S i n E d i t a r
P A U L C A M E R O N
S i n o p s i s
La había estado vigilado por dos años y medios, una hermosa mujer de cabello castaño casi rubio, ojos azules, labios carnosos y un cuerpo de infarto pero inocente bastante inocente según mi percepción, se la pasaba estudiando día y noche lo que me complicaría acercarme a ella, parecía no tener tiempo para nada más que no fuera estudiar y cuando algún chicos e le acercaba ella no le prestaba atención pero yo sería diferente de eso depende todo
Necesitaba infiltrar me en esa familia, destruirlos desde adentro y Alexia era mi boleto de entrada
La mire entrar una vez más a la biblioteca, el día de hoy vestía deportiva, llevo dos años viviendo todos los días sin falta a esta cafetería que estaba al frente de la biblioteca la veía pasar y la veía irse pero hoy sería diferente, hoy no solo la vería hoy actuaría.
Me levanté de la silla y pague el café que tenía en la mano, camine lo más rápido que pude al entrar a la biblioteca camine hasta el pasillo en dónde sabía que la encontraría, la ví tomando un libro y luego caminar mientras lo miraba me atravesé en su camino y luego de dar unos cuatro pasos más chocó conmigo derramando el café en mi camisa blanca, ella levanto la mirada y me miró apenada, sus ojos azules detrás de los anteojos me miraban con vergüenza pero a mí me repugnaron aquellos ojos porque los conocía bien eran iguales a los de Ignacio Santis su asqueroso padre
— Lo lamento venís tan distraída por favor perdóname– Rogó, se agachó y soltó todo lo que tenía en la mano para luego tomar una servilleta de su bolso y tratar de secar un poco mi camisa
— Te perdono, no te preocupes– Rei haciéndome el despreocupado
— Déjame pagarte la tintorería y el café por favor – Pidió
La tintorería y el café
— Solo si el café te lo tomas conmigo – Sonreí de lado – Soy Paul – Me presente ella sonrió tímida
— Soy Alexia, es un placer conocerte y por favor una vez más disculpa es que venia tan distraída– Dijo, sus mejillas estaban completamente rojas
Es mi oportunidad
— No te preocupes como ya te dije te disculpo solo si me aceptas el café – Ella asintio
— Pero primero pasemos a la tintorería pago por la camisa y cuando te la den podemos ir y tomarnos un café – Me propuso asenti me parecía un buen plan
Joder menos mal el café no estaba caliente
— ¿Tienes coche?– Ella asintio
Lo sabía pero tampoco podía decirle vámonos en tu coche porque iba a saber que yo sabía que tenía un coche y eso definitivamente no me ayudaría en nada
— Podríamos irnos en el ¿Tu tienes auto?– Pregunto asenti.
— Pero vámonos en el tuyo no tengo ningún problema– Ella rio y comenzó a caminar, la seguí
¿De que se ríe?
— ¿Que es lo que te causa tanta gracia?– Pregunte confundido
— ¿Nunca te dijeron que no era bueno irse con un extraño?– Pregunto. No me juzguen pero de verdad me cayó bien era bastante ocurrente. Me di un manotazo mental, ella no puede agradarme solo la estoy utilizando– ¿Que tal si soy una asesina en sería y vengo a matarte?– Pregunto está vez rei yo
Alexia era evidente mucho más pequeña que yo, flaca aunque con curvas no había forma de que ella tuviera más fuerza que yo y pudiera matarme
— Te has visto a ti y me has visto a mi?– Pregunté, ambos salimos de la biblioteca, ella me miró y rio de nuevo
Que hermosa risa
— Tienes razón ni en mis mejores sueños podría con alguien como tú – Dijo entre risas
Entramos a su coche uno deportivo, típico de niña rica
La oí parlotear diciendo para que tintorería íbamos a ir pero yo solo me sentía extasiado por qué había logrado el primer paso
Poco a poco iba a tener en mis manos a la familia del Monte, acabaré con ellos como ellos había acabado conmigo y con mi familia, lamento que Alexia sea un daño colateral.