La obsesión del mafioso ruso

Capitulo 02

Ava

Miré por la ventana de esta enorme habitación, desde aquí podía ver el hermoso laberinto que estaba en la entrada, también la fuente y no podia ignorar la cantidad de hombres armados, desde aquí parecían ser más personas, apenas Nikolai me había dejado aquí revisé para ver si había ropa de él, agradecí demasiado que estuviese completamente vacía porque eso solo me demostraba que esta habitación era mía y que no dormiría con él.

Por un segundo tuve miedo, miedo que pudiese obligarme a hacer algo que no quería además de estar aquí.

Esta sería mi cárcel pero al menos mi madre recibiría el mejor tratamiento y estaría con los mejores doctores.

Me quedé en la cama sentada y entras jugaba con mis manos.

Cuando la puerta se abrió rápidamente me levanté y me coloqué lo más lejos posible de la puerta esperaba que fuese Nikolai sin embargo no eras así, era una mujer, parecía tener mi edad

¿Quien era ella?

¿También estaba aquí en contra de su voluntad?

— Hola Ava, mi nombre es Daiana Novikov— Tiene el mismo apellido de Nikolai ¿Son familia? Ella también es mafiosa, se veía tan inofensiva, tan tranquila — Que gusto al fin verte — ¿Al fin?— Oh, no hace falta que me tengas miedo, vengo a presentarme porque quiero que seamos amigas— ¿Amigas? ¿Ella y yo?

Le vi suspirar cuando no le respondí y se acercó a la cama— que mi hermano es un bruto pero espero que puedas confiar en mí— Su hermano? Nikolai es su hermano

— Soy Ava...— Susurré aunque era evidente que ella ya sabía cuál era mi nombre.

Una pequeña sonrisa se extendió en su rostro.

— ¿Tienes hambre?— Preguntó — te he traído ropa mi hermano me dijo que seguramente querías ducharte— no me había dado cuenta que había colocado unas prendas en la cama, ella que vino hacia una puerta que había en la habitación supuse que era el baño, escuché cómo habría una llave y como el agua comenzaba a correr, ya acerqué a la cama y tomé las prendas que ahí estaban, era una pijama, mire hacia afuera y me di cuenta que efectivamente era casi de noche ¿Qué horas eran?— Te traje unas pijamas para que puedas descansar cómoda entiendo que debes estar muy agota, mi hermano me contó que estabas en el hospital con tu madre y que está muy enferma lo lamento mucho— acercó a mí ya alejé un poco ella volvió a acercarse y tomó mis manos mi primer instinto fue alejarlas sin embargo me detuve y la dejé hacerlo ella sabía tan amistosa pero ¿Podía confiar en ella? No, claro que no, tu hermano me había traído la fuerza aunque yo había aceptado casarme con él definitivamente no tenía que traerme de esta manera.

Estaba asustada

— Gracias — Susurré

— no tienes nada de qué que preocuparte que ibas a estar a salvo— ¿A salvo? ¿Aquí estaba en peligro? Decidí no decir nada— te puse a llenar la bañera para que tomes una ducha, mañana será la ceremonia estoy organizando todo va a ser muy hermoso, te dejo para que descanses en un rato vendrán a traerte la cena y yo vendré mañana a despertarte, adiós Ava — y así tan efusiva como vino se fue dejándome confundida

¿La ceremonia? ¿Eso significaba que me casaría mañana con el mafioso?

Que se golpear mi cabeza una y otra vez contra la pared por la estúpida que había sido, había tomado el maldito camino fácil como mi padre lo había hecho.

Resignada al menos por el momento camino hacia el baño y le puse seguro me quité la ropa y me adentré a la bañera sentí como mi cuerpo se relajaba instantáneamente estaba tan acostumbrada antes a tomar estos baños largos sin problemas sin preocupaciones y ahora tenía meses que no podía hacer esto porque tenía miedo que la factura de los servicios llegará muy alta por gastarme todo el agua.

Cerré los ojos disfrutando del agua tibia de las sales que aquella chica Daiana había colocado en el agua.

Respire profundo.

En qué diablos me había metido? Todo había sido tan rápido, tenía tantas preguntas.

Luego de un rato salí de la tina, tomé la bata de baño que estaba ahí esperando por mí, me la coloqué y cuando abrí la puerta del baño para salir grité al encontrarme a Nikolai ahí esperando por mí sentando en la cama.

