bc

Memories [Español]

book_age18+
814
FOLLOW
3.5K
READ
family
drama
tragedy
gxg
mystery
city
wife
like
intro-logo
Blurb

Si tener amnesia temporal era frustrante imagina vivir con la incertidumbre de no saber en quién confiar.

Karla era una joven que intentaba recuperar su vida, pero había una persona en particular que estaba obsesionada con evitarlo a toda costa.

Sueños extraños, pistas inexplicables y la espera de una persona especial en su vida.

Había solo un inconveniente; ella no la recordaba.

chap-preview
Free preview
Capítulo 1
Las gotas de lluvia repiqueteaban contra el cristal de aquella ventana de hospital, el viento la hacia temblar mientras la joven morena observaba aquella tormenta tan fuerte, incluso más fuerte que la que ella tenía en esos momentos dentro de su cabeza. El despertar de esa mañana fue increíblemente extraño. Incluso antes de poder abrir los ojos, sentía que su adolorido cuerpo apenas podía moverse sin sentirse como una bolsa de boxeo. Su mirada se enfocó en lo que tenía adelante suyo, un hombre de unos cuarenta años estaba parado frente a ella mientras le sonreía gentilmente, y comenzaba a presentarse, por lo que ella no entendió el motivo de su estadía en aquel sitio. ¿Porqué había un doctor y que diablos hacía dentro de un hospital? Luego de preguntarle sobre como se sentía físicamente, él comenzó a hablar tranquilamente sobre los motivos de su internación y ella se encontraba aún más perdida que antes, teniendo como resultado un dolor de cabeza insoportable y el pesar de sus ojos que amenazaban con volver a dormir. Sus gestos desconfiados ante las palabras de aquel doctor estaban a la vista, no podía creer que lo que le decía sonara tan irreal y en lo único que pensaba era en que quería ver a su familia para aclarar todas sus dudas. ¿Ese doctor loco intentaba asegurarle de que ella era aún mayor de lo que era?¿Cómo es posible? Ella asintió a todo lo que é le decía, pero cuando el doctor se salió de la habitación se quedó incrédula ante sus dichos, no podía creer que él afirmara que ella no tenía la edad que pensaba, sino que era aún mayor y había tenido un accidente reciente donde lo olvidó por completo. Se miraba con una extraña sensación al notar los rasguños y hematomas apenas visibles pero no tuvo mucho tiempo para pensar, su mente se distrajo cuando escuchó unos pasos acercándose a la puerta de la habitación y por el sonido del tacón, supo rápidamente de que se trataba de su madre, haciéndola sonreír por primera vez desde que había despertado. —¿Karla? —Monica Roger entró a la habitación con su corazón errático —¿Madre? —abrió los ojos sorprendida— ¿Qué te ha pasado? —¿Cómo? —respondió arrugando el entrecejo, ella no la había comprendido —¿Te has maquillado diferente hoy? —Karla la examinaba entrecerrando los ojos, tratando de entender porque ella se veía muy diferente hoy —Oh...- expresó Monica, al darse cuenta de la situación— ¿Te encuentras bien? ¿El doctor ha hablado contigo? —Si, pero me ha dicho una historia extraña —expresó arrugando su nariz. Luego se acomodó en la camilla y la miró— ¿Que eso ridículo que ha dicho de perder la memoria? —¿Cuantos años tienes, Karla? —cuestionó Monica, rascando el puente de su nariz —Quince —respondió segura. Luego dudó por la forma en la que ella la estaba mirando —¿Cuantos años te ha dicho el Señor Collins que tienes? —Veinticinco —arrugó su nariz— ¿Es una broma? —No Cariño... no —tomó aire mirando el techo de la habitación.Luego miró a su hija, intentando mantener la calma-. Te lo explicaré luego ¿De acuerdo? La puerta se abrió de repente, haciendo que Madison entrara en escena. Karla se quedó petrificada en su cama, no sabía que decir, solo se limitaba a mirar a aquella chica, que era demasiado parecida a su hermana menor. —¿Quién eres? —preguntó inclinando la cabeza —¿Karla? —Su hermana menor se asustó al verla tan desorientada. Ella aún no sabía sobre la secuela que había tenido—.Soy... tu hermana —¡¿Madison?! —exclamó con sorpresa. Seguidamente miró a su madre y ella le asintió, comprobando que decía la verdad Para ella era una situación más que confusa, recordaba a su hermana aún más pequeña de lo que veía ahora, incluso estaba segura de que ella tendría ocho años, pero Madison estaba pisando los dieciséis. «¿Entonces toda esa mierda era cierta? » Su padre la abrazó con dulzura cuando entró a la habitación,sintiéndose contento que a pesar de lo que había sucedido, no fuese más grave. Se había vuelto loco cuando su esposa lo llamó para decirle de que Karla estaba internada y que aún no sabían nada, pero que se veía muy mal. —¡Buenos días! —el doctor Collins entró con una sonrisa— ¿Estas lista? —preguntó mirando a su paciente —¿Para que? —preguntó con el ceño fruncido —Para ir a casa —él le respondió sonriente —¿A casa? —¿Podrían dejarme un momento a solas con Karla? —expresó mirando a su familia —Lo siento. Sé que ella me necesita —dijo Monica con desesperación— ¿Puedo quedarme? —Señora, no se preocupe por ella.Si se presenta algún inconveniente los llamaré — De acuerdo, esperaremos afuera —Paul, el padre de Karla sonrió con tranquilidad. Seguidamente tomó la mano de su esposa e invitó a su hija para que fueran a la cafetería —Sé que esto es difícil para ti, Karla —él se sentó en una de las sillas a su lado— ¿Quieres preguntarme algo? —Hay muchas cosas que no entiendo —reclamó asustada— ¿Lo que me dijo sobre mis recuerdos es cierto? —Lo es —afirmó rotundo— Lo que tienes se llama amnesia temporal, eso es debido a un fuerte golpe en tu cabeza —explicó con calma—, ese es el motivo por el que recuerdas solo una parte de tu vida y luego lo otro simplemente no lo registras —¿Es posible que eso suceda? —Es posible —Aclaró su garganta— ¿Hasta donde recuerdas? —Bueno, no lo sé —dudó por un momento antes de responder—. Sé que anoche fui a dormir y me desperté aquí, por eso me parece extraño todo lo que me dice —Para ti tienes quince años ¿Cierto? —Si, así es —respondió convencida —¿Que fechas es hoy? —7 de noviembre del 2010 —respondió luego de unos minutos —¿Quieres saber cual es la fecha real? —ella asintió—. Hoy es 18 de junio del 2020 —¿2020? —respondió asombrada— ¡Esto es una locura! —Suena descabellado, pero he tenido algunos casos parecidos —afirmó mirándola— La amnesia suele ocurrir por diferentes factores, hay pacientes que lo han trascurrido por consecuencia del estrés, pero lo más normal es que sea por un golpe fuerte como te ha pasado a ti —Si todo lo que me dice es real ¿Como puedo hacer para recuperar tantos años? —Es algo inexacto, quizás puedas recordar en una semana, en meses o también años —respondió intentando ser lo más sutil posible —¿Entonces quiere decirme que ni siquiera estoy segura de recuperarla en algún momento? —cuestionó enojada —Es una posibilidad, pero muy difícil —suspiró— Quizás encuentres algo en particular que te ayude a recordar ciertos momentos, como lugares, olores —No entiendo como puede pasarme una cosa así —murmuró por lo bajo —Lo más importante es que no ocasionarte estrés, tu mente lo resolverá de a poco —Supongo que lo intentaré —Puedes llamarme cuando tengas alguna duda —le ofreció una tarjeta con su número personal—, también se lo he dado a tu madre, pero quizás miedo con respecto a su estado —Se lo agradezco, Doctor —sonrió con compromiso, no estaba para nada contenta —Pasaré por ti en unos minutos para hacer una última resonancia y estarás lista para volver a casa Él se despidió amistosamente, dejándola confundida, aún no lo asimilaba. Sus palabras fueron escasas por el resto del día, estaba perdida en sus pensamientos y no tenía humor para hablar con nadie, incluso solo compartió el almuerzo y la cena con su familia, pero luego subía a su cuarto