Secret Angel

Capítulo 2

Zack y yo llegamos al instituto con nuestras manos entrelazadas. Hoy había decidido ponerme un vestido florado que me llegaba un poco más arriba de la rodilla, pero al parecer había sido una mala idea ya que escuchaba como los chicos hablaban sobre mis piernas. Algo que hacía molestar bastante a mi novio.

Vi que Zack estaba a punto de explotar, así que me acerque a é, lo besé y le susurré.

—No los escuches. Solo quieren hinchar las pelotas.

Volví a entrelazar nuestras manos y caminamos hacia nuestra primera clase. El profesor es bastante guapo y joven, pero a veces su humor de mierda arruina todo su encanto.

Vamos un poco tarde, así que lo más probable es que nos dé un buen regaño.

A menos que…

Me reí en voz alta ganándome una mirad confusa de Zack.

—Llegaremos tarde, así que le coquetearé al profesor para que no nos regañe. Ya te he contado que eso me sirve mucho cuando llego atrasada a sus clases.

—¿Coquetearas con el solo para que no nos regañe o porque lo encuentras guapo? —preguntó Zack.

—Bueno, las dos —dije mientras corría para no tener que escuchar a Zack diciéndome que soy suya y blah blah. Reí antes de entrar a la sala de clases con mi mejor cara de niña buena.

—¿Señorita DeFer, por qué llega tan tarde? ¿Y usted señor Zack? ¿Cuál es su excusa esta vez? —el profesor nos miró con las cejas alzadas.

—Tuvimos un pequeño problemita mientras veníamos. Pero no creo que sea tan grave como para mandarnos donde el director, ¿o si? —dije haciendo un puchero mientras deslizaba mi dedo índice por su pecho ganándome un gruñido de parte de Zack.

—Se los dejaré pasar por esta vez —dijo guiñándome un ojo.

Le sonreí y caminé a nuestro asiento.

Después de media hora de clases escucho que Zack susurra algo que no logro entender. Frunzo mi ceño y el resopla.

—¡Mira cómo te ve el profesor! Te come con la mirada.

—Agradéceme, gracias a mí no te ganaste un castigo —le sonreí mientras lo besaba.

—Te quiero, ¿lo sabes? —me sonrió tierno.

—Lo sé —acaricié su mejilla y le guiñé el ojo—. Yo te quiero a ti.

—Si siguen hablando tendré que sacar a Zack de la sala —mi novio miró al profesor y gruñó.

—¿Sólo a Zack? ¿Y por qué no a Michelle, si ella igual está hablando? —una chica a la cual no conozco preguntó.

¿Qué le importa a ella?

—Porque al profesor le gusta Michelle —contestó otro chico totalmente desconocido para mí.

—¿Y a quién no le gusta Michelle? —dijo otro.

—Cállate  hijo de pu...-Zack fue interrumpido por el profesor.

—Cálmense todos. Sigamos con la clase.

Después de una clase con bastantes interrupciones, ya estábamos en el comedor.

—¡Michelle,  al parecer entrarán dos nuevos estudiante! —mi amiga chilló emocionada y al ver mi expresión neutra bufó—. Que aburrida eres desde que comenzaste con tu noviazgo. Extraño a mi antigua amiga loca y coqueta.

—No seas exagerada, soy la misma de antes sólo que ahora tengo novio —me encogí de hombros.

—No puedo creer que ya no te interese la llegada de los nuevos, ¡es lo mejor que le puede pasar a un instituto donde están los mismo estudiantes hace años!

—¿Ya, y? ¿Qué pasa con eso? —preguntó Will.

—Ay tú cállate, no estoy hablando contigo —mi amiga golpeó su brazo.

—¡Que cruel! ¿No ves que le rompiste el corazón a Will? Ven para acá —dije riendo mientras abrazaba a Will.

—A Michelle no le interesa si llegan chicos nuevos, Tania —mi novio le mostró la lengua a mi amiga y yo reí al ver lo inmaduro que puede llegar a ser a veces.

—No es que no me interese, tengo que hacer como que no me interesa.

—j***r, Michelle. Me sacas de mis casillas.

—Estoy bromeando, Zack —apoyé mi cabeza en su hombro y suspiré. Quiero saber algo—. Te tengo una pregunta, ¿qué pasaría si alguna vez me empieza a gustar otro chico? ya sabes, ¿seguiríamos siendo amigos?

—Yo creo que sí.