Además, no sólo era Eliana, también estaría David y las niñas. Y sobre todo Georgie, la hermana pequeña. Era una rubia, con la cabeza llena de pájaros y una estupenda figura, que no creía que el trabajo debiera interferir en la vida social. Georgie nunca había aprendido a pensarse las cosas antes de decir lo que primero que se le viniera a la cabeza. En el pasado ya había provocado muchas situaciones comprometidas para la familia por no poder callarse nada. Todo eso significaba que, aparte del resto de sus problemas, Samira podía garantizar que el fin de semana iba a resultar un desastre. Al ver la señal, Samira se preparó para apartarse de la autopista y tomar el desvío que llevaba a casa de su hermana, en Gloucestershire. Afortunadamente, el tráfico no estaba todavía muy congestionad

