Capítulo 20

1817 Words
Caleb se quedó dormido mientras me abrazaba, lo había dejado subir a la cama porque no quería que estuviera lejos de mí, mi hermano había dicho que volvería un poco más tarde así que me quedé despierta esperando por él. Mis ojos permanecieron fijos en la puerta mientras detrás de mí Caleb me sostenía, sus manos tenían un agarre fuerte sobre mí y yo había puesto las mías sobre las de él para recordar que estaba junto a mí. Entonces la puerta finalmente se abrió y la luz del corredor llenó gran parte de la habitación, poco a poco pude divisar la silueta de mi hermano esperando por mí. —Caleb —lo llamé suavemente para que despertara, escuché su respiración cambiar poco a poco a medida qué recuperaba la conciencia —. Caleb, hay algo que tengo que hacer y quiero que vengas conmigo... Emmpecé a levantarme de la cama y me volví a él para ver cómo me miraba dubitativo, al mismo tiempo sentir su mano aferrarse a la bata de hospital qué me envolvía. Luego de unos segundos de silencio se levantó conmigo y ambos fuimos al encuentro con mi hermano, así ambos se aseguraron de que pudiera caminar bien, no quería que nadie me hizo estuviera pero aún así ambos me siguieron de cerca. Juntos llegamos al elevador evitando todas las enfermeras del piso, y bajamos al lugar donde se encontraba mi hermano para que yo pudiera verlo. Se encontraba en el sótano y tenía sentido para mí, así estarían más cerca para ser transportados en los carros qué los llevarían a las casas funerarias y luego a los cementerios. —¿Se supone que siempre sea así de silencioso? —preguntó mi hermano y Caleb lo miró confundido. —Bueno, creo que aquí hay gente más muerta que viva, no creo que vayas a encontrar mucho ruido aquí —explicó y Milo miró el lugar desconfiado cuando las puertas del elevador se abrieron. —Pero, nosotros podemos ver a los muertos, y estamos en un hospital... —Es cierto —dijo Caleb pensativo. —Extraño —pensé, y di el primer paso hacia la morgue, no pensé en el dolor que causa en mi cuerpo y extraña mente no lo sentí, como si caminara en una nube sin sentir la tormenta a mi alrededor. —Lo saqué antes para que pudieras verlo —me dijo mi hermano adelantándose para abrir la puerta, y entonces lo vi allí acostado de forma inerte con la sábana blanca sobre su cuerpo. No me atreví a ver más allá de la silueta qué se formaba con la sabana ocultando el cuerpo por completo, porque te me iba a ir lo que se ocultaba y no quería tener una imagen en mi mente que pudiera causar mis pesadillas. —¿Lo sacaste? —preguntó Caleb sorprendido. —No hay espíritu, nadie lo ha visto... Me sentí cansada en ese momento estuve a punto de caer al suelo pero Caleb me sostuvo de inmediato, quería llorar pero me detuve por el shock de la situación, sin embargo las lágrimas salieron mientras mi mente intentaba entender lo que estaba viendo. Era la realidad finalmente cayendo sobre mí con un peso demasiado grande para llevar sobre mis hombros, sentía que no podía mantenerme de pie porque la verdad me aplasta va contra el suelo. —Mason está muerto —dije finalmente y me volví a Caleb —, debería estar aquí, su alma debería estar aquí... No pueden llevárselo aún, no tienen derecho a llevárselo aún, los Blackallister no mueren así de fácil, ¡no tiene sentido! —Fue una explosión —señaló mi hermano nervioso —, no somos inmortales. Extendí mis manos para agarrarme de lo que encontrará, pero mis dedos se resbalan cuándo toque las paredes. sin embargo la acción me permitió impulsarme para volver a ponerme en pie por mí misma si la fuerza de Caleb, así que me di la vuelta empecé a caminar lejos de ellos dos, me fui por el corredor sosteniéndome de la pared rumbo al estacionamiento. Recordé de nuevo el recolector de sombras y la cabeza me dolió, él había dicho que no podía llevárselo porque su alma no le pertenecía. ¿Qué se supone que quería decirme con eso exactamente? No quería que me concentrara en el dolor que estaba a punto de consumirme, pero los humanos a veces sentimos demasiado. —Quiero irme —dije entonces y me volví a ellos que venían detrás de mí —, necesito salir de aquí. —¿A dónde debemos ir? —me preguntó mi hermano. —Debes descansar —insistió Caleb. El ruido del lugar de repente se volvió sordo y un pitido se instaló en mi oído, así que me di la vuelta de nuevo hacia el estacionamiento para observar lo que había en la tenue oscuridad. Solamente habían algunos pocos carros probablemente del personal, y pocas luces de bombillos que aún funcionaban. —Mara —no estaba segura de quién de los dos había dicho mi nombre, porque mi mente seguía escuchando a querer ruido silencioso, y mis ojos se habían posado en la sombra al otro lado del estacionamiento. —¿Qué es lo que quieres decirme? —le pregunté a la señora Ruth, y ella simplemente me miró a lo lejos, entonces me desmayé porque la luz se fue y el peso finalmente ganó y me llevó al suelo. Luego sentí el peso del vestido y creí que había despertado, pero en realidad me encontraba en el baile de fin de año de nuevo rodeada de extraños. No estaba segura de si era un sueño o un recuerdo o una ilusión de mi mente, también podría ser todo eso en uno solo si es que realmente había diferencia. Desorientada camine entre los asistentes escuchando la música, ni siquiera recordaba exactamente cuántos invitados habíamos tenido aquel día es que ni siquiera estaba segura de cuántos habían asistido realmente. —Aquí estás —dijo Caleb detrás de mí rodeándome con sus brazos, pude evitar asustarme por lo repentino de la situación y mi cuerpo se tensa un poco cuándo intenté no saltar por la sorpresa —. ¿Está todo bien? —preguntó y me hizo girar para ver mi expresión. —Creo que estoy soñando —le dije y él me miró de forma seria, entonces pellizca uno de mis brazos y cuando me quejé de dolor se rio. —¿Se sintió como un sueño? —pregunto con una sonrisa traviesa y me le quedé mirando sorprendida —. Veo qué no te he convencido, tu mente parece estar en otro lugar... Pero, también estás aquí. Lo miré confundida y vi su expresión cambiar cuando la música terminó y una nueva canción empezó, sí había desconectado de nuestra conversación y algo más ocupaba su mente. Entonces una gran sonrisa hizo brillar todo su rostro frente a mí, me gustaba saber quiero liberar de su maldición lo había ayudado a ser feliz de nuevo. Cuando lo veía sonreír mi corazón se aprieta un poco y me hacía feliz, ¿porque estaba repitiendo este momento en mis sueños de nuevo? —Creo que está debería ser nuestra canción —dijo sonriendo y yo negué con la cabeza, recordé que había dicho lo mismo sobre otras canciones que se reprodujeron esa noche. —¿Hay realmente una sola canción que creas qué es nuestra? —le pregunté y él se encogió de hombros mientras me llevaba con él a la pista de baile. —Todas las son excepto las tristes, no necesitamos canciones tristes para nosotros... Ahora, dejando eso de lado quisiera preguntar: ¿me concedería este baile? —preguntó de forma teatral extendiendo su mano para que la tomara. —He escuchado esta canción antes —murmuré pensativa —, supongo que esta es una versión un poco más épica. —¿Recuerdas el nombre de la canción? —me preguntó mientras me hacía girar. —No —dije sin aliento cuándo sentí sus manos tocar mi cuerpo y deslizarse en mis caderas —, no creí que fuera una canción para bailar de esta forma... —Es un baile lento, así que no sé a qué te refieres —dijo de nuevo con una sonrisa traviesa —. ¿Cuántas veces hemos bailado esta noche? —me preguntó y no pude recordar la cantidad de exacta. —No lo recuerdo —dije, justo antes de que la canción terminara y fuéramos interrumpidos por los aplausos de la gente que disfrutaba de la velada, las miradas de aquellos qué preferían la crítica antes que la diversión. Me sentí observada entonces como si estuviera desnuda, cuando me di la vuelta con él para regresar a la zona de comidas ví a Mason. —¡Mason! —grité su nombre mis ojos se abrieron, entonces me encontré de nuevo en la cama del hospital. —No, solamente Milo —dijo mi hermano pensativo sin dejar de observarme. —¿Cuánto tiempo...? —No ha sido tanto, solamente un día... Estuviste inconsciente por todo un día, ¿quieres ver televisión? —dijo mirándome de reojo y me di cuenta que la televisión ya se encontraba encendida. —¿Por qué estás tan calmado? —le pregunté entonces mientras me pasaba las manos por el rostro para intentar despertar y luego sorprendida encontré la máscara de oxígeno en mi boca. —No pude escucharte bien —dijo y se aproximo a mí para ayudarme, y cuando lo hizo simplemente se quedó mirándome como si no me reconociera. —¿Has estado teniendo sueños extraños? —me preguntó con calma —, porque yo también los he estado teniendo. No le dije nada y simplemente mire hacia la pantalla del televisor que él había estado observando, se encontraba en el canal de noticias y justamente se encontraba en medio de un reportaje sobre lo que había ocurrido. Hablaban sobre como la empresa estaba intentando recuperarse tras el desafortunado accidente, y como Caleb y mi familia se habían visto afectados por lo sucedido. Decían que me encontraba en un estado grave y por ahora habían mantenido la información sobre mi salud como algo confidencial, mientras que la vida de mi hermano se había perdido para siempre. Mostraron algunos videos de Caleb encontrándose con Charlotte y su padre, probablemente era una reunión sobre el proyecto que habían estado haciendo, un trabajo que probablemente podría mantener la compañía a flote sí todo terminado en buenos términos. —Necesito que llames a Joe —le pedí a mi hermano —. Hay algo que me gustaría preguntarle. Mi hermano me miró desconcertado, pero no dudo en hacer lo que le había pedido. —¿Qué quieres que le pregunte? —Quiero ver las grabaciones de lo que ocurrió ese día... Hay algo que debo ver por mí misma.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD