SIETE

1397 Words
Eliza Todo pasó tan rápido que no me abia percatado en qué momento me quede dormida, a mi lado yacía ya el cuerpo dormido de mi maldito y estúpido jefe,  mientras admiraba su rostro tranquilo y escuchaba el tranquilo de sus respirar me preguntaba a qué hora exactamente me avia quedado dormida en sus brazos,quería echarle la culpa a cualquier cosa que pasara por mi cabeza y una de esas era el alcohol pero no estaba bebida, anoche estaba más cuerda que nadie y aunque no me arrepentía en estos momentos de lo que avía hecho, tal vez en la empresa pensarían que era una zorra pero la verdad no me sentía tan mal conmigo misma como para que me lamentara por tener sexo con tremendo adonis que tenía como jefe, abia despertado con un gran apetito que pensé en comermelo a él de nuevo pero tan pronto llego ese pensamiento resonó mi estómago recordado que no era eso exactamente lo que quería comerme, así que decidí tomar una ducha primero. Estaba tan adolorida en algunos lugares de mi cuerpo se encontraban pequeños chupones que solo el recordar cómo había llegado a esos lugares me provoca escalofríos, sonreí a boca cerrada y maliciosamente por qué me  avia excitado tanto que no medí las consecuencias o no quise pensar en ellas hasta al día siguiente o cuando me importara, el era el primer  hombre al cual no me puse a ninguna de sus peticiones sexuales o cada cosa que se le ocurriera hacer en mi cuerpo, en el momento pareció no  importarme y a el tampoco darse cuenta  que él avia sido mi primera y aunque no fue romántica la situación agradecia que haya sido con placer de por medio y no por amor y  lo mejor de usar sábanas oscuras es que no se daría cuenta de mi inexperiencia aunque el ver videos porno ayudó a la hora de hacerlo, se pensaba en la escuela que era una completa zorra pero lo cierto es que que era más pura que mi hermana que era la que traía chicos a casa con el pretexto de hacer "tarea". Empezaba a tener sentimientos carnales por una persona completamente diferente a mi literal éramos polos opuesto al cien por ciento, no sabía que era  este sentimiento que cada ves que lo miraba en la oficina me imaginaba en mil posiciones y aunque no supiera de sexo y de sentimientos estaba segura que en algún momento causaría problemas, le daba pequeños masajes en mi cuero cabelludo con los ojos cerrados, estaba tan metida en mis pensamientos nota felices que no me abia dado cuenta cuando Prescoth irrumpió en mi momento de la ducha, hasta que sentí un jalón en mi cabello tan reconocido desde anoche, él estaba frotándose contra mi trasero, estaba caliente podía sentirlo me tocaba por donde le daba la gana incluso masajeaba mis pechos con descaro mientras pellizcaba mis pezones. -  umm... - si poderlo evitar gemí con las manos recargadas en las puertas de cristal de la ducha esperando con ansias sus siguientes movimientos. - Que sientes  - las palabras no salía de mi boca o mejor dicho no querían, no me dio tiempo a reaccionar, tomó mi pierna y  empezó con esos movimientos  tan  lentos  pero que después de unos minutos empezó a hacerlos más rápido dejándome sin aire en los pulmones, haciéndome gritar provocando que quisiera pedir mas, pero me contenía de hacerlo aunque la tare no fuera  tan fácil - oh... Prescoth - dije  su nombre entre suspiros que no dejaban de salir -   no aguanto... me... me voy a... Los suspiros no dejaban salir de su boca chocando contra mi cuello, no podía aguantar más estaba al borde del abismo y apunto de caer, me  deje llevar  haciendo que me temblaran las piernas pero él siguió buscando su liberación después de la mía nublandome la vista mientras conseguia otro eogarmo, después de otros tantos orgasmo, salió de mí, me giro para darle la cara para besarme con placer y necesidad, para después alzarme la pierna otra vez y meterla otra vez para empujar más duro tanto que lo sentí hasta el fondo y pensé que me partiría en dos y sin poderlo evitar pregunté entre gemidos. - tú no te cansas? - dije con dificultad entre gemidos - por que yo estoy agotada. - jamás cariño -  recargue mi frente en su pecho tratando de lidiar con este placer que no acababa nunca, estaba que no aguantaba más por  este hombre que me quería volver loca. Después de una larga ducha salimos de ella  poniéndome unos pantalones negros  una sudadera holgada, le deje ropa en la cama y salí a la cocina a hacer el desayuno, estaba tan absorta en prepara un desayuno que me llenara por completo esta hambre atroz que tenía y que parecía que no se me quitaría con un simple desayuno.  - desayunas  prescoth - dije concentrada en hacer el desayuno, no quería hablar de sombre el sexo desenfrenado que tuvimos ayer así que evitaba eso a toda cosa - sí claro - contestó sentándose en la barra de la cocina, después de unos minutos de silencio hablo - esto... fue un desliz no tiene por qué salir de aquí Eliza  Digo si no quieres perder tu preciado  empleo. se portaba como un hombre importante pero me importaba una mierda lo que el quisiera la verdad es que desde que nos tiramos a la cama me grabe en mi mente que solo era sexo, sus palabras se sentían como si yo fuera una cualquiera a la que se le puede desechar como basura, y la verdad es que el solo era el primer hombre que avia llenado mi vaguna y nada mas. - no le des mucha importancia a los hechos - dije con total indiferencia - solo fue por accidente tampoco te creas tan importante. No espere a que me diera respuesta, así que solo acabe de hacer el desayuno y lo puse al frente de él sin siquiera echarle una mirada, el poco sentimiento de tranquilidad no se quitaba, el iba a desecharse tan pronto como acabáramos de coger y era completamente normal despues de todo el era un hombre que no le gustaba la estabilidad, lo sabía desde el principio, pensaba que me despediría pero al parecer le gustaba tener a sus conquista en la oficina como todos. Espere con paciencia a que acabara su maldito desayuno y que se largara de mi casa, empecé a preparar la comida de mi hermoso can para darle su comida, pero me di cuenta que no estaba, justo donde siempre ponía su alimento, había una nota de cole enviándome que avia venido anoche por el para que no se quedara solo, sonreí por que el pensar que no iba a llegar anoche, pero se agradece que se lo llevar porque él no reaccionaba bien a algunos desconocido, no tardó en acabar su desayuno y salir de mi casa sin decir adios o asta luego, deje un largo suspiro cuando escuche la puerta azotar como si estuviera cabreado. Regrese a mi habitación para vestir algo cómodo paras salir, tome las llaves de mi auto, salí para ir con cole y con mi hermoso hijo canino, avia quedado por ensaje con él en el parque cerca de su casa para que me entregara a mi bebe, llegue con el esperando regresar a casa me dijo que pasaramos el día juntos  mejor dicho me obligo y con un poco de berrinche por fin caminamos a un destino incierto. POV prescoth Era la mujer más fría que avia conocido, era la primera que no me rogaba para que me quedara con ella y la primera que no quería repetir conmigo ella me intrigaba tanto que incluso aunque la quisiera despedir no lo haría por puro capricho de tenerla ahí conmigo trabajando bajo mis órdenes y tenerla solo para mi, pero yo nunca lo diría en voz alta. Regrese a ese apartamento tan frío al que le decía casa, me quite la ropa de ese maldito, acordándome que tenia novio y seguro por eso me mandó a la mierda quería dejar de pensar en ella pero no podía, pero que en el fondo contaba las hora para volver a verla en la oficina. EN ESTA VIDA... NADA TE PERTENECE, TODO TE ACOPAÑA DE MANERA TEMPORAL.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD