Capítulo 4: Nada memorable

1940 Words
Termino empujándolo, mientras el sonríe de medio lado. —Nada memorable—Le repito fulminándolo por la mirada —Por eso lo hicimos ¿Cuántas fueron? ¿4? ¿5? —Se burla, se acerca a mi, tomando mi mano para dirigirla a su m*****o duro—Y en cada una, te corriste, tanto como yo Al menos tiene la decencia de reconocer que el también lo disfruto, solo lo fulmino con la mirada —Eres un mentiroso —Yo no te mentí, Zia —Trabajas para mi padre—Le digo con los ojos entrecerrados —Si —Cuando dijiste que verías a tu jefe, ¿Te referías a mi padre? —Tus hermanos—Levanta las cejas —Te pidió acercarte a mi ¿Y acostarte conmigo por un bono extra? —Me burlo —Me pidió vigilarte, cuidarte—Corrige—¿Por qué no le dijiste lo que pasó? —Ya, entonces ¿Por qué te acercaste? —Fue un accidente—Dice acariciando mi cintura —No te creo nada —No me importa—Dice llevando su mano a mi trasero, para pegarme a su cuerpo —¿Qué pensaría mi padre sobre tu rebeldía? —Tuviste la oportunidad de delatarme, pero no lo hiciste, princesa—Me dice burlón —¿Mi padre te ordeno acercarte a mi? ¿O alguno de mis hermanos? —No, debía mantenerme alejado—Le respondo con un “aja” de incredulidad—Por mucho que no me creas, no quiero que tu padre me corte las bolas, por follarme a su hijita. —Tal vez sea algo que te mereces—Una de sus manos llega a mi pecho, lo rosa suavemente —Pero así no podría follarte —¿Lo disfrutaste? —Le pregunto con calma, tocando de nuevo su m*****o, lo acaricio, gruñe al tacto —Demasiado—Su voz es ronca, sexy. Me acerco a su oído tomo su lóbulo, lo mordisqueo un poco y de nuevo gruñe —Que bien, porque no volverá a pasar—Le digo abriendo la puerta, dejándolo sorprendido, entro al cuarto, y me giro a verlo, aunque se nota aun su sorpresa, me regala una sonrisa —Ya lo veremos—Dice él, justo en el momento en que cierro la puerta, lo que me arranca una sonrisa. Ese cabrón esta loco, si cree que me volveré a meter con él. (…) Me levanta por la mañana que los tres primates que tengo como hermanos entran de golpe. —HERMANITA—Gritan y se avientan a la cama, brincando como locos. Aunque Alessandro tiene 29 años, Santino 27, y Vito 26, conmigo se siguen comportando casi siempre como de 12, 10, y 9. —Déjenme dormir—Les digo tapando mi cara con la cobija, y todos comienzan a hablar al mismo tiempo. No les entiendo nada. Me destapo y tres sonrisas con ojos diferentes me miran. —Chicos—Dice una voz jodidamente ronca y sexy en el marco de la puerta, todos giramos para ver quien es. Salvatore con su maraña de cabello n***o revuelta, sus ojos negros somnolientos, con un pantalón que llega a su cadera, el torso desnudo, dejando a la vista su mu trabajado abdomen, y descalzo, la boca se me seca solo de verlo—¿Saben la hora que es? —No es mi culpa, que anoche te pasaras de copas, pinche grinch—Le dice Vito burlón —¿Me lo dices a mi? — Pregunta con inocencia fingida Salvatore —Si, ayer estabas de un humor que no te aguantabas. —Ahora el que se burla es Alessandro—¿Y puedes hacerme el favor de ponerte una puta playera? —¿No te gusta lo que vez? —Se río Salvatore, mostrando su bíceps que al apretarlo crece un poco mas. —Esta mi hermanita aquí—Dice Santino pegándole en el brazo a Salvatore —Bien, me iré a dar un baño, y a vestir—Informa dando la media vuelta—Por cierto chicos… recuerdan que solo hay un baño aquí, y poca agua caliente Se ríe y todos salen corriendo de mi habitación para ganar el baño, por lo que yo regreso a dormir. Me sumerjo en un sueño delicioso, pero privado, un sueño de la noche con Salvatore. Un sueño donde estamos fundidos en una pasión exorbitante, dice mi nombre en mi oído mientras disfrutamos… —Zita—Escucho entre sueño y realidad—Zita despierta Me tocan el hombro, y entre sueños solo digo “Salvatore” —¿Qué? No—Dice, entonces abro los ojos. Y me encuentro con los ojos azules de Alessandro —Ay mierda—Digo suave —¿Estabas soñando con Salvatore? —Me pregunta divertido, trata de ahogar una carcajada pero no puede—Te lo diré ahora, el no es hombre para ti, hermanita, no te lo recomiendo —No planeo acostarme con él ni tener nada con él —Bien, porque ese chico es demasiado mujeriego —Te consta—Le digo riendo y burlándome, para que Alessandro diga que otro hombre es mujeriego, es porque es igual o peor que él —Si, me consta, tiene su reputación—Se ríe de nuevo —No te preocupes Al, no haré nada, solo me impactaron sus músculos—Le digo restándole importancia —Si, esta cabrón —bueno, ¿Por qué me despertaste? —Para que te metas a bañar, papá nos espera en 20 minutos abajo—Me dice, mientras yo ya me estoy poniendo en pie, y tomando mis cosas para meterme a bañar—Tendrás el placer de viajar conmigo y tu sueño húmedo en el mismo carro Le hago una señal con el dedo medio antes de salir a darme una ducha. (…) En efecto en el carro vamos Alessandro, Salvatore, Vito y yo. Alessandro se pudo de necio en querer manejar él, aunque mi padre se enojo mucho, dice que para eso están Salvatore y Davide. Lo que me pone algo de malas, porque seguro ya no podré manejar mucho, o hacer las cosas caminando. Al pone música, algo en lo que mis hermanos nunca han estado de acuerdo es en la música. Alessandro, le gusta la música clásica. Es muy relajante escucharla. —Me da gusto que regreses Zita—Me toma de la mano tiernamente. —Aunque no lo creas, a mi también —¿De verdad? —Pregunta Vito en la parte de atrás —Claro que si, ya los extrañaba —Yo también—Dice casi gritando Vito, lo que mis tres hermanos tienen, es que conmigo son muy efusivos, muy explosivos. Me río de su ataque de emoción al saber que los extrañaba. Por el espejo lateral veo a Salvatore, me sostiene la mirada un momento sonriendo. Volteo a ver a Alessandro —¿Desde cuando me mandó seguridad mi padre? —Le pregunto y sin dejar de sonreír y se encoge de hombros —Siempre has tenido seguridad, pequeña—Suspiro, porque en el fondo lo sabía, sabía que mi padre no me dejaría sin nada de seguridad —¿Y desde cuando me puso a Frank Farmer? —Mi hermano se ