SEIS.

1737 Words
POV ELIZA. Desde que me dijo de sus malditos pendientes estaba segura de que todo era una maldita trampa para sus intenciones perversos, quería decirle de todo, pero justo como reaccioné no le pareció en los más mínimo y como reacciones la última que esperaba era esta. - maldito idiota- dije indignada y mirándolo con reproche tratando de controlarme para no golpearlo - es que no sabes cuándo una mujer no quiere lo que les das. -como te atreves a tocarme - estaba furioso de veía desde acá lo podía notar en sus ojos y en ese rostro tan definido. Parecía León enjaulado dando vueltas por toda la oficina, pensaba que en cualquier momento se lanzaría justo al cuello para atacarme o tal vez me despediría pero era lo que menos me importaba en este momento, era un hombre con sed de una mujer que no estaba dispuesta como las que él conocía en su mundo de ricos y por eso que estaba enojado. Pensaba que si tal vez me iba el no me seguiría y esperaba que eso pasara, me di media vuelta y seguí hasta llegar a la puerta principal, quería salir de aquí, Estaba dando brincos por que no me perdí en ese edificio tan grande que no era el que yo conocía, apretaba el botón del elevador muy fuerte tantas veces como mi mano me lo permitiera, las puertas se cerraron y por fin suspire, quería que bajara mas rápido pero ni por que lo pensara iba suceder, por fin llegué abajo, salí tan rápido pe lo permitieron mis pasos nadie iba detrás de mí, eso lo agradece. Busque en toda la calle un bus o algo que me llevara lejos de el pero nada pasaba, tan ilusa que pensaba que un maldito bus o taxi iba a pasar por aquí a estas horas de la madrugada, quería gritar en este momento donde parecía no avia salida. - quieres que te lleve a casa - hablo el maldito de mi jefe tras de mí, ya parecía que lo iba dejar conocer mi casa o siquiera que lo iba a dejar estar cerca de mi, aunque eso todavía estaba en duda. Solo tenía que encontrar a alguien que me llevara de ese maldito lugar, y mi única opción era mi amigo para que viniera por mi pero dudaba que eso pasara, y si no por orgullo tendría que irme sola con tal de no estar cerca de este maldito bastardo. Empecé caminar en la acera frente al edificio que iba de bajada sin un lugar fijo al que llegar, quería estar lejos de él aunque se unos minutos, es que.. era tan bipolar que no sabía lo que en realidad deseaba de mí, tal vez un acoston o tal vez ser su pareja solo en la cama, estaba tan metido en mis pensamientos que no mire que este hombre que todavía me seguía por detrás en su auto, estaba empezando a fastidiar toda esta situación, desde que entré a trabajar no hacía más que joderme la vida un día estaba bien y otro me trataba como basura. Pensé en volver a molestar a cole, pero era demasiado tarde y no creí que estuviera tan cerca como para molestarlo, pero justo cuando me detuve para sacar de mi bolso mi celular aquel hombre que era mi jefe se paró enfrente de mi quitando mi bolso de la manos, me queje por el pequeño jalón que dio pero eso pareció no importarle, me miraba con tanta intensidad como si esperara a que le dijera algo. - regrésame mi bolso - dije con la voz entrecortada pareciera que iba a llorar pero no era así solo era que tenia frio - de una maldita vez. Estaba sacándome de quicio y si seguía así no sabía que iba a ser de mi o de este hombre, que gana no me faltaban de darle un buen golpe en las bolas y en otros lugares. - quieres por favor escucharme - dijo tan enojado pero no tanto como yo estaba, quería que las cosas fueran de otra manera y no así como el siempre quería, pensaba que todo lo que el asía estaba bien pero estaba muy equivocado. - no quiero escuchar nada - dije mirándolo a los ojos - solo me trajo aquí para hacer cochinada, pensé que era más profesional pero solo se está comportando como un idiota. bajo los brazos, poniéndolos atrás de él junto con mi bolso, me molestaba que me analizará de esta manera siempre lo hacía en la oficina y en todos lados, no paraba y tampoco le importa si lo atrapo mirándome. - solo quería hablar pero tu como siempre estás provocándome - lo mire indignada, tolo lo que estaba diciendo era simplemente estúpido. >> si, tu con esa mañas de mirarme y morderte lo labios - dijo acercándose un poco mas- tu con ese cuerpo que haces que me vuelva loco, es.. estresante no poder tocarte en la oficina o en cualquier lado. maldito me estaba sacando de mis casillas, estaba equivocado si pensaba que caería en todas su palabrerías, yo no creía tan fácil en la gente - pero estas no son maneras de conquistar a una mujer - el me miro desentendido como si de verdad no entendiera lo que le dije. - no pretendo eso - dijo que prácticamente solo me quería para un acoston o varios. - pues entonces no esperes nada de mi - dije muy segura casi gritándole - por que yo contigo no quiero nada Era verdad no quería esto, mejor dicho mi vida que acababa de empezar no quería que se fuera fuera al desagüe por tonterías como tener un amorío con mi jefe o tener algo ni siquiera me lo imaginaba pero parecía que al contrario de mi el se imaginaba todo conmigo, claro con una relación abierta y desde ahora me daba cuenta por que siempre me miraba como si estuviera enojado conmigo, incluso su comportamiento tan huraño lo entendía, sabía que el nunca iba a cambiar y era tan orgulloso que pensaba que como era un famoso riquillo yo iba a caer a sus pies tan pronto como diera el primer paso. -nunca nadie me rechaza ni mucho menos me insulta - parecía demasiado enojado pero no mas que yo, estaba arta de que se portara así. -pues conmigo no puede jugar como se te de la gana - dije exasperada - yo soy su asistente por lo tanto esta estrictamente prohibido acercarse de esa manera ahora lléveme a una parada de autobús mas cercana o si no le hablare a la policía cuando llegue a mi casa y lo demandare por acoso se me quedó mirando un segundo y después de eso lanzó un bufido al cielo y estiró sus más para agarrarse la cara estaba dando vueltas en su mismo lugar como si eso le fuera a servir de algo, de repente me sorprendió mucho por el jalón que le avia dado a mi brazo y se dispuso a caminar a su auto aun con sus manos en mi brazo mientras yo protestaba que soltara, pero parecía no escuchar nada de lo que yo le decía, abrió la puerta de su auto y sin ningún cuidado me arrojo a el asiento, casi me golpeaba la cabeza, estaba demasiado asustada de que pudiera hacer algo peor, cuando me puso el cinturón de seguridad me lo ajustó tanto que seguro pensó que me iba a escapar, el entro al carro y acelero, me sostuve de la puerta cuando salió de la propiedad no parecía que fuera para la ciudad, apretaba bastante el volante haciendo que sus nudillos tuvieran un tono blancos por la presión que ejercía en las manos. Trate de calmarme y pensar que tal vez aunque estuviera enojado el me llevaría sana y salva a mi casa, no confiaba cien por ciento en el pero pensaba que era hombre caballeroso como para hacer cualquier estupidez, después de unos minutos legamos a la ciudad y lo que dijo lo cumplió un suspiro de alivio al saber que estábamos en la ciudad , seguía avanzando pero nunca me preguntaba dónde vivía ni siquiera me echaba su auto simplemente seguía conduciendo paso un rato asta que llego a mi vecindario, me sorprendí de que supiera donde vivía, dejo de acelerar como si no quisiera llegar a ese punto donde yo tenía que bajar del auto después de minutos que parecieron eternos, aparco enfrente de mi edificio nos quedamos un momento en silencio esperando a ver si uno de los dos decía algo, pero como el no hablo me quite el cinturón y me d salí del auto. no pensaba hablar yo, el era e que se avia comportado como un idiota de mierda queriendo propasarse conmigo, llegue a la entrada de el edificio segura, sin nadie que me detuviera, lo agradecía ya adentro del cubo metálico me quite esas zapatillas que cansada avía quedado con ellas, toque el número de mi piso con lentitud, estaba apunto de cerrarse las puerta pero alguien las detuvo, ese alguien tenía nombre y apellido era el, mi jefe haciendo otras de sus tonterías, estuvo callado hasta que llegamos justo afuera de mi apartamento. - se te a quedado tu bolso - claro se me avía quedado por el me lo quito, me lo entrego y me le quede mirando esperando a que se fuera para que yo entrara. - no vas a entrar - dijo mirando la puerta - no me iré hasta que estés adentro de tu casa. - esta bien - dije poniendo el código en la puerta, no quería discutir, con ese hombre otra vez. Me di la vuelta esperar que si cumpliera y se fuera de una vez por todas, inserte el código, el paso de largo empujándome en el transcurso, abrí mi boca solo para decir pestes y insultar lo mas que pude, pero me acorralo contra la pared de la entrada, me negaba a mirarlo, pero solo ice que con sus manos me tomo de cuello asiendo presión pero no al grado de asfixiarme, posó de nuevo sus labios en los míos sin moverlos y esta vez maldije por no contenerme como tenía que haber sido ya no avia vuelta atrás, estaba enganchada en estos besos que eran nuevos para mi. LA LUZ ES FÁCIL DE AMAR. MUESTRAME TU OSCURIDAD.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD