Capítulo 3
Desperté medio, bastante, atontada. Tomo mi teléfono y al ver que ya eran las tres de la tarde sospecha. Me levante y fui al baño, cuando me mire en el espejo pude notar que, en ese preciso momento, no tenía nada que envidiar a un panda. Removí el maquillaje de anoche y luego entre a tomar una ducha. Al salir, me puse una sudadera y un short.
Baje para comer algo. La casa estaba en completo silencio, como hoy era sábado, papá se sentía en el trabajo, Naomi en casa de sus amigas y Rosario ... quizás con su novio.
Me preparo un sándwich y fui a la sala a comerlo. Prendí la televisión, no había mucho para ver o más bien yo no había qué mirar. Luego de mirar varios canales, encontré uno en el que estaban pasando las ventajas de ser invisible. Mejor que nada.
Estuve alrededor de dos horas, hasta que termine la película, para luego subir a mi cuarto y organizar todo. Cuando todo estaba reluciente, la puerta de entrada se escuchó, mire mi celular y ya eran las seis menos diez. Pausa la música y luego pongo mi tenis, baje a ver quién había llegado.
-Hola- salude a Naomi.- ¿Necesitas ayuda? - pregunte viendo las bolsas que cargaba.
-Quedaron algunas en el auto, gracias Maya.
Fui en busca de las demás bolsas y las deje en la cocina.
-Saldré un rato, volveré para la cena.
-Ten cuidado.
Tome las llaves de mi moto y maneje hasta la veterinaria. Al llegar entre haciendo sonar la campanilla.
-Creí que no vendrías- sonrió Marlene, la dueña.
-May- saludo Wally, su marido.
El lugar tenía dos pisos, aquí abajo estaba la veterinaria, atendida por Marlene, arriba había un estudio de fotografía, del cual se encargaba Wally. Ambos eran muy buenos en lo que tenían. Comencé a relacionarme con ellos luego de salvar a un grupo de seis perritos, desde entonces vengo todos los sábados y juego con ellos y con los demás animales.
-Parecen bastante ocupados.
-La chica que trabaja conmigo renuncio, así que Wally me está ayudando mientras, aunque también se encarga de sus cosas.
-¿Necesitas gente? Puedo trabajar para ti, si lo deseas.
-¿En serio? May, eso sería de mucha ayuda. – Me abrazo con cariño.- ¿Te parece comenzar empezar el lunes?
-Sí, pero no pienso hacer nada que me deje llorando.
Ambos se rieron y asintieron.
De momento me quede allí y ayude en lo que podía, además de jugar con los animales en el pequeño patio trasero.
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-¿Por qué estamos aquí?- pregunto Alexa cuando nos encontramos fuera de casa de Aria.
Me encogí de hombros esperando a que la castaña se dignara a abrirnos la puerta. Luego de unos tres minutos la puerta se abrió, era el hermano de Aria.
-Está teniendo una crisis en su cuarto- dijo cuando pasamos.
-Bueno, eso no es nuevo- comento Alexa yendo al cuarto de Aria. La seguí.
Aria se encontraba sentada en el piso, rodeada de ropa y con su cabello todo alborotado.
-¿Paso un tornado por aquí?- pregunte cerrando la puerta detrás de mí.
-Evans me invito a una cita, dijo que me pusiera linda. Pero no sé qué ponerme, porque no sé si es elegante el lugar o no lo es.- comenzó a hablar a toda velocidad.
-Para, me explotara el cerebro- pidió Alexa.- no te alteres, me tienes a mí aquí, ten por seguro que no importa si es elegante o casual, te verás fabulosa.
Alexa comenzó a buscar entre toda la ropa desparramada. Moví mi mano para que Aria se acercara a mí, tome un cepillo y la peine, le hice un moño algo elegante y la maquille ligeramente. Alexa se encargó de vestirla y hacerla lucir todavía más hermosa.
Mientras se miraba en el espejo suspiro aliviada- Gracias chicas, si no fuera por ustedes, seguro le hubiera cancelado.
Sonreí y negué divertida.
Se escuchó la bocina de un auto.
-Tu príncipe con armadura está aquí, ve a divertirte. – la animo Alexa.
Nos dio un abrazo a ambas y salió disparada.
-¿Crees que deberíamos ordenar aquí?
Alexa le echo un vistazo general al lugar, todo estaba por todas partes.- No creo que sea necesario- sentencio y yo comencé a reír.- mejor invítame a cenar- se abalanzo sobre mí y me miro con sus ojos coquetos para luego sonreír de forma inocente.
-¿Quieres cenar?
-Mexicana.
-Bueno, vamos.
Nos despedimos del hermano de Aria y salimos de su casa, subimos a mi moto y fuimos a comer mexicana.