Capítulo II

1032 Words
El celular no paraba de sonar y ella tuvo que sacar su mano de las cobijas para tantear la mesa que se encontraba al lado de la cama para tomar el celular, no había dormido mucho o al menos no sentía que hubiera descansado lo suficiente -Mamá-dijo cuando se colocó el teléfono en el oído, sabía que era ella por el tomo que había elegido para sus llamadas -Querida, llamaba para darte los buenos días-su madre sonó arrepentida sabía que la había despertado, pero era algo que siempre hacia -Si, gracias-respondió acomodándose en la cama un poco -Nos vemos pronto, ya te extraño-su madre sonaba triste -Yo también, te prometo que en cuanto acabe la tormenta saldré hacia Míchigan-colgó y miró la habitación, parecía un poco más grande que la noche anterior y se dio cuenta de que el sol no iba a salir esa mañana Se levantó, para cerrar la ventana que había dejado abierta durante la noche, el viento helado había empezado a entrar a la habitación, se quedó parada frente a la ventana por unos segundos y después fue hacia el baño, abrió la llave del grifo y dejo correr el agua metió las manos y se lavó la cara, después continuó con los brazos hasta que sintió un dolor al pasar su mano derecha por su brazo izquierdo, miró su brazo y con temor observo que en este había una marca, pero eso no era todo aquella marca tenía la forma de una mano y parecía una quemadura, se registró para ver si era la única que tenía y así era Se dijo que debía estar loca cuando regreso a la habitación y abrió su maleta sacando el pequeño botiquín que llevaba para los viajes, regreso al baño abrió el botiquín y sacó el alcohol, respiro y vertió alcohol en la marca, lanzó un grito agudo cuando el alcohol hizo contacto con la herida, apretó los ojos y dejó salir algunas lágrimas. Se vendo la herida y se cambió para bajar a desayunar, decidió ponerse un suéter que cubriera por completo la venda que se acababa de poner, Abigail tenía razón el hotel se había llenado gracias a la tormenta de nieve en el camino a Míchigan, vio a las personas en el pasillo saliendo de sus habitaciones e incluso vio a Christopher ayudando a otros huéspedes con sus maletas, se preguntaba si aquel chico era el único trabajador de aquel gran hotel al lado de la carretera Fue hasta el comedor y se sentó revisando la carta que estaba en la mesa con el menú cuando dejo la carta, sentada frente a ella se encontraba una mujer que la miraba atentamente, Tara supo de inmediato que aquella mujer era la de la habitación 332 con la que había tenido una conversación demasiado corta y muy extraña. - ¿Aún tienes curiosidad? -le dijo acercándose y sentándose frente a ella, Tara la miro esperando algo más de información de aquella mujer que había abordado su mesa - ¿Quién es usted? -la miró respirando profundamente -Mi nombre es Linda Baker-dijo la mujer-Llegue aquí hace poco y como tú también tuve mis preguntas sobre esa habitación, pero como te dije hay cosas que es mejor no saber - ¿Supo lo que pasó? -se cruzó de brazos y se inclinó un poco para adelante -Todos lo saben, deberías haberlo escuchado en alguna parte, fue una noticia muy conocida en los medios-hablo la mujer dejándola confundida -Tengo una marca extraña-dijo tratando de explicarle sin saber bien que era lo que estaba ocurriendo, la mujer la miro de manera horrorizada -Jamás ha lastimado a nadie-Tara la miró por la forma de hablar de aquello, había hablado como si se tratara de algo o de alguien que ella hubiera visto antes - ¿Quién? -dijo llena de miedo -Lo que se oculta en aquella habitación, no pertenece a este mundo-fue lo último que dijo antes de levantarse e irse Tara se quedó de una pieza, sin poder comer nada permaneció sentada hasta que se cansó y tuvo que levantarse, iba caminando con la mirada hacia abajo cuando sintió un duro golpe que la hizo caer al suelo de la recepción -Pero que idiota-dijo antes de mirar hacia arriba, delante de ella se encontraba Christopher -Para ser una chica no eres nada amable-sonrió tendiéndole la mano y la ayudo a levantarse, hizo una pequeña mueca de dolor por la quemadura de la marca -Lo lamento fue mi culpa, iba distraída-dijo pensando en lo que él le había dicho sobre la habitación 333 -No importa-dijo mostrando una sonrisa- ¿Qué tal dormiste? -dijo naturalmente -Bien, eso sin mencionar el horrible olor a azufre en la habitación-Tara lo miró, pero no vio ninguna señal de sorpresa, esperaba que él tuviera otro tipo de reacción que le indicara que aquel olor no era nada normal o algo que sucediera en aquel hotel que parecía demasiado grande -Si, los huéspedes dicen que siempre huele a azufre por algunos momentos, pero después desaparece o ¿aún sigue el olor? -Tara negó, pero estaba empezando a molestarle la actitud del muchacho- ¿Algo más que debe reportar a Abigail? -No, supongo que no-Tara pensó que si le decía lo de la marca diría que a todos los huéspedes les paso igual, pero Linda le dijo que jamás había lastimado a nadie -De acuerdo, si necesitas algo más puedes pedirlo en la habitación o en la recepción-la chica lo miro y asintió lentamente esperando que esa situación llegara a su fin - ¿Hay otras personas trabajando en el hotel?, además de ti o Abigail-dijo ella mirándolo con atención -Si, hay alguna más-dijo el chico con una leve sonrisa-La mayoría trabaja en la cocina o en las habitaciones limpiándolas -Solo quería saber-sonrió de manera incomoda y deseo no haber preguntado eso, no podía negar que Christopher era demasiado atractivo Christopher asintió y caminó a su lado, ella se quedó parada en el mismo lugar unos minutos hasta que decidió subir por las escaleras hasta su habitación, subir tres pisos por las escaleras no era mucho si eso significaba que no tendría que subir por el elevador y enfrentar su miedo.
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