Pov Fiorella Después de ese día con Tomás, su esposa, y la llamada de Aidán, mi vida cambió. Sus palabras me dolieron, y su odio hacia mí aún más. Aunque, también me dio una leve esperanza: si me hubiera olvidado, no seguiría investigándome, ni mucho menos molestándose en deshacer acuerdos de negocios por celos. Estoy segura de que sí, Aidán estaba celoso. Pero escuchar su reacción al oír mi voz... estoy segura de que escuché un sonido de dolor y ahogo de su parte. No lo entiendo, pero no sonó nada bien. Su voz perdió fuerza y hasta la escuché forzada, como si algo lo estuviera afectando. Me dolió, claro que sí, pero también me dio una esperanza que ya creía perdida. Por eso había tratado de olvidarlo, fallando estrepitosamente, porque aún no lo logro. Pero cambié. Ya no salgo con nadie

