Estaba mirando vestidos, distraída, sin hacer caso a nadie. Odiaba comprar ropa, prefería comprar material escolar o cosas de decoración, pero necesitaba un vestido para la gala de Amanda. Ella no solía invitarnos a esas galas, pero sabía que esta vez necesitaba nuestro apoyo para superar esa noche, y quizás el resto del año. Mire vestidos largos de todos los colores, iba a coger un vestido largo, ya que para mi altura, los vestidos largos es lo que mejor me iba quedar, era la mezcla perfecta de elegancia y sexualidad. Acaricie un vestido de seda rojo, pensando en como me podía quedar los vestidos sin probármelas, porque me daba demasiada pereza. —Deberías probártelo—me dijo alguien detrás mío. Era una voz masculina, pero eso no impedía que pudiera trabajar en la tienda. Me gire par

