Imposible olvidarme de tí

Juicio

Una año atrás..

El dolor carcome desde adentro cada espacio en mi desde que no están, mi amor, el producto de ello, pero empiezo a creer que es mejor dejarla ir, me torturo a diario con la idea de lo que pudo ser, pero la verdad es que nada a cambiado, nada es diferente, nada cambia, él no volvió, y yo no he vuelto a ser la misma, perdí más en un par de meses que en toda mi vida, y tengo que aceptarlo, estoy sola, con tres hijos que me necesitan, y a ellos me debo. No tengo más familia extendida, no tengo más amor para nadie mas, solo sabrina que es como mi hermana.

─mamá. ─asoma su cabeza intentando ser graciosa, mientras Ángel está de pie en la ventana, mirando a la nada, mientras intenta peinar su cabello. Se ha levantado de la cama después de casi un mes desde la pérdida de Emma. ─mañana hay una presentación en la escuela. ─dice muy entusiasmada Luisa desde la puerta. ─y tengo que ir disfrazada, ¿creés que podamos alquilar un traje de baile típico?

─Claro que sí. ─asiente con una sonrisa, lo que la entusiasma mucho y se acerca a abrazarla.

─¿aún sigues triste por la bebé? ─susurró a su lado, mientras la abraza.

─Creo que una parte de mi siempre se culpará de no haberla cuidado, pero sé que es algo que no puedo cambiar. Te tengo a tí, a tus hermanos, y eso es bastante. Soy privilegiada por poder tener unos hijos tan maravillosos como ustedes, y una tan inteligente y noble hija como lo eres tú. ─acaricia su mejilla y la pequeña sonríe.

─A mi si me hubiera gustado que naciera, y ver como sería... pero no sabía que podía embarazarse, ¿creí que...

─Yo tampoco. ─sonríe. ─Pero ahora que lo sé está bien, tampoco tengo pareja asi que...

─¿tenía pareja cuando estaba de viaje? ─pregunta aún a su lado.

─Si, algo así. ─asiente un poco avergonzada, pero no le ha mentido a su hija jamás, y ahora no quiere hacerlo.

─¿Eso pasó cuando nació Jota? ─pregunta con delicadeza, no quiere ofender a su madre.

─Mi amor... ─se sienta junto a ella en la cama. ─Jota es un niño increíble y aún es muy pequeño, ¿si te digo algo, me prometes que no se lo dirás? ─pregunta y aún con algo de miedo y duda, ella acepta.

─Lo prometo. ─susurra mirando a la puerta.

─El mundo está lleno de personas malas, de hombre sin valores, de animales. Yo no tuve un noviazgo para tener a Jota, ni tampoco una aventura. Fui víctima de un hombre cruel, y producto de ello nació Jota, amo a Jota como los amo a ustedes, porque él no tiene la culpa de nada de lo que pasó. Soy fiel creyente de que cada persona actúa según lo que hay en su corazón.

─¿Así como la abuela? ─pregunta con duda, aún es más como un reproche contra sí misma.

─Exacto. Y cada día, les doy a ustedes todo lo bueno que les puedo compartir, amor, valores, honestidad, respeto. Incluso el no hablar de otras personas es una manera de respetar a los demás. Cada persona en el mundo sin importar sus acciones tiene un punto de vista diferentes y se aferran a ello, intentar que cambien será solo una perdida de tiempo. ─añade.

─Ahora que hablamos de eso, ¿puedo preguntar algo sobre mi papá? ─murmuró con duda.

─¿Qué quieres saber?...

─¿Si él te lo pidiera, regresarías con mi papá? ─pregunta poniendo toda su atención en su madre, se puede ver lo esperanzada que está en su mirada.

─No. ─responde enseguida sin pensarlo. ─eso no pasaría. Y si pasara, yo no lo haría. ─dice muy segura.

─¿Odias a mi papá?. ─pregunta mirando al suelo, se siente avergonzada y un poco molesta por esa respuesta, esperaba una diferente.

─No podría... suspira al abrazarla para darle consuelo. ─No tengo mucho que decir de tu padre, pero si hay algo que agradezco, sin importar cómo terminó todo, o como se dió, es ustedes dos. Tú y Sandro, son producto del amor, un amor que yo sentí, no sé si tu padre lo sintió o puede decir lo mismo que yo, pero yo amé a tu padre en algún momento, y tú fuiste producto de ese amor. Tú, y tus hermanos en sí, han sido todo lo que necesito, y si yo cambiara algo de lo que pasó, o cómo pasó, no existiría, y siendo muy, muy honesta, no podría vivir en un mundo en el que no estuvieran ustedes.

