bueno, creo que debemos conocernos - le dije yo cuando su padre salió de la habitación - No te acomodes, te irás igual de rápido que las demás - me respondió de manera cruel y se cruzó de brazos - ¿No te parece que estás siendo un poco cruel? - se rió - ¿No me digas que en la agencia en la que trabajas no me conocen? - me crucé yo de brazos, si ella va a comportarse de esta manera voy a tener que hacer yo lo mismo. - No, no escuché nada sobre ti - Eso es extraño - me dio un poco de gracia su actitud - ¿Debí haber escuchado algo de ti? - se puso en pie, comprobé que en efecto es bastante pequeña, más aún teniendo en cuenta quién es su padre - Si, debiste - Pues no lo hice, y aun si hubiera escuchado algo, prefiero hacerme yo mis propias opiniones - Pues déjame ayudarte - no entendí a que se refería hasta que me piso el pie y luego sacó la lengua, esta niña es terrible, necesito otro método para sobrevivir en esta casa