Capitulo 01

1657 Words
Ava Llegué al pequeño apartamento en el que ahora vivía, llevaba meses viviendo en este lugar tan horrible en donde apenas mi madre y yo entrábamos, mientras mi madre dormía en la habitación yo dormí en la sala, estaba destruido podía haber sangre en el suelo. Suspire Me siento en el sofá. El doctor había sugerido que viniera a descansar luego de pasar dos días en el hospital con mi madre sin separarme de ella mantenía la esperanza de que mi madre despertara sin embargo eso no sucedía, el doctor me había explicado que la hinchazón aún no bajaba. Mira el suelo y me di cuenta que habían recibos. Camino hacia ellos y los tomé. Estaba el recibo de la luz, el recibo del agua, el recibo del internet, el banco cobrándome el préstamo que había pedido para comprar el apartamento, me sentía tan estresada, me sentía tan frustrada con tantas deudas. Esto no tenía que haberme pasado a mí. Esta no era la vida que pense tener, pero era la vida que me tocaba. Maldije una y otra vez. Tomé mi pequeña cartera de imitación la abrí y saqué aquel papel que me había dado Nikolai. El me había ofrecido ayuda. Tomé mi teléfono y marqué aquel número escuché como repicó la primera vez y rápidamente colgué aterrada, en estos dos días en el hospital había logrado enterarme porque Nikolai tenía aquellos moretones, al parecer se había peleado con alguien otro hombre que terminó mucho peor que él. ¿Por qué? Nadie lo sabía ni siquiera las enfermeras. Mi teléfono sono, era que el número, era Nikolai Respire profundo antes de tomar la llamada — Ava...— mi nombre salió de sus labios con suavidad con sutileza— Qué gusto saber que me estás llamando, eso solo quiere decir que has pensado lo que te propuse y qué te pareció llamativa mi propuesta — solo llamé por error— dije. Claro que no había llamado por error pero seguía pensando que querría alguien como él de mí — no hace falta que te mientas ni que intentes mentirme a mí, Voy subiendo por el ascensor y solo espero que abras la puerta para mí— colgó la llamada ¿Que? ¿Va subiendo por el ascensor? ¿Qué es lo que quería decir con eso? Ni siquiera tuve tiempo de cuestionarme algo más porque escuché la puerta sonar No era posible ¿Estaba aquí? Pero como? ¿Cómo llego tan rápido a mi apartamento? Me levanté del sofá y caminé hacia la puerta, con las manos temblando la abrí ahí estaba aquel hombre, con su respectivo traje y sus pañuelo rojo en el bolsillo del saco muy visible. ¿Cómo es que la gente sabía que era un mafioso pero seguía libre en las calles? ¿Eso era normal? — ¿Cómo sabes dónde vivo?— quise golpearme contra la pared por aquella pregunta tan estúpida que había salido de mis labios Era un maldito mafioso! Una pequeña risa salió de su garganta mientras se adentraba a mi departamento como si fuese suyo. — no es fácil descubrirlo, tú más que nadie debería saber que cuando tienes dinero puedes mover el mundo— Es evidente que sabe más de mí de lo que yo creía Respire profundo, no podía dejar que viera que me estaba intimidando. Aunque por dentro estaba temblando por fuera tenía que permanecer firme. ¿Estaba en peligro? Era posible — ¿Qué es lo que quieres de mí?— la pregunta fue directa Él sonrió y se sentó en el sofá me invitó a hacerlo también, me senté frente a él, mirándolo fijamente a los ojos. Sus ojos tenían un brillo extraño en ellos, se veía divertido como si verme así le divirtiera, decidí detallarlo un poco más, lo había buscado en internet pero solo se decía que era un gran empresario que había comenzado desde cero su empresa en telecomunicaciones. Lo miré un poco más, Nikolai era muy atractivo, tenía aquella vibra de misterio, aquellos que te llamaba pero al mismo tiempo te suplicaba alejarte — A ti — Aquellas palabras me sacaron de mis pensamientos — ¿Que?! ¿Que quieres decir con eso?— Pregunte — Te tengo una propuesta Ava, trabaja para mí, se mi esposa — ¿Eso es un trabajo? Iba a hablar pero él lo hizo primero— te daré un sueldo para que simules ser mi esposa durante un tiempo todo será legal firmaremos un contrato en donde te aseguraré hacerme cargo completamente de tu madre, a cambio de que seas mi esposa Todo lo que salía de sus labios parecía absurdo ¿Por que alguien como él querría contratar a alguien como yo para ser su esposa? ¿Por que alguien como él querría contratar a alguien para hacer su esposa? Nada parecía tener sentido para mí al menos, un hombre adinerado y atractivo como el seguro tenía a muchas mujer que mataría por estar con él ¿Por qué quería pagarle a mi para eso? — ¿Por qué?— Le pregunté — solo debes decir que sí y todos tus problemas finalizarán— ¿Casarme con un mafioso? No, podría ir presa si él gobierno se entera ¿Que voy hacer si voy presa? Mi madre estaría más sola todavía. Negué — ¿Estás dispuesta a dejar que tu madre muera?— Preguntó viéndose un poco más serio. Mi madre...— piensa en ella Ava, piensa en todas las deudas que tienes ¿Quieras para pagarlas? ¿Quieres que dejen de molestarte y acosarte?— ¿Cómo es que él sabía todas esas cosas? — no es su maldito problema— Exclamé mientras me paraba del sofá— por favor señor Nikolai le pido amablemente que salga de apartamento y me deje en paz, le agradezco que haya pagado el hospital para que mi madre permaneciera ahí pero le prometo también que le voy a pagar cada centavo que usted pagó, pero claro que no me casaré con usted — ¿Estás segura? — Preguntó asentí — ¿Y qué piensas hacer para pagarme? ¿Qué piensas hacer para pagar todas tus deudas?— Me miraba fijamente. — Ese no es su asunto — Me hice la digna. — ¿Qué le pasará a tu madre si no pagas el hospital en los próximos días?— Pregunto — Espero que despierte antes de que te toque para la siguiente factura, si decides aceptar mi propuesta solo debes venir a mí— él hablaba con tanta seguridad, él estaba seguro que yo iba a ir a él. Es un mafioso, pero es alguien que puede ayudarme, el tiene razón, demasiadas deudas y pronto tengo que pagar las facturas del hospital de mi madre ¿Cómo haré para pagar aquellas cuentas tan altas? Cerré los ojos por un segundo cuando los abrí ví como él abría la puerta, maldije por lo que estaba por hacer. No tenía de otra. — acepto— palabras salieron de mi boca haciendo que Nikolai se detuviera por completo, se giró y me sonrió— aceptó casarme contigo pero debes cumplir con tu promesa, debes pagar las cuentas al hospital de mi madre, debes conseguir el mejor especialista para que ella pueda despertar, debes ayudarme a pagar todas mis deudas, solo así me casaré contigo— Le dije ¿Por que tenía la sensación que le había vendido mi alma al diablo? Había aceptado y ya lo había vuelto atrás, igual este era mi única opción, ya no tenía más. Nikolai se acercó a mí con una pequeña sonrisa en su rostro como si estuviese disfrutando de su Victoria, seguramente si lo estaba haciendo. — ¿Estás segura?— Pregunto — piénsalo bien para que si vuelves a decir que sí no hay vuelta atrás — ¿Acaso quería asustarme? — Si, estoy segura, solo cumple con tu promesa — Ya te dije, conmigo no tienes nada que preocuparte Ava Solo en qué no me maten.— recoge tus cosas porque te vienes a vivir conmigo desde ahora ¿Que?! No! — No! Claro que no, acabo de llegar del hospital, debo ducharme y regresar al hospital a ver a mi madre por si ella despierta — regla número uno Ava, no me cuestiones, aquí se hace lo que yo digo y si te estoy diciendo que hagas tus cosas que nos vamos lo haces en silencio— ¿Entonces así sería? — no será tu maldito perro que ordenas que obedece!— exclamé ¿De dónde había salido aquella valentía? Él tomó mi brazo y me sacó del apartamento mientras yo intentaba alejarme de él, quería que me soltara pero él simplemente no lo hacía, Nikolai me hizo adentrarme al ascensor y una vez estuve ahí me soltó, vi mi brazo rojo ¿Era esto en lo que me estaba metiendo? ¿Así sería mi vida ahora? Cuando las puertas se abrieron Nikolai una vez más me tomó del brazo volví a chillar intentándo alejarme de él sin embargo me hizo caminar hasta subirme a una camioneta, no me habló en todo el camino simplemente guardó silencio, algo aterrada también lo hice ¿Aún estaba tiempo para arrepentirme? Cuando el auto se detuvo miré por la ventana estaba fuera de un enorme mansión. — me retracto, no acepto, no quiero ser tu esposa— aquellas palabras hicieron que él se girara, me miró fijamente sus ojos me mostraban furia es como si el fuego estuviese ahí en sus ojos azules — te lo dije ya no hay vuelta atrás— dicho eso bajó de la camioneta y abrió la puerta de atrás para que yo también lo hiciera — Baja, no me hagas bajarte— rápidamente me bajé de la camioneta. El camino y yo caminé detrás de él, miré alrededor el terreno era enorme y pude ver a muchos hombres armados ¿Dónde me había metido?
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