─Y... ─duda por un segundo, pero se atreve a preguntar. ─¿Estabas enamorada del papá de Emma?

─A veces, sin importar cuánto llegues a amar a una persona, no siempre significa que vivirás con él. ─Sonríe. ─Y... sí. ─sonríe tanto por nervios como por vergüenza. ─me enamoré de alguien cuando hice ese viaje, fue algo que nunca esperé que pasara, y pasó, me enamoré, me permití sentir amor por alguien más, pero... las cosas no siempre salen como uno espera.

─¿y él dónde está? ─pregunta curiosa.

─Pues... él vivía en la ciudad a la que fuí, y se quedó allá, y yo regresé. Y se acabó. ─se levanta para dar terminado el tema.

─¿Y el señor que es hermano de la señora Karina, no es su novio? ─sonríe traviesa levantándose tras su madre.

─Fernando es solo un amigo, al igual que Karina, ¿te agradan? ─pregunta mientras se cambia de ropa.

─Sí, traen regalos siempre que vienen, incluso le dejaron una canasta de fruta y dulces en la puerta esta mañana. ─dice con una sonrisa, y una tarjeta. ─dice mientras la saca del bolsillo y se la entrega.

Una tarjeta con una cita bíblica, y al final, un: "estamos contigo"

─Fernando me agrada. ─musita. ─le gusta jugar con Jota, y Karina pasó todo el día aquí cuando usted estaba en el hospital y ella es delicada, aunque no sabe cocinar mucho y me tocó ayudarla. ─sonríe.

─bueno señorita Luisa, yo tengo que salir. ─prepara su bolso con un par de cosas. ─¿me puedes ayudar con tus hermanos en lo que regreso? ─pregunta mientras salen de la habitación.

─¿a dónde va? ─pregunta cerrando al puerta de la habitación de su madre.

─Aún no consigo empleo, así que iré a dejar un poco de carpetas a ver si consigo algo. El mundo no se detiene mi amor, yo tampoco. ─sonríe dando un sutil apretón de mano.

─¿que les voy a preparar de almuerzo? ─pregunta al llegar a la cocina.

─Dejé todo listo, solo calienta el arroz, y saca la ensalada de la nevera, y el jugo... ─señala, cuando su teléfono suena, ha llegado un correo.

Se detiene antes de salir para poder revisar el correo, pero el mundo se detiene frente a ella tanto como avanza a leer el correo.

─¿Función judicial?, ¿protección al menor? ─balbuceó confundida, mientras más lee, menos entiende y más se preocupa por lo que ve. ─¡Qué mierda! ─niega con la cabeza confundida.

─¿qué pasó? ─pregunta Luisa al ver a su madre consternada, Sandro va saliendo de la habitación, y ahora espera una respuesta a una pregunta que desconoce, pero la incertidumbre lo invade al ver a su madre muy preocupada.

─Alguien de ustedes dos, le ha dicho algo de lo que pasó a tu padre? ─pregunta al estar los dos en la cocina.

Luisa ve a Sandro se miran entre sí, Luisa se ve tan preocupada como su madre, pero Sandro titubea y evade la mirada de su madre.

─¿Qué te dije? ─lo regaña enseguida su hermana.

─Es que... mi papá me preguntó que porqué no estaba mi mami con nosotros, porque la señora Karina habló cuando él llamó, y me preguntó ¿quién es?. ─balbuceó nervioso, mira sus manos y niega con la cabeza al borde del llanto.

─Tranquilo. ─suspira intentando calmar su enojo. ─solo dime, ¿qué es lo que sabe tu papá? ─pregunta con un tono muy suave.

─Le todo... ─suelta más como un lamento. ─le dije que mi abuelita vino a llevarse las cosas que teníamos, y que ella y mi tía le pegaron a usted, y que por eso usted estaba en el hospital, por qué por los golpes que le dieron usted perdió a mi hermanita. ─se lamenta.

─¿qué le dijo mi papá? ─pregunta Luisa preocupada.

Levanta la mirada con cierta resignación, sabe todo lo que se le viene ahora con lo que le acaba de llegar, pero no quiere hacer que su hijo se sienta culpable por lo que ha hecho.

─Tú papá no dijo nada. ─sonríe. ─Solo tenía curiosidad. ─miente para tranquilidad de su hijo, ya que su hija de no deja de verlo de mala manera por su imprudencia. ─Voy a ver si consigo algo, portense bien, y no le abran la puerta a absolutamente a nada, y si tu abuelita o tía regresan...

─El botón de emergencia. ─asiente Luisa muy segura.

─Exacto. ─asiente.

Después de un par de besos en sus mejillas de sus pequeños, abrazos llenos de añoranza y amor, sale de casa a buscar una vez más empleo.