Eliza.
Una semana donde todo seguía bastante normal en el trabajo y en parte de mi vida, el jefe no volvió hablarme de lo sucedido en mi casa aquella noche, lo agradesia internamente, esa misma tarde col quería saber que era ese trabajo tan urgente del que quería hablar el jefe, le dije que eran unos contratos importantes mal, maldijo al jefe por ser un obsesivo del trabajo y por hacerme trabajar en la noche, que debería pagarme horas extras, pero la verdad es que yo no estaba por dinero en el trabajo.
Viernes era el ultimo dia donde me liberaba del estrés del trabajo casi que parecía esclava de tanto trabajo y me estaba cobrando factura ya que me daban mareo debido a las mal pasadas y las desveladas en casa por tener el trabajo del señor mandón, a veces no podía salir a la hora de la comida y eso me cobraba factura hoy.
al dia siguiente...
Eran la siete de la mañana, salía directo a la oficina estaba tarde porque no puse mi maldita alarma y parecía que las sábanas se pegaron al cuerpo por que mi cama no me quería dejar ir, tan tarde que no desayune y enserio necesitaba un café así que le mande un mensaje de voz a mi secretaria que me preparara uno en cuanto llegara y un me comprara unos de esos pastelillos que venden en la cafetería que desde el lunes se volvieron mi adicción y cada vez que tenía tiempo me comía unos cuantos en la mañana.
El tráfico no me estaba ayudando en lo absoluto, estaba atrapada entre carros que me maldijo por no haberme ido en metro, pero justo cuando pensé que no llegaría a trabajar, que el jefe se pondría con loco y que tal vez me despediría, pero el no tenía huevos para eso, llegué con media hora de retraso entre corriendo a la empresa, le pedí el favor al señor de seguridad que estacionaba mi auto que se me hacia tarde y mi jefe me mataría si me veía llegando apenas y el sabia perfectamente quien era mi jefe asi que acepto diciendo que le debía un almuerzo, el muchacho era amigable y todo un lindo tal vez luego le llevaría algo por todos los favores que me asiá cuando llegaba tarde.
Salí corriendo a los elevadores que casi se cerraba la puerta de el que iba a subir, metí la mano para que no se cerrará y yo pudiera entrar en este, estaba tan ensimismada en llegar a mi lugar de trabajo que no me fije en quien estaba adentro de el elevador y cuando mire hacia la persona me arrepentí de meterme y no esperar otro o subir por las escaleras, pero eran demasiado piso así que eso era imposible, pulse el botón teniendo la intención de salir, simplemente por que era un lugar cerrado y prefería la regañina que estar en un lugar con poco espacio a lado del hombre mas cabron que conocía y para mala suerte mi jefe .
No lo salude ni siquiera volví a mirarlo no tenía obligación más que para hacer mi trabajo y en la calle era un completo desconocido de hecho toda la semana fue asi, solo le mandaba su trabajo por correo y los papeles se los mandaba con denniz mi secretaria y no ponía pegas o se quejaba simplemente dejaba que fuera así, era la primera vez que lo veía desde lo que paso y para mi mala suerte fue en el elevador el lugar más reducido de la empresa aparte de baño.
el me observaba desde su sitio y eso me incomodaba aparte de que me hacía enojar, porque me veia asi ? de esa manera tan intensa, tenía que distraerme en otra cosa así que saqué mi móvil del bolso para poder mirar algo , revisando mensajes de liam hasta que por fin llegamos a el piso, salí como un rayo de ahí para encontrarme con mi querida deniz con una sonrisa y mi café y mis panquesitos en mano, agradecí que ella fuera mi secretaria en ese momento.
Ella era como la amiga que nunca tuve y aunque solo la viera en el trabajo cada vez que podíamos intentamos conocernos ya que seguía siendo muy tímida a la hora de comunicarme y aunque ella entendía que era de pocas palabras me esforzaba por entablar conversaciones pequeñas con ella, despues entendi de por qué el maldito de liam no subía a mi oficina porque quería hablar conmigo, si no por que dennis le gustaba y yo era su pretexto para acercarse a ella y cada vez que subía le hacía burla y el decia que yo era una mala amiga por no ayudarlo con la chica.
cuando me sente atras de mi escritorio para empesar mi trabajo entro deniz con cara de horror a mi oficina, asta ami me asusto el motivo de su rostro desfigurado aunque no supiera la razón del por que dejo mis folders pendientes y después me dijo el por qué y no era para menos.
- el jefe quiere verte en su oficina - me miró y se retorció las manos como si el me fuera a matar o algo - eliza... sonaba furioso.
Sabia por que estaba enojado aunque, el siempre estaba furioso, yo era muy responsable con mi trabajo y no dejaba nada a la mitad todo lo que me pedía se lo entregaba bien pero alomejor estaba furioso por otra cosa ya lo sabría
Salí de mi oficina dejando mi panque medio mordido en su sitio y me levante alisando mi falda medio fastidiada por no a ver desayunado.
- no te preocupes dennis - le dije para que se tranquilizara un poco y le toque su hombro - no es nada que no se pueda arreglar así que vuelve al trabajo, y ya te cuento cuando regrese .
- esta bien - me dijo con una sonrisa - suerte con el jefe.
me dijo alzando los dedos pulgares y salí, camine todo el pasillo hasta llegar a las puertas de roble n***o grandes, toque la puerta del interior se escucho un adelante de una voz ronca entre con pasos cortos lentamente hasta que me sitúe enfrente de su escritorio esperando su razón del por qué estaba tan enojado .
-me mandó a llamar señor - le dije un poco con cara de poker como siempre y aunque no estaba tranquila trataba de parecerlo, estaba curiosa del saber el por que estaba enojado.
- si. necesito una explicacion - me quede confundida, por que solo me dijo eso - del por qué llegaste tarde a la empresa - oh de eso era de lo que quería hablar hera absurdo.
- estaba en un atasco de camino a la oficina - dije tratando de sonar cerca - es es el motivo, por eso llegué tarde pero no va a volver a suceder señor thompson.
- no me gusta la impuntualidad lo sabes, desde que empezó a trabajar acá yo no tolero eso y la primera suelo despedirlos - me dijo con tono de reproche, genial le agradecería si me despidiera.
- no va a volver a suceder - la verdad esperaba que me despidiera pero no se iba a hacer, por lo visto esta ocasión ni en ninguna otra por que había sido un descuido mío el olvidar mi alarma pero eso él no lo sabía.
- si no necesita nada mas me retiro - solo asintió con la cabeza y yo me di la vuelta, camine a la puerta con rapidez.
- eliza... - eso me iso parar a centímetros de la puertas porque él no me decía por mi nombre siempre era "señorita johnson" para él, para todos pero cuando decia solo mi nombre no sabia que esperar.
No mire atrás pero me recargue en la puerta ni siquiera di un paso solo espere que dijera lo que tenia que decir, cuando lo iso el estaba detras de mi con su cuerpo muy cerca del mío y yo no sabia que hacer pero el calor empezaba a salir de mi cuerpo, ese que era muy nuevo para mi pero que sentí esa noche y me encanto, de repente empezó a secar mi boca parecía que mi garganta pedía agua a gritos pero yo sabia que no era agua lo que quería.
- algo más que se le ofrezca señor - dije un poco tensa por su cercanía
- me estas evitando ? - me dijo muy seguro, parecía que se quería pegar ami lo mas que pudiera - ¿por que?.
Genial ahora era yo la que lo estaba evitando, era verdad lo estaba evitando desde esa noche por que no me quería confundir con el ni con sus intenciones carnales, yo no sabía qué esperar de alguien o qué esperar de una persona que era casi igual a los chicos que yo conocía y en las calles así que deje el tema olvidado aunque haya sido el que me haya quitado la preciada florecita como le decían , cuando me dijo que solo era un desliz fue cuando estuve segura de dejarlo pasar, yo no era una chica que se dejara llevar solo por que el era hombre que me penetro por primera vez
- no tengo un motivo en especial para evitarlo - le dije detenidamente un poco bajo.
- si... - dijo que si tenia - tienes motivos Eliza - no tenia porque pero cada ves que me acercaba ocurría esto de el calor insoportable y terminaba alejándome solo para no sentirlo - por que me desea.
Qué egocéntrico estaba siendo este maldito pero tenía razón, el calor que sentia era por que le deseaba pero no se lo diría solo para que pensara que podría tener autoridad en mi persona, su frente se pegó a la mi hombro, oliendo mi cuello, con su respiración entrecortada, su aliento chocó con mi cuello y su aroma a menta con un poco de alcohol y su colonia llegó a mis fosas nasales.
- no te sientas importante - dije entre dientes tratando de controlar mis ganas
- pues yo si la deseo - dijo dándole una lamida a mi lobulo - y mucho.
Con esas palabras giro en mi eje y me besó con vehemencia, sus manos llegaron a mis caderas y entonces la apretó impulsandome a que mis piernas se enredaran en su cintura mi brazos a su cuello, mis manos sintiendo su sedoso cabello jalando un poco, camino a su escritorio para después sentarme allí y que sus manos viajaran por mis piernas y empezara a subir mi falda llegando a el elástico de mis bragas y yo ya no podia resistir mas esta necesidad de sacar todo lo que me quemaba por dentro solo sería esta vez.
A VECES HAY QUE INYECTARSE FANTASÍA PARA NO MORIR DE REALIDAD.
EOS.