Capítulo III

1375 Words
Tara comenzó a acariciar las paredes que estaban en el pasillo hacia su habitación cuando estaba a punto de llegar se detuvo en seco, sabía que no era coincidencia lo que había oído, se quedó mirando las puertas incluso pensó que quien había hablado era Linda, pero la puerta permanecía cerrada y recordó que aquella mujer ni siquiera sabía su nombre porque no se lo había dicho, entonces se acercó a la puerta de la habitación 333. -Tara-escucho salir de aquella habitación su nombre, pero la voz parecía más bien la de una niña pequeña, retrocedió y se quedó mirando la puerta unos segundos, la puerta era igual que las otras, de una madera de color caoba y las letras eran de color dorado, no parecía nada extraño salvo que era una habitación vacía y que nadie quería habitar. Estaba dispuesta a tratar de girar el pomo para poder ver que era lo que había ahí, de nuevo se acercó a la puerta, pero antes de que su mano tocara el pomo una voz la detuvo. -No lo hagas-era la voz de Christopher que sonaba exaltada Tara lo miró sin comprender y algo asustada por lo rápido que había llegado el chico, mientras él caminaba hacia ella esperaba saber las razones por las cuales él había subido, la tomó por los hombros y la alejo de la puerta sin llegar a empujarla por completo -Dime que no tocaste la puerta-la miró con miedo -No, me detuviste antes de hacerlo-el chico soltó un suspiro de alivio mientras ella aun trataba de conocer las razones y obtener las respuestas, parecía que en ese momento él estaba mostrando interés por aquella habitación o al menos lo hacía para cuidar a los huéspedes La hizo entrar a la habitación y después cerró la puerta como si temiera que aquello saliera de la habitación y fuera a entrar en la de al lado, Tara se sentó en la cama y Christopher hizo otro tanto, noto que el chico parecía más pálido mientras ella seguía viéndolo, esperando que él le explicara su reacción. - ¿Por qué me detuviste? -dijo sin mirarlo -Te hubiera hecho daño-contestó mirando la pared como si buscara algo que no fuera visible ante los ojos de ella, pero notaba lo asustado que se veía en ese momento - ¿Qué? -fue lo primero que dijo de manera muy confundida -Lo que vive dentro de esa habitación es algo maligno-dijo mirándola - ¿Maligno? -dijo con algo de incredulidad en la voz, aquello no parecía tener sentido para ella -Así lo consideramos nosotros, Abigail tiene prohibido que alguien entre en esa habitación-dijo mirando la pared-Quien se atreve a entrar jamás ha salido con vida-Tara se estremeció en su asiento, le resultaba extraño pensar que hubieran muerto personas dentro del hotel y aun así siguiera funcionando - ¿Por qué está cerrada? -dijo mirándolo -Hace unos cinco años ocurrió un brutal asesinato-dijo Christopher-La policía no encontró rastros del asesino en las víctimas y todo indicaba que las ventanas y las puertas estaban cerradas al momento del crimen -No cerraron el hotel, ¿por qué? -dijo temiendo ahora por la respuesta -Abigail los convenció de que tendían más cuidado con esa habitación para que no dañara a nadie más, pero no dio más explicación sobre aquello y no hubo pruebas de nada, así que no pudieron probar nada de responsabilidad o más bien pudo haber sido por un soborno, los policías no eran muy confiables en ese momento-miro había el piso -Me ha hecho daño-dijo Tara y él la miró -Jamás ha lastimado a nadie fuera de la habitación-Christopher se acercó a la cama-Déjame ver Tara dudo si debía enseñarle lo que le había hecho, pero parecía como si Christopher estuviera preocupado, Tara se quitó el suéter que se había puesto para cubrir el vendaje y acercó sus dedos al broche para que la venda cayera, la mirada de Christopher hacia la marca en su brazo no la tranquilizo. -Parece como si hubiera estado en la habitación contigo-dijo pasando sus dedos por la marca-Tengo que irme a cumplir mi turno, pero tengo que pedirte que te quedes aquí y no salgas yo vendré después-se levantó de la cama y Tara lo miró irse. Tara se levantó de la cama y fue hasta la ventana, algunos de los hijos de los huéspedes habían empezado a jugar en el patio del gran hotel que se encontraba con algo de nieve sobre el césped, se quedó mirando un punto fijo y cuando volvió la vista hacia los niños notó que había una niña que no había visto cuando miró por primera vez, pero esta no estaba jugando sino que la estaba mirando fijamente, tenía un vestido azul y su cabello esta peinado por dos trenzas de cada lado colgando sobre sus hombros, pudo notar que sus ojos eran azules y que ella era una niña de no más de ocho años, pero lo que más la inquietaba era que no dejaba de mirarla y cuando ella suspiro la niña sonrió de manera macabra dejando ver unos dientes parecidos a los de las pirañas, dejó de mirarla por unos segundos y cuando volvió la vista aquella niña ya no estaba. Se quedo en la ventana mirando a los demás niños tratando de ver de nuevo a la pequeña cuando escucho de nuevo el horrible golpe en la pared de su cuarto. - ¡Tara! -oyó decir, pero esta vez la voz no venía de una niña pequeña- ¿Quieres jugar conmigo? -Tara se dijo que nada de eso era real, se sentó en el suelo con la esperanza de que aquella voz la dejará, la escuchaba por las paredes, pero sentía como si estuviera cerca de ella Tara se había quedado sentada en la cama, la voz para su alivio había desaparecido tenía hambre, pero Christopher le había pedido que no saliera hasta que él regresara y justo cuando pensó en él la puerta se abrió dejando ver a Christopher con una charola con comida. - ¿Te sientes bien? -dijo cuando la miró, Tara sabía que su rostro delataba lo asustada que estaba -Vi a una niña jugando en el patio ella me sonrió de manera horrible y después desapareció y el ruido volvió a oírse, pero esta vez mi nombre se escuchó con una voz diferente-dijo y Christopher la miró- ¿Qué paso aquí en realidad? - ¿Cómo era la niña? -dijo él mirándola e ignorando la pregunta de Tara, parecía que aun con eso no estaba dispuesto a decir la verdad -Tenía la piel blanca y sus ojos eran azules, su cabello era castaño y traía puesto un vestido azul y podría tener unos ocho años-dijo recordando su rostro -Creo que necesitas dormir-dijo Christopher levantándose, ella lo miró - ¿Dormir? -dijo mirándolo-No necesito dormir, necesito que me digas la verdad, ¿qué está pasando aquí? -dijo, pero él se acercó a la puerta y salió Se quedo sola y estaba asustada por lo que había pasado, recordó lo que Christopher había dicho sobre el accidente y que Linda había dicho que todo estaba en las noticias, sacó su computadora portátil de la mochila y tecleo el nombre del hotel: "Asesinato doble en el hotel Cielo pone en duda la eficacia del FBI" Tecleó sobre el título y la nota se abrió, espero que aquella nota de periódico le diera las respuestas que hasta ese momento todos se habían negado a darle y ni siquiera había pensado en pregúntale a Abigail o comentarle las cosas que había experimentado desde su llegada por temor a recibir las mismas respuestas o ninguna en realidad "El FBI descarta la posibilidad de un asesino en serie, ya que en el lugar del crimen no se encontraron huellas del cualpable, la dueña del hotel no dio declaraciones de los hechos, pero aún hay una carpeta de investigación a la espera de nueva información” Cuando terminó de leer toda la nota, se mencionaba a Abigail unas cuantas veces y ella se preguntaba por qué el hotel no se había clausurado, era lo menos que los investigadores podían haber hecho a sabiendas de las extrañas muertes que habían ocurrido en aquella habitación.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD