CUATRO.

1294 Words
Dos semanas después.  Cada día me mataba de trabajo pero lo que en realidad me molestaba y me cansaba era la actitud de mi jefe siempre me decía a mi misma que solo eran dos meses o incluso mas pero la verdad estaba lejos de ahí la verdad es que estaría ahí asta que ya no tuviera necesidad de trabajar que claramente iba a ser nunca, el hombre solo me miraba para que le cancelara citas o le hicieras reservas en restaurantes finos para ir a comer con sus tantas amigas como el les decía, la ocasión de restaurante se me quedo grabada que cuando me volvió a invitar esta vez dije que no, el jefe era más malo de lo que ya era cuando estabas acompañado con sus amigas de alta alcurnia y dudaba que fuera a cambiar solo por que convivía todos los días conmigo. En estos días conocí a un chico muy educado y bastante agradable que con el tiempo mas que un conocido se convirtió en un amigo, incluso cuando no podía bajar a comer él venía a mi oficina a comer conmigo siempre tan atento, era la única persona con la que hablaba en la empresa y siempre me esforzaba para no notaran que no quería socializar y que pensaran que solamente tenía mucho trabajo, mi amigo se llamaba cole él era tan parecido a mi hermano mayor, se comportaba como tal y eso me hacía tener recuerdos muy tristes siempre quería llevarme a mi casa pero no pasábamos de la puerta de salida por que le decía que no que yo tenia mi bello auto, pero antes de pensar algo más alguien entró sin avisar pero y ya sabia quien era incluso sin mirar hacia la puerta , era el señor Thompson no se a que vino ya que todos lo que me mandaba a hacer lo mandaba por correo. - no te olvides de hoy en la noche - camino hacia la salida - no me importa si vas o no acompañada, tienes que ir sino te descontare de tu sueldo es importante para la empresa. Salió dando un portazo que hasta la pared le dolió y yo todavía estaba pensado en qué ponerme para ir no tenía ropa para esas ocasiones no se me avía ocurrido comprar o ir sola, mi jefe tenía una gala benéfica hoy en la noche y me dijo que tenía que ir sí o sí sola o acompañada que le daba igual literal esas fueron sus palabras, mientras trataba de trabajar otra persona entró justo el que me iba a ser mi acompañante esta noche con esa sonrisa tan encantadora y su paz interior a todo resplandor. - Elí ya es hora del almuerzo - el me decía así de cariño siempre , desde que me conoció en la sala de copias de este piso - corriendo mujer que muero de hambre - dijo sobándose la abdomen y regresando a la entrada - no seas desesperado ya estoy yendo- estaba dejando todo en orden y apagando la computadora donde trabajaba - espera solo unos minutos. - rápido mujer… que muerooooo - ya estábamos saliendo de mi oficina para ir directo al ascensor, pero antes de que se cerrará una manos lo detuvo y yo maldije en mi interior por que era mi jefe que en cuanto entró los dos miramos a otro lado y dimos dos pasos a los lados separándonos un poco, mire a aquellas paredes de de metal que eran mas interesantes que los tres individuos dentro del ascensor. Últimamente no tenia tranquilidad ni en el almuerzo ni en ningún lado más que en mi casa, ya que cada vez que salía o iba a almorzar a algún restauran el estaba ahí observando como si hubiera echo algo malo y siempre repasaba si dejaba algo olvidado o algo pero la verdad era que no, me estaba empezando a asustar su actitud acosadora aunque trataba disimularlo siempre me decía a mi misma que era mi imaginación de loca. -Buenas tardes señor Thompson - saludo mi amigo cortés, pero el ni contesto ni lo miro, que mal educado dije para mis adentros. por fin abrió en ascensor, después de darnos una última mirada llegamos a el estacionamiento para irnos en su coche, íbamos riendo que después se me olvido el amargado de mi jefe que iba caminando despacio a su automóvil. - cole te invito a mi casa hoy en la noche - tenía la confianza porque el ya avía ido en otras ocasiones no entrado pero si en una ocasión a dejarme. - baya preciosa que atrevida - se escuchó el portazo de un coche pero le no di importancia así que nos fuimos antes de que se nos acabara la hora de almuerzo le iba a proponer que me acompañara a la gala solo esperaba que no se negara. POV PRESCOTT A que le avía invitado a su casa ? , seguro para follar después de la gala de solo imaginarlo me daban unas ganas de golpear a ese bastardo, tenia una cierta atracción hacia esa asistente que cada ves que la veía me ponía duro y no me podía controlar así que siempre terminaba gritando los errores que no tenia . ella era perfecta en su trabajo y siempre me entregaba informes mejores que los anteriores ,no tenía quejas y eso era mi molestia que ni siquiera podía hablarle de los defectos que no tenía así que siempre me inventaba uno . cuando la invite a comer... cuando le abrí la puerta de mi coche para que subiera y me pregunte ¿ que estaba haciendo ? yo no era así con las mujeres de hecho con nadie así que cuando entre al coche le hable a una de mis tantas conquistas siempre dispuestas para mi la hora que fuera me decían que si y cuando la vi salir de ese restaurante fino seguí molestando tanto que me sentí un cabronazo por todas las idioteces que le dije. Cuando conoció a ese chico fue cuando vi a la verdadera Eliza que yo no quise conocer y me había dado cuenta que nunca me avía cruzado con una mujer que tuviera tanto de nivel de dulzura, timidez y humildad tan bien dirigidas y cargadas desde su forma de mirar hasta al pronunciar la mínima palabra. pero que a su vez todo eso estuviera abrazando a por una débil y muy sutil , casi invisible capa de caliente sensualidad, y tan solo con su inocencia ya me atraía. todo eso me lo tenia que sacar de la cabeza y solo avía una manera de hacerlo no avía otra manera tirándomela y hoy era el día ya tenía todo preparado solo faltaba ella para la cereza del postre, el postre en el que por fin la tendría en mis brazos y disfrutarla, solo esperaba y esta vez no me equivocara de chica. Ya avía empezado el evento y ella ni sus luces. me empezaba a impacientar y eso no me gustaba y tampoco me gustaba que me hicieron esperar aunque ella no viniera por mi, me consumía la duda de saber si a venia sola o acompañada. ya no avía más tiempo de espera, y solo quedaban las ganas de saborear cada parte de su cuerpo, en estos momentos quería recorre toda esa piel blanca que escondía los cinco días de la semana en la oficina, todo alrededor se quedaba atrás y solo habían cosas pervertidas en mi cabeza, no avía ni siquiera esa sensación de molestia cada vez que venía a estos eventos aburridos, todo o bueno la mayoría de lo que decía o hacía en cámaras era falso y hasta ahora era así incluso con la chica de piel blanca.
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