Reencontrando el amor

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Capitulo 6

Al día siguiente fui a la escuela de Nataly, necesito hablar con su maestra para explicar por que falto el día anterior y también que esté al tanto de que ya estamos haciendo algo por ella, esta vez cuando la dejé en la entrada y luego fui a la sala de profesores Nataly ni siquiera se detuvo a preguntarme el por qué

- buenos días - salude al entrar - ¿puedo ver a Ailiin Deen? - le pregunte a un choco que estaba de pie en la puerta, se quitó para dejarme pasar, vi a la maestra leyendo un documento de pie junto a una ventana - buenos días - la salude

- hola señorita D 'santo - se acordó de mi nombre

- llámame Amanda

- esta bien, entonces tu puedes llamarme Ailiin

- claro

- ¿que te trae por aquí? - quiso saber

- vine para decirte que ayer llevamos a Nataly al hospital y en u par de días tenemos que regresar - ella asintió

- ¿puedo saber que dijo el doctor? - debí suponer que haría esta pregunta

- aun no hay nada en concreto, en cuanto el doctor nos de una respuesta te dejo saber

- esta bien, me alegro de que me dejes saber, las personas no hablan mucho conmigo

- ¿y eso por que? - le pregunté

- es que como soy tan retraída nadie se toma el tiempo

- ¿no tienes amigas? - si me di cuenta de lo penosa que es, pero no creí que fuera tanto

- no - entonces se me ocurrió una idea

- bien, cambiemos eso. El domingo vienes conmigo a salir

- ¿a salir? - pregunto sobresaltada y reacomodo sus lentes - no creo que sea buena idea

- veras que si, mi amiga y yo vamos a celebrar mi nuevo trabajo, intentalo y a lo mejor te gusta

- esta bien - dijo y sonrió - no haría ningún mal intentarlo

- bien - saque mi teléfono del bolsillo trasero de mis pantalones y se lo entregué - por favor pon tu número para después llamarte y ponernos bien de acuerdo - así lo hizo aunque no se veía segura del todo.

Salí de la escuela y decidí ir al centro comercial, envié a James solo a casa, necesitaba comprar algo para ponerme el domingo y también hay algunas cosas que quiero conseguir para Nataly, cosas que puede facilitar su vida. Me demore mas de lo que creía y al entrar a casa Eiden estaba de pie en el recibidos

- ¿puedo saber donde estabas? - me sobresalte cuando me preguntó

- fui al centro comercial a conseguir algunas cosas

- ¿eres algún tipo de compradora compulsiva? - esa pregunta está un poco loca, no creo que nadie sea un comprador compulsivo por ir una vez al centro comercial

- no, solo fui a conseguir cosas que necesitaba

- ¿si reviso tus bolsas no encontrare ropa y tonterías innecesarias? - preguntó con una voz muy reprobatoria y una actitud que , e estaba molestando más de la cuenta

- no - puse las bolsas sobre una mesa y comencé a mostrarle el contenido a Eiden - como puedes ver la mayoría de las cosas son para Nataly, intento que se vista de manera en que su tamaño no sea tan evidente, trato de que no le hagan buling. Mio solo hay esto - saqué el bonito vestido n***o con dibujos dorados que compré

- me gusta - es un elogio, en otro momento me hubiera gustado, sin embargo ahora estoy un poco molesta por su actitud

- gracias, por eso lo compré- se dio cuenta de mi tono

- disculpa Amanda, no tengo buenas experiencias con las personas amantes de la compra - una bonita manera para hablar del tema - y no quiero a nadie que sea de ese modo cerca de mi hija

- lo entiendo, y le pido que por favor en el futuro pregunte antes de acusar a las personas

- te pregunté - asentí, acomode las bolsas en mi brazo y caminé un poco más cerca de él

- lo hiciste, de la manera mas acusatoria que pudiste hacerlo - comencé a alejarme

- me gustaría verte con ese vestido puesto - me sonroje por su modo de hablar

- no es algo que me ponga para ir a trabajar - le dije sin mirarlo, no quiero que note mi expresión - y ahora que terminé de lidiar contigo tengo que encargarme de tu hija - le deje saber y no esperé respuesta.

Como le dije a Eiden entre en la habitación de Nataly, ella esta sentada en su escritorio, supongo que haciendo su tarea, me miro del mismo modo en que lo hace su padre.

- hasta que al fin apareces - me dijo - parece que olvidaste que eres mi niñera, entre tus obligaciones está encargarte de que haga mis deberes

- me alegra saber que tienes muy en claro que ese esa es mi obligación, pero si lo sabes quiere decir que no necesitas supervisión para ello - me senté en la cama - ahora deja eso por un momento y ven aquí - se enderezó en su asiento y me dio la espalda

- no gracias, estoy ocupada - camine hasta donde estaba la puse en pie y la guíe hasta la cama

- es un momento - le dije, se cruzo de brazos

- espero que cuando dices un segundo sea literalmente eso - ¿que es la cosa tan fascinante que quieres enseñarme? - preguntó yo comencé a sacar cosas de las bolsas, lo primero fue un precioso vestido blanco con flores azules, es corte de princesa y estoy más que segura de que le quedara perfecto - ¿que es eso? - preguntó

- ropa para ti

- ¿esperas que use eso?

- si, eso espero

- pues no va a pasar - la miré

- no es que no me guste tu forma de vestir - en realidad la odio, se viste como si estuviera en una entrevista de trabajo, no es algo que una niña se pondría a su edad, pero si quiero que me escuche y haga lo que le estoy pidiendo lo mejor es plantearle las cosas con dulzura - si embargo considero que si usas esta ropa que te traje te va a ir mejor en el colegio, va a hacer que te veas menos pequeña

- sabes que no tienes una apariencia apropiada para dar consejos - esta niña y sus manías de quererme hacer sentir mal

- olvida mi apariencia, aquí estamos hablando de la tuya

- ¿y crees que si me pongo la ropa que trajiste me veré mejor? - tiene la cara incredula

- estoy segura - dio golpecitos un par de veces con su pie en el suelo

- esta bien, dejalo por allí y ten presente que no te prometo nada, simplemente voy a pensarlo - sonreí, con ella las cosas siempre son así y nunca va más allá de darte una esperanza

- espero que en verdad lo consideres - tomé mis bolsas y deje las de ella sobre la cama

- ¿que es eso? - me preguntó - creí que todo era para mí

- pues te equivocas, este de aquí es mio - levante la bolsa - ¿quieres verlo? - asintió, regrese el empaque a la cama y saque su contenido, puso cara de asombro

- ¿con ese cuerpo te atreves a ponerte algo tan pequeño? - no pude reprimirme e hice una mueca

- mi cuerpo puede ser grande, sin embargo tengo forma. Puedo ponerme lo que quiera

- si tu lo dices - ¿por que tiene que ser tan idéntica a su padre?

- me lo voy a poner y así me das tu opinión - asintió, no se para que hago esto si se cual va a ser su opinión y estoy segura de que no será para nada buena, aún así entré en su baño y me puse el vestido, cuando me vio salir puso cara de asombro, se que me queda bien porque ya me lo vi puesto en la tienda - esa cara quiere decir queme queda bien? - estoy riendo

- no exageres - me dice - vamos a dejarlo en que no te queda tan mal - iba a responderle a su frase tan sarcástica cuando la puerta se abrió y me encontré de frente con los ojos tormentosos de Eiden, el se quedó paralizado en la puerta - hola papá - saludo Nataly

- hola, venia a hablar con la señorita D'santo, pero ya veo que están ocupadas - dijo el y yo no pude más que sonrojarme

- lo siento señor Brown, no fue mi intención que nos encontrara en esta situación - él se tragó una sonrisa

- no exageres Amanda, no estas desnuda y el vestido te queda bien - si antes me sonroje, en este momento mis mejillas deben haberse movido de su lugar debido a la presión de sangre

- igual perdone - tome mi ropa y mis bolsa y salí del cuarto con el vestido puesto, prácticamente corrí a mi habitación.