El camino es pedregoso

3029 Words
Se bajó de la silla poniendo ambos pies en el suelo sintiéndose estable, giró su cuerpo con intención de dar cara al alfa que intento abordarlo tan insistente, con tanto descaro, pero en cuando sus ojos se toparon con un pecho amplio, nuevamente se sintió inestable, el orgullo de cualquier hombre sería un poco pisoteado después de compararse con el mayor, dirigió su mirada para encontrarse con los ojos del más alto, trago duro y su manzana de adán subió y bajo. Este parecía siquiera un metro más alto que el pero sus ojos quedaron al nivel de los suyos ya que estaba inclinado sobre él. Tenía las manos en espera mientras observo el rostro definido y masculino, mandíbula delineada perfectamente, ojos afilados bajo unas hermosas y perfectamente pobladas cejas, cabello oscuro azabache y lacio, tez dorada tan distinta a su lechoso tono, el hombre trago saliva en cuanto chocaron sus miradas y se lamentó por todos los años de vida sin disfrutar aquella hermosa imagen que ahora lo miraba con pestañas gruesas y labios abultados, con el ceño fruncido. Un hermoso puchero humedecido por la saliva brillo causando resequedad en la garganta del alfa que ya estaba embriagado, pero no de alcohol, sino de una sensación satisfactoria producto del aroma a yogurt y leche de coco que tenía el cuerpo del omega, tan sutil y suave que solo alguien realmente sutil y suave puede poseer, y mantener al paso de los años; la fragancia lo llevo a un lugar muy lejano de su mente donde solo el rostro de aquel chico habitaba. Noah recupero un poco sus sentidos y se cuestionó si no había abierto la boca mientras babeaba por el alfa, pestañeo un par de veces sin perder el sentido por lo movimientos suaves que hizo el enorme alfa, sus músculos se movieron entre respiraciones demostrando lo bien trabajado que debía estar el cuerpo del sujeto debajo de ese casual beatle n***o que combinaba a la perfección con el omega, si alguien los ve en este momento seguramente pensaría que se habían vestido combinados como una pareja. El omega dio un paso atrás mientras arreglo las mangas de su blusa, el alfa le observo con el ceño fruncido anticipando que había un adiós en camino así que para evitarlo durante un par de minutos más, afirmo su mano en el borde de la madera de la barra y cruzando su brazo como una barrera improvisada obligo al omega a levantar la vista nuevamente. -¿no te quedas?- Noah lo miro doblando un poco el cuello demostrando que no comprendía por completo la pregunta, barrio con la vista el bar y noto las miradas sobre la espalda enorme que cubría la vista hasta él. Todos y cada uno de los omegas del lugar habían dado un par de vistazos indiscretos, es que toparse esta clase de espécimen es difícil así que obviamente la mayoría de las personas en una noche de bohemia busca encontrar al príncipe azul que hoy vestía una gabardina negra no tan gruesa y tenía acorralado contra la barra a un pequeño conejo indefenso. Así que no era un príncipe. ¡Es un maldito lobo feroz! Pensó Noah, no se dejen engañar, tipos como el con la mirada afilada y el cuerpo impecable, eligen a sus presas en una primera mirada y es cosa de una noche antes que vuelvan a estar localizando a otro, es más, seguramente este tipo debió ya tener una aventura con muchos de aquí. Noah no estaba de ánimo para coquetear nunca más en su vida, si se da el amor que sea, pero esperaba y asegura en su mente será dentro de diez o tal vez veinte años más, no definitivamente no deseaba amoríos ni aventuras por ahí que lo llevaran a anhelar algo nuevamente. -mira a tu alrededor, hay siquiera 20 personas mejores que yo que sí están esperando les invites un trago, yo te invito este y me marcho- El alfa suspiro embriagado de dulzura, la voz del chico le llego a los oídos como una melodía amada. Haciendo un movimiento divertido, como una pequeña criatura se arrastró bajo el brazo liberándose de la jaula. El alfa se enderezo por primera vez frente a sus ojos ¿metro más alto? Este tipo es una jodida montaña. Pensó y se rio en su mente: una montaña me quiso atrapar. El alfa lo vio con algo de pesar. -¿no hay forma de que bebas conmigo? Juro que no haré nada, no muerdo- fingiendo ternura, que buen actor, casi me lo trago. Se dijo para sí mismo, lo miro de arriba abajo con una expresión nula, el alfa sabía muy bien que si es un concurso de apariencias el lleva la delantera, no es un conquistador empedernido por lo mismo, las oportunidades llegan solas, y tampoco es como que el omega deba saberlo pero si su mirada inquisitiva busca algo seguramente le ira bien. Noah dio dos golpecitos sobre su pecho con la mano extendida causando ternura e interés, luego se agarró el mentón con una mano y con el otro toco el dorso del brazo del alfa casi en una caricia imperceptible. -Eres guapo, tu cuerpo está muy bien, definitivamente hueles bien, también- Hizo una pausa y acerco su rostro al del alfa y miro sus facciones pestañando lentamente. –Tu rostro es muy atractivo, podrías ser actor-   Falto poco para que el alfa moviera la cola y diera un salto de felicidad, su lobo se removió inquieto en su interior de pura alegría como lo había hecho desde hace rato solo que con más ímpetu, aunque en el exterior simplemente levanto el borde de sus labios sin cambiar demasiado la expresión. -Pero…no me van los alfas, no me siento cómodo con ellos, incluso compartir con ellos un trago me da una sensación de incomodidad que uf, no sé cómo controlarlo, solo no se me dan bien las charlas- Dio otro par de palmaditas en el pecho del mayor y camino en dirección a la mesa donde continuaban coqueteando sus acompañantes. El alfa quedo mirando en su dirección y vio que había rostros familiares en la mesa donde se sentó, noah creyó que era parte de su capricho la mirada feroz que mantuvo durante un tiempo hasta que hablo con el bar tender.   -La cuenta por favor- -Señor, la cuenta ya fue pagada- Volvió la mirada a la mesa, ya estaba vacía. Aunque para el esta cuenta no es nada, la realidad es otra para los simples mortales, la mayoría de la gente ni siquiera está en conocimiento de estos brebajes. Sonrió pensando en el pequeño y rosa conejillo de aroma a yogurt –Damián, que haré ahora, ya nadie en el bar es interesante después de eso- el bar tender lo vio entretenido, tenía un poco de rencor en su corazón ya que desde que noah se sentó en la mesa del bar este quiso entablar amistad con el chico. -no se ven chicos como el comúnmente por aquí, guapos sí, pero como el son difícil de encontrar- Damián seco sus manos con una toalla que colgaba de su hombro-Si quiere le puedo dar su nombre solo si promete guardar en secreto que fui yo- El alfa lo miro con algo de recelo, el bar tender sabía su nombre cuando el solo fue ignorado “aunque dijo que soy guapo” pensó, no es como que no lo sepa, la fila salía del bar para que algún afortunado se fuera a su cama. -¿él te lo dijo?- el bar tender se enderezo como acudiendo al alto mando del servicio militar y sonrió aun con la toalla en sus manos. -Él fue, muchas personas en el bar preguntaron por él- -¿Cómo se llama?- -Noah Dubois- -Dubois…Noah, bonito nombre- “ajam” asintió Damián. –Me llevaré la botella, es el primer regalo que recibo de él- -No debería lavar el saco, es lo primero que toco- Sonrió de forma inocente causando algo de revuelo en las camareras, este tipo terco que cada dos por tres se sentaba en la barra para hablar con el bar tender, que de vez en cuando se veía salir acompañado de algún lindo omega o beta, acababa de sonreír por primera vez en cuatro años. Siempre es un manjar verlo y sentir su aroma en el bar, un aroma a café profundo y dominante que puede hacer caer de rodillas suspirando a las mujeres y omegas del lugar ya era bastante pero verle sonreír le dio un toque distinto. Asintió y volvió a sonreír de manera más recatada esta vez-Tienes razón, toda la maldita razón, creo que debería guardar esta ropa para siempre-  Noah llego a casa cerca de las tres de la madrugada, sonrió recordando cómo fue abordado por el alfa, era demasiado dominante para ser real pero tan suave que lo hizo pensar que las apariencias físicas no siempre aciertan con la personalidad. El tipo tenía una mirada encantadora a pesar de sus afilados ojos y una sonrisa con dientes blancos perfectos, labios delgados y fuertes brazos. No conocía alfas de tan alta categoría, definitivamente él era de los dominantes de la sociedad y en cosa de castas de los extremos. Así fue como entre el nuevo lugar donde habita, sin volver a salir, poniéndose al día con sus materias antes de regresar a clases en una nueva universidad, practicando algo de su actuación y trabajando desde casa para su padre, rápidamente transcurrieron dos meses. Casi no recordaba el encuentro con el alfa y aunque Michelle había hecho algunas preguntas extrañas, sobre presentarle a alguien, conocer a otros alfas luego de contarle como su primer amor se casó con su hermano, porque sí, la boda ya se había realizado y aunque su padre aseguro que no tenía idea de cómo iba la vida de terréense y Francis, él sabía que los primeros meses son miel sobre hojuelas. Michelle aseguro que había muchos alfas buenos ahí fuera, que no todos eran despiadados insensibles “que suerte tiene” pensó en Julián mientras oía esto, a pesar de que el omega era recatado sobre Michelle, Noah sabía muy bien que no tardarían demasiado en formalizar su relación. Julián era bastante maduro en cuanto a la relación con Michelle, aunque muchas veces jugaba bromas al respecto, es fiel y se preocupa por su alfa. Cosas que Noah desconoce y solo ha visto en películas o dramas, no tiene cerca ninguna relación tan cercana como para tener otra referencia. Para decirlo de forma entendible para los demás, se auto convenció de que no tiene intención de entablar una relación con nadie, nada de romance, solo trabajo. Michelle disminuyo sus preguntas y consejos pero continuo sacando el tema de vez en cuando, no se sintió molesto al respecto ya que sabía muy bien que no eran con malas intenciones. El inicio de las clases y el trabajo comenzó, aunque al principio dudo de recibir ayuda por conexiones de su familia, rápidamente noto que sus habilidades lo llevaron a donde estaba hoy. Referencias y conversaciones entre personas del medio que lo habían visto en algunas obras desde más joven, hicieron que se hiciera de cierta fama, que, aunque pequeña; logro resaltar para dar pie al inicio de su carrera. Hoy comenzaban los ensayos para la nueva obra, anteriormente se conocieron como grupo y comenzaron a hacer uno que otro ensayo, mostrar anteriores trozos de trabajos, salidas entre el mismo equipo y conversaciones sobre sus vidas, ya sea estudio, familias, preferencia, etc. Noah se sintió cómodo desde el inicio, era un grupo pequeño de actores, algunos reconocidos en los medios pero sin atisbos de querer más fama de la que ya tenían, en su mayoría los actores son omega y betas pero algunos también son alfa. Jóvenes y algunos mayores, bastante agradables. Y por supuesto, Julián le ayudo a agradar y adaptarse en el grupo. Esta mañana hacía mucho más frío del normal, las clases no comenzarían hasta por la tarde y durante la mañana, a las 10:00 horas. Para ser más exactos, tenían que entregar el guion de la nueva obra y ensayar algunos personajes para ver cómo se adaptaba cada uno a la caracterización. Si bien se encontró emocionado desde que se dijo que la obra requería de todo el equipo ya que había muchos personajes, se encontraba también tranquilo más que ansioso. El director es agradable, trabaja con su joven esposo y tienen una niña inquieta de 4 años que siempre ronda sin causar problemas en el set. Desde el principio la menor se acercó a Noah gritando feliz por encontrar un chico tan guapo que sería su novio, Noah teniendo especial atractivo para los infantes y siendo de su agrado los niños, sus primos y primas tenían muchos hijos y él siempre se sintió cómodo jugando y pasando tiempo con ellos. “Es que los niños no mienten” respondió una vez que le preguntaron porque pasaba tanto tiempo con los menores de la familia. “aun así no pareces querer los tuyos propios” respondió su tía divertida aquel día. “¡Me casaré con Noah!” grito nea en el segundo encuentro con el omega, el padre de la menor había escuchado incesantemente a la menor hablar de cómo Noah jugaba con ella en el set, como noah tenía la fragancia de sus dulces favoritos, como noah tenía el rostro más bonito después de su papa omega; él solo asintió divertido mientras se ponía a su altura para recibir un cálido abrazo. Cuando llego al set ese día; Nea dormía sobre un cómodo sofá, cubierta de pies a cabeza dando pequeñas respiraciones lentas. La vio moverse pocas veces a pesar del ruido del ambiente, parecía no poder ser despertada ni con mil bocinas. Lo ensayos comenzaron cerca de las 10; 30 cuando ya todo el equipo llego y bebió café. El director se dirigió a lo más alto de las gradas del teatro dejando una corriente humeante de aroma a café en su camino. Comenzaron a leer divertidos el guion, nada serio, solo por diversión. El director les dijo que conocieran el personaje y vieran con quienes interactuaban más en la obra. Todos comenzaron a buscar y encontrar sus compañeros, el personaje de Noah era amigo de Julián y ex amante de un alfa delgado y joven que se llamaba Cristof. Estos tres se reunieron rápidamente, comenzaron a burlarse por quien competía más por el personaje de cristof y se burlaron de cómo seguro Nea se quedaría con él al final de la obra puesto que cristof también estaba en la lista de esposos de la niña. El alfa desde un principio se comportó amable y simpático con Noah, nada de atracción, hasta donde hablaron las primeras veces que se reunieron en el teatro Noah había obtenido valiosa información que era muy cómoda para quienes quieren un ambiente limpio en el trabajo. Cristof tenía un novio estudiante de la misma universidad de Noah y de él, incluso una mañana antes de clases ya habían compartido un café. Las horas avanzaron rápidamente, el omega se cuestionó bastante sobre lo persistente del delicioso aroma a café en el ambiente y también del porque sentía una mirada detrás de su cuello cada instante. Todos bajaron del escenario y continuaron hablando de cómo se desenvolvían sus personajes, Noah dirigió su vista hasta las gradas y en la parte más alta estaba el director con un guion en las manos, a su costado con ambos codos afirmados en sus rodillas lo veía un sujeto bastante grande, peculiar como solo recordaba haber visto una noche “tipos como el destacan donde vayan” sus largos dedos cubrían sus labios y estaba atento recorriendo con la mirada el cuerpo de Noah. El omega podía sentir el peso de su mirada incluso en la distancia, en todos estos meses no había tenido oportunidad de verle nuevamente pero era inconfundible su aroma a café intenso, tan n***o que podría despertar a cualquier ser humano. Así fue; la niña pareció sentir algo delicioso en el ambiente y en cuanto Noah desvió la vista para desaparecer tras la cortina del escenario. Cuando llego a la otra parte del teatro y todos comenzaron a tomar asiento. La menor que aun refregaba sus ojos con una de sus manos, venía en los brazos del alfa. Este a pesar de tener una apariencia dura, un rostro de piedra y un aroma intenso, venían colgando con la menor del cuello, pasando uno de sus brazos por las rodillas para sostenerla, su gabardina que seguro costaba varios miles de dólares era sacudida por los zapatos de la menor pero no pareció molestarle en lo más mínimo. El director que hablaba animado por teléfono, colgó su llamada y me llamo. -Orión, él es el chico del que te hable, Noah Dubois, nos acompañara desde esta obra en adelante- Dio algunas palmaditas en el hombro del omega y Orión dirigió rápidamente su mirada a la zona que fue atendida por el director. Fingiendo no conocerlo le saludo de manera amable. Presentándose de manera sutil mientras sostenía una sonrisa amable en el rostro. La definición de lo que es un hombre educado. -Ya tuve el placer- Susurro entre dientes observando el camino de la mano que acababa de soltar el hombro de Noah. Si el director hubiera hecho algo más con aquella extremidad probablemente la habría perdido en el intento. El menor de los tres adultos levanto suavemente su mano hasta ponerla frente alfa, ágilmente utilizando su mejor sonrisa de negocios y dotes de actuación. Maldijo entre dientes mientras inquieto agito un poco su mano pasado unos segundos en que el alfa acaricio el dorso de la misma. Esta acción no pasó desapercibida frente al director que se divirtió en el interior al notar como el dorso de aquella blanquecina piel fue levemente acariciada. El alfa sintió la lechosa y suave textura en la yema de sus dedos, trago saliva alargando los últimos segundos antes de soltar la mano de Noah. Este noto la extraña y perturbante sensación que le transmitió Orión desde un principio.
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