El susurro de las olas

Siempre se ha dicho que las sirenas no existen, solo son cuentos fantasiosos de n***s, criaturas mitológicas que solo pueden existir en la mentalidad de un niño. Sin embargo, las leyendas no tienen por que ser una mentira, si no un mal recuerdo de un pasado del que tenemos que aprender.

Ahora se dice que las sirenas no existen, nunca existieron, pero... ¿Y si dijéramos que en realidad si existieron pero fueron extinguidas a causa de los humanos que las atormentaban?

París, la capital del continente francés se dedicaba a la caza de estas preciosas criaturas, bien para venderlas, para exhibirlas o como fin último ridiculizarlas en mitad de la plaza hasta que al final morían a causa de la deshidratación. Al principio, estos seres eran víctimas de estos escalofriantes hechos, pero, por desgracia lo peor estaba por llegar. Un antiguo rey Francés descubrió la leyenda de un tesoro aguardado en las entradas de una antigua cueva oculta en las profundidades del océano Pacífico. Un tesoro que solo puede abrirse con la sangre bendita de una sirena.

Así, poco a poco, estas hermosas criaturas fueron desapareciendo hasta extinguirse casi en su totalidad. Pero... ¿Qué pasaría si un pequeño grupo de sirenas consiguiera sobrevivir de las fauces de los humanos? ¿Qué pasaría si un humano vuelve a encontrase con una sirena después de tantos años? ¿La sirena buscará venganza? ¿Él la utilizará para llegar a un tesoro que muy posiblemente no exista? ¿O por el contrario ambos se enamorarán?