Mi primer instinto fue cerrar un poco más la bata evitando que pudiera ver algo de mi cuerpo desnudo.

— ¿Que haces aquí?! — Le pregunté algo alterada

— Bueno es mi casa y puedo entrar a la habitación que quiera, pero vine a hablar contigo

— ¿Lo puedes esperar que me vista?— El nego y señaló el sofá para que me sentara, caminé hacia el sofá y me senté.

— Mañana tu y yo nos casaremos, apenas firmes el documento pásale a tu madre a lo mejor al hospital del país— centre toda mi atención en sus palabras— Ya llamé al especialista y va a estar esperando por ella el día de mañana, pero debes actuar como si estuvieses demasiado enamorada de mí no pudieras esperar para casarnos, quieres que mentir y tienes que hacerle creer a todos que somos la mejor pareja que van a ver en su vida ¿Entiendes?— Me dijo ¿Cómo voy hacer eso?! No lo conozco y definitivamente me da miedo — si logras convencerlos a todos en ese mismo momento me encargaré de pagar absolutamente todas las deudas que tiene

— el trato era que si me casaba contigo tu...

— tú aceptaste mis reglas Ava, ahora tienes que acoplarte a ellas— ambos sabíamos lo que sucedía aquí, Nikolai me tenía entre sus manos porque tenía razón cuando me dijo que el dinero te da la facilidad y él tenía lo que yo necesitaba y era el dinero para salvar a mi madre y salir de todas esas malditas deudas que mi padre me había dejado encima, no tenía escapatoria, al menos mi madre tendría toda la atención para poder salir de esto.

— ¿Cómo voy a hacer para conversarlos? No te conozco

— sabes lo importante, sabes mi nombre y mi profesión

— Eres mafioso...— aquello salió de mis labios lento como si no quisiera salir

Una pequeña sonrisa divertida se plasmó en su rostro, lo puedo evitar detallarlo un poco más Nikolai parecía tener al menos unos 30 años, no se le podía negar lo atractivo que era el blanca ojos azules cabello rubio, alto musculoso y el traje simplemente nos dejaba ver los musculoso que estaba porque le quedaba algo ajustado, pude notar fácilmente los moretones que había visto ayer, esta vez estaba más pronunciado y se veía muchísimo más, claridad y la comisura de sus labios casi no se notaba.

— Lo soy — Me confirmo — por eso sabes que tengo el dinero suficiente y el poder para ayudarte y para poner el mundo a tus pies si eso quieres Ava— El mundo a mis pies...

— ¿Por qué yo?— la pregunta salió de mis labios incluso antes de procesarla correctamente— ¿Por que entré tantas mujeres que fuese yo?

Ya aquella sonrisa divertida no estaba en su rostro, estaba serio.

— muchas preguntas por hoy, que descanses— dicho eso simplemente salió de la habitación

Es cierto que no conocía a Nikolai y su actitud solamente me hacía saber que nunca lo iba a poder conocer.

¿Quería conocerlo?!

No, no, claro que no, solo necesitaba su dinero hacer lo que él decía y mantenerme lo más lejos posible de él, mi meta sería mantenerme viva y ya.

Aunque no podía agregar que el hombre me causaba demasiada curiosidad es como si quisiera acercarse a mí pero a la vez me quisiera alejar, decidí sacar aquellas preguntas de mi mente, ya las cosas estaban hechas ya no había vuelta atrás, esta vez caminé hacia la puerta y puse la cerradura evitando así que alguien pudiera entrar a la habitación, me coloqué la pijama y me acosté en la cama y cuerpo se relajó más el colchón era tan cómodo.

Oi la puerta sonar

— ¿Quien?— Pregunté

— Señorita Ava, le he traído la cena cómo lo ordenó el patrón— oi la voz de una mujer

Abrir la puerta ahí estaba una mujer mayor como de 50 años con una bandeja en sus manos, la tomé le agradecí volví a cerrar la puerta con candado, me senté en la cama y disfruté de aquella comida tan deliciosa y tan completa.

Hace tanto no comí así de delicioso, lo poco que mi madre y yo ganábamos teníamos que pagar las deudas y nos quedaba muy poca comida para comer porque también teníamos que pagar la renta.

Decidí disfrutar la comida y la relajación que sentía en este momento al menos para esta noche ya mañana me enfrentaría a lo que tendría que enfrentarme

«Un día a la vez Ava» me dije a mí misma tratando de darme fuerza