para estar sola. POV Karla Quizás me sentí un poco mal por mi familia por no dirigirles la palabra en todo el día, pero no estaba de buen humor, sumándole a que mi madre no dejaba de hacer preguntas y hablar demasiado de cualquier cosa, como si quisiera llamar mi atención. Al llegar a mi habitación luego de la cena solo tuve energía para tomar mi ropa e ir al baño de mi habitación, quizás una ducha caliente haría que mis dolores corporales fueran menos agobiantes. Apoyé ambas manos sobre el lavatorio y cerré los ojos, volviendo a sentirme confundida con todo esto. Suspiré intentando dejar los malos pensamientos atrás y levanté la cabeza para para mirarme al espejo, quedándome completamente asombrada. ¿La mujer del reflejo realmente era yo? ¡Mierda! La pubertad había hecho maravillas conmigo. Lo primero que noté fue la suavidad de mi rostro, siempre solía tener mucho acné y ahora no había rastros de que hubiese pasado alguna vez. Lo segundo que me sorprendió fue que mi boca se veía más rellena de lo que recordaba, que mis dientes ahora estaban perfectos y que mis cejas se veían prolijas. Incluso sonreí cuando noté mi nuevo corte de cabello, se veía bien en mi. Quizás no dejaría de sorprenderme en muchas cosas durante algún tiempo. Unos segundos después mientras estaba perdida en mis pensamientos terminé por meterme a la ducha y empapar mi rostro con la lluvia caliente, mi piel me lo agradeció luego de estar tanto tiempo con olor a hospital. Con los ojos aún cerrados busqué el jabón donde siempre solía estar y comencé a lavar mi cuerpo correctamente,provocando que al llegar a la zona de mis pechos, abriera los ojos sorprendida y dejara caer el objeto entre mis manos. ¿Cuándo me han crecido los pechos? ¡Oh, por dios! Estudiaba mi cuerpo asombrada, notando que había curvas donde no solía haber nada, que mis pechos habían crecido considerablemente, incluso mi trasero también se veía mejor y hasta mi piel ahora se encontraba bronceada. ¿En que maldito momento se me había ocurrido hacerme un tatuaje en mi pelvis? Supongo que era día de sorpresas. A pesar de aquellos nuevos cambios en mi cuerpo y del tatuaje extraño en la pelvis, no había nada más allí que me pudiera espantar. Tardé media hora más en dejarme completamente limpia y supe que era la hora de ir a dormir porque mis ojos estaban cerrándose mientras pasaba la toalla por mi cuerpo. Una vez que estuve lista y con el pijama que mi madre dejó para mi, me acosté en las suaves sábanas que tenían aquel olor a limón que mi madre solía usar en la lavadora. —¿Estas bien? ¿Necesitas algo? —ella entró sin anunciarse mientras metía asomaba su cabeza —No, solo quiero dormir —respondí cansada— ¿Puedes apagar la luz del pasillo —No olvides tus pastillas, Karla —¿Porque tengo que tomar pastillas? —cuestioné —Órdenes del médico —demandó de mala gana No me quedó otra opción que tomar esas horribles pastillas junto con un vaso de agua maldiciendo en mi interior. Por lo menos tenía a mi favor que el sueño estaba ganándole a mi mente loca y terminé por quedarme dormida unos minutos después. (°°°) Me rodeaba de un césped perfectamente cortado, unos enormes árboles, el sol brillante que caía sobre mi piel y la brisa acariciando mi rostro. El lugar no me transmitía otra cosa que no fuera paz y tranquilidad, eso se sentía realmente reconfortante. De pronto siento como los vellos de mí nuca se erizan, un escalofrío recorre mí espina dorsal. Puedo sentir un eco dentro de lo cabeza con aquella voz rasposa que suena detrás mío, entonces me giro. Una suave voz diciendo mi nombre hizo que me girara para mirar de donde venía, una chica de cabello castaño oscuro estaba parada a unos metros, podía notar su sonrisa brillante y bonitos ojos prestándome atención. —Hola —casi lo oí como un susurro ¿De donde había aparecido? Cuando la miró a los ojos siento que me encandiló, algo pasa en mí pecho, siento como mí corazón late con fuerza y una emoción brota desde lo más profundo. ¿Porqué quiero llorar? Mis ojos examinan su rostro, me siento fascinada por el tono de su piel, su nariz respingada y perfecta, aquella boca rosa y esos ojos grandes y verdes. —¿Quién eres? —le respondí. Ella me miró extraña, entrecerrando sus ojos —¿Karla? —preguntó en un tono bajo. Sus pies comenzaron a acercarse a mi. Sus pasos avanzaban mientras que mí nariz se enriquecía con la fragancia a vainilla. ¿Ese aroma lo está desprendiendo ella? —¿Me conoces? —pregunté nerviosa— Disculpa si no me acuerdo de ti, es que he tenido un accidente y no recuerdo mucho. —¿Un accidente? —Si, pero te importaría no hablar de eso ahora mismo —pregunté con la esperanza de que me dijera que si— ¿Quién eres? ¿De donde nos conocemos? —¿No me recuerdas? —preguntó mirándome fijo Ojalá pudiera recordar a un ser tan hermoso. Nunca en mí vida sentí sensaciones tan electrizantes al mirar s una persona, quizás se trataba de un ser espacial. —No, lo siento —respondí apenada, ella parecía herida— ¿Cómo te llamas? —Bueno... —Quedó pensando por unos segundos y luego volvió a mirarme—. Digamos que soy como tu ángel ahora mismo. Si, ella se veía y me hacía sentir como su fuera un ángel. —¿Un ángel? — pregunté. Ella asintió energeticamente— ¿Estoy muriendo? —la chica comenzó a reír —¡Claro que no! ¿Cómo vas a estar muriendo? —Bueno, no ya no sé ni que pensar —respondí avergonzada. Bajé la mirada pero ella se acercó y tomó mi rostro con su mano. Se sintió como cuando entras a la piscina sin saber la temperatura del agua. Como un verdadero shock. ¿Que es esto que me pasa? —Lo siento —murmuró—, no quería que te pusieras mal. —No te preocupes, supongo que hago preguntas estúpidas últimamente. —Dudo que estés hablando de ti de esa manera. —Prefiero no hablar de mi —suspiré cansada. El día de hoy fue lo suficientemente frustrante como para no querer saber nada de mí vida por un momento. Todos parecían querer tener la razón. —¿Al menos puedo hacerte una pregunta? —Claro, dime —¿Cómo te llamas? —interrogó poniendo una sonrisa —¿No eres mi ángel? ¡Ya deberías saberlo! —respondí con una sonrisa burlona. Su alegría es contagiosa y me anima a estar de buen humor. —¡Tienes razón! —ella comenzó a reírse—. Solo quise sacar un tema para hablar —¿Entonces me podrás responder donde estamos? —pregunté al mirar a mi alrededor Ella no respondió nada, simplemente me ofreció su mano y cuando la acepté comenzamos a caminar por aquel lugar desierto. No sabría como explicar la sensación que me atravesó al sentir su piel contra la mía, pero inundó todo mi cuerpo con una energía bonita. Podía notar que ella estaba un poco fuera de lugar, primero que nada me hablaba como si me conociera desde hace tiempo, segundo ella vestía completamente de blanco y lo único que resaltaba era su cabello y sus ojos, tercero el toque de su mano por momentos se volvía más frío y distante, como si desapareciera por un momento y luego volviera a mi. —¿Puedes decirme que hacemos por aquí? —volví a insistir después de unos minutos. —Me gusta pasear —respondió mirando al frente— ¿No te gusta el lugar? ¿Como explicarlo? Me daba paz mirar a mí alrededor, ver y sentir la naturaleza. Es como si este era mí lugar ideal para estar. —Bueno, si es bonito —admití observando— ¿Esto es como un paraíso? —ella asiente divertida. —¿Quieres contarme algo sobre ti? —preguntó mirándome con una sonrisa. —No es un buen momento para eso —suspiré—, he tenido un accidente y no recuerdo mucho. —¿Qué clase de accidente, Kally? —¿Kally? —levanté mis cejas, sorprendida —Así me gusta llamarte ¿Te molesta? —preguntó divertida mientras levantaba una ceja —No, de hecho nadie me había llamado así antes. Me gusta. —De acuerdo, entonces será uno exclusivo para ti ¿Quieres contarme sobre tu accidente? —Por lo que me han contado iba conduciendo cuando un auto me chocó —suspiré comenzando a frustrarme— Golpeé mi cabeza y ahora tengo amnesia. Y es una mierda, porque no tengo idea de nada. —¿No recuerdas nada de tu vida? —preguntó curiosa— ¿Ni cómo te llamas? —Prácticamente he olvidado diez años, es como si jamás los hubiese vivido para mi. Es confuso y extraño. Sé que los años pasaron, mí cuerpo cambió, mis padres están más adultos y mí hermana es toda una mujer. Pero no lo sé. —Lo siento mucho —me miró apenada—¿Como te sientes? —Supongo que me acostumbraré, ahora solo tengo que lidiar con mi dolor de cabeza. Se supone que estaré bien en poco tiempo. Me quedo con la mirada baja, tocando los dedos, pensando en todo aquello que sucedió y de repente me siento triste. —Que linda eres —confesó de la nada. La miré sin decir nada, solo observándola por un momento —Gracias, también eres bonita —¿Te parezco bonita? —preguntó con una sonrisa burlona Sonreí y asentí, aumentando el agarre de nuestras manos mientras continuábamos caminando. No se lo confesé, pero también me había gustado su sonrisa y casualmente ella no dejaba de sonreír. —¿Y porque no puedes decirme tu nombre? —cuestioné mirándola —Porque aún no es el momento, pero pronto te lo diré ¿De acuerdo? —Está bien ¿A dónde me llevas? —pregunté notando de que tomaba otro camino —Quiero que conozcas un lugar —¿Es bonito? —Es mi lugar favorito —sonrió con emoción Una brisa fresca con aroma a jazmín inundó mis sentidos y cerré los ojos por un instante para disfrutar de eso, mientras que la chica sostenía mi mano y me guiaba por algún sitio. Llegamos a un sitio frente al lado, donde se encontraba una camioneta estacionada y se podía notar que en la parte trasera había algunas cosas como cobijas, una canasta y almohadas. —¿Me esperas un momento? — Está bien ¿A donde irás? —Te presentaré a alguien especial, solo sube a la camioneta que iré por él Solo asentí y subí al lugar que estaba preparado, sentándome sobre las cobijas mientras miraba como el sol reflejaba en el agua. El ladrido de un perro llamó mi atención y cuando menos me lo esperé, él saltó encima de mi y comenzó a lamerme toda la cara, logrando que comience a reír. —¡Sky, stop! —dijo ella mientras reía El se veía exaltado, pero le hizo caso y dejó de lamerme para sentarse a mi lado y mirarme como si fuese si juguete favorito, me parecía muy adorable. —Es muy bonito ¿Cómo se llama? —pregunté al acariciarlo —Se llama Sky. Disculpa que esté tan emocionado, es que te estaba esperando —¿Cómo sabías que iba a estar aquí? —cuestioné —Solo lo sabíamos ¿Tu sabes porqué estás aquí? —No,dime tú. —Vinimos para ver el atardecer —respondió con una sonrisa —¿De verdad? —pregunté emocionada— Siempre quise ver el atardecer de esta manera ¿Cómo lo sabías? —Te había dicho que era como un ángel, así que prácticamente sé muchas cosas de ti —puntualizó— ¿Quieres? —dijo mostrándome un sándwich —¡Claro, son mis favoritos! Nos quedamos en silencio por unos minutos mientras notaba como el sol iba bajando, la brisa comenzó a ser más fría y acaricié mis brazos para calentarme.Al parecer ella lo notó porque me miró y rápidamente comenzó a buscar algo dentro de una mochila que estaba detrás nuestro. —Puedes ponerte esto —anunció ofreciéndome un abrigo— No sería bueno que te enfermes Un movimiento entre mis piernas y noté que el cachorro estaba acomodándose para acostarse sobre mis piernas, él parecía querer dormir un poco y no tuve valor para quitarlo. —A él le gusta dormir en las piernas de las personas, lo hace conmigo todo el tiempo —Es muy adorable —respondí acariciando su pelaje —¿Se te ha pasado el frío? -Sí, gracias —Sonreí— ¿Puedo preguntarte de donde eres? —¿Porque lo preguntas? —Porque quizás podamos volver a vernos —Siempre que quieras verme estaré aquí —¿Estás segura de eso? —Por supuesto, te lo aseguro —sonreí ante su respuesta —No puedo dejar de mirarte y pensar que te conozco de algún lado —Puede ser —murmuró mirando hacia otro lado—. ¿Quieres contarme que es lo que recuerdas? —Recuerdo a mis padres, aunque debo confesarte que me sorprendió despertarme y verlos tan...diferentes —la chica sonrió porque sabía que esa no era la palabra que quería decir—, también recuerdo el colegio, mis amigos, prácticamente todo hasta los quince años —¿Que edad te dijeron que tienes? —interrogó —Dijeron que tengo veinticinco años ¿Eso no es una locura? —Te ves muy bien para tener veinticinco años —cuando me miró ambas sonreímos —¿Y tú cuántos años tienes? —Veintiséis, pero no quiero hablar sobre mí, quiero saber más de ti —aseguró —No tengo mucho que contar, solo quiero decir que los hospitales apestan —respondí con cara desagradable -Yo también los odio —suspiré asintiendo a su respuesta —¿Te gusta estar aquí? —indagó —Sí, de hecho eres una buena compañía —bromeé —Entonces me verás cada vez que tú quieras Ambas nos acostamos y miramos como el sol estaba a punto de irse, era fantástico. —¿Puedo tomarte de la mano? —preguntó ella mirándome de costado —Puedes —murmuré La sensación de nuestras manos unidas era un poco rara, me hacía sentir bien y relajada, me daba paz. —¿Y cuándo crees que recordarás todo? —preguntó. Provocando que sacara la vista de nuestras manos —No lo sé, el doctor me ha dicho que no debo esforzarme, puede que no la recupere nunca o que lo haga de repente —Espero que la recuperes pronto —asentí y froté mis ojos.No me había dado cuenta de que se había vuelto de noche e increíblemente tenía sueño —Está bonita la luna hoy, nunca la había visto de esa forma —Alagué mirando hacia el frente —Lo es —murmuró— ¿Tienes sueño? —Sí, pero no quiero dormir —confesé —¿Porque no, Kally? —Porque me agrada estar contigo —No te preocupes, podemos vernos en otro momento —sonreí con los ojos casi cerrados, apoyando mi cabeza en su hombro.Su mano abrazó mi cintura y me sostuvo contra su cuerpo. —Ángel —La llamé —¿Si? —¿Puedes acariciarme el pelo? —Claro, tú duerme tranquila, yo te cuidaré —Sentí un fugaz beso en mi cabello. {***} Abrí los ojos asustada cuando el despertador comenzó a sonar como un aparato endemoniado. Mientras intentaba calmar mi pecho miraba alrededor buscando a la chica que hace un momento estaba conmigo. ¿Dónde estaba? ¿Porqué estaba durmiendo sola? ¿Dónde estaba la chica? ¿Y Sky? Me quedé breves segundos como en un trance, pensando en lo que había sucedido. Observando con detenimiento mi alrededor me di cuenta de que estaba en mi habitación, no había rastros de ella, ni tampoco del perro. ¿Pero que era lo que había pasado? ¿Quién era aquella chica? —Buen día, Cariño ¿Cómo dormiste? —mi madre entró con una sonrisa en su rostro —¿Dónde está? —pregunté rápidamente —¿De que hablas? —preguntó preocupada. Caminó hacia mi y se sentó en la esquina de mi cama —¿Y Sky? —ella hizo una cara que no logré descifrar. —Estás algo pálida, deberías tomar tus pastillas e ir a desayunar —sugirió acariciando mi cabello ¿Había sido todo un sueño? Maldita sea, parecía tan real. —¡Buen día! —mi hermana me saludó al entrar a mi habitación —Buen día, pequeña —respondí con una sonrisa —¡Bajemos a desayunar chicas! —Ahora bajamos —respondimos antes de que se fuera —¿Porque esa cara? —entrecerró los ojos mirándome —No es nada, es solo que he tenido un sueño algo raro —comenté mordiendo mis labios, nerviosa —¿Sobre qué? —Soñé con ¿un ángel? —respondí pensativa—, bueno al menos es lo que ha dicho —¿Un ángel? —Si, un ángel con bonita sonrisa —asentí mientras pensaba en su rostro —creo que te estas volviendo algo loca —dijo con una sonrisa— ¡Levántate que hay que desayunar! —se levantó energética dispuesta a bajar las escaleras —Ahora voy —respondí acostándome nuevamente en la cama —¡VAMOS KALLY!¡ARRIBA! —ella gritó desde la mitad de mi habitación ¿Kally? —¿Cómo me llamaste? —le pregunté rápidamente —¿Kally? —respondió sin entender —¿Y desde cuando me llamas así? —No lo sé, solo me gusta ¡Ahora levántate! Kally. Ella me había llamado así. No recordaba que mi hermana me haya llamado así alguna vez, pero que podía decir, la memoria no era lo mío y quizás estaba comenzando a delirar y ella realmente me había inventado ese apodo. Nos habíamos sentado los cuatro en la mesa, mi padre miraba el diario y mi madre estaba con su celular, mientras que Maddie solo desayunaba. —Mamá —la llamé —¿Que sucede? —respondió sin mirarme —¿Que te parece si me cuentas algo sobre mi vida? —Sugerí —Eso no pasará —respondió de mala manera —¡Solo un poco, por favor! —Deja de insistir y desayuna, Karla —¡Esto es una maldita mierda! —Grité de mal humor.Me levanté de la mesa y fui directo hacia la puerta, necesitaba salir de aquí —¡Karla!—gritó mi madre— ¿A dónde vas? —¡Solo caminaré mamá, lo necesito! —respondí histérica Me alejé mientras ella me decía algo que ignoré, necesitaba recordar que había pasado durante estos años y tenía que encontrar a alguien que me ayudara. Caminé hacia la casa de Lorde, pero sinceramente me quedé pensando que ella podría haberse ido a vivir a otra parte. Supongo que en diez años las cosas cambian mucho, también existía la posibilidad de que ella ni siquiera fuera mi amiga. Maldita sea. Llegué a un parque cerca de allí donde había un montón de niños, algunos estaban jugando al fútbol junto a otras niñas y otros simplemente estaba en los juegos instalados en el lugar. Me comencé a preguntar porque no tenía hijos. ¿Habría tenido ganas de tener alguno en este tiempo? ¿Tuve novios? ¿Seguía viviendo con mis padres? Dudaba mucho que aún continuara viviendo con ellos, mi habitación parecía decorada por mi antigua yo y no por una supuesta adulta de veinticinco. Debía preguntarle a mis padres. Sentía que me volvería loca, intentaba forzar mi mente para recordar y terminar con esta agonía, pero nada funcionaba. Lo único que me tranquilizó fue la brisa fresca y mantenerme en silencio, sin que nadie cuestionara nada de lo que estaba haciendo. Quizás unas dos horas después volví a casa, estaba hambrienta y necesitaba un chocolate con urgencia. Subí a mi habitación con una sonrisa en el rostro, las manos llenas de chocolates y una gaseosa. No había nadie cerca, así que solo cerré la puerta y prendí el televisor para buscar alguna película. Me recosté en la cama acomodando las cosas y me encontré con un sobre que estaba envuelto en un moño verde. Lo tomé entre mis manos,le saqué el moño y lo probé en mi dedo anular. Quizás me quedaba algo flojo así que decidí hacer lo mismo en el otro dedo y me quedó perfecto. Probablemente era el regalo de mi padre, a él le gustaba regalarme anillos desde siempre. Me quedé allí jugando con el anillo que me encontré mientras miraba una película entretenida, lo giraba, lo sacaba de mi dedo y lo volvía a poner hasta que en un momento me di cuenta que en su interior tenía algo grabado. Mi Ángel 12/09/16 Eso era lo que tenía grabado en su interior y sólo me hizo pensar en aquel sueño en dónde la chica me había pedido que la llame ángel. Una sensación se instaló en lo pecho. Tengo que encontrar la manera de volver a verla. Pero me siento confundida, porque quizás ella no es real. Más allá de eso tampoco sé cómo buscarla, no me dijo su nombre. Siento que la conozco, su rostro, su boca, sus ojos... Hago lo que sea por alguna respuesta.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Deseos Sexuales [+18]

read
604.9K
bc

(+18) 40 Días de Sexo - Quédate en Casa

read
191.1K
bc

Relatos +18❤

read
709.1K
bc

(+18) Sweet Candy - SEX HARD 1

read
191.4K
bc

Seduciendo a Lucifer

read
63.8K
bc

Nirella

read
1.0M
bc

La guardaespaldas

read
53.1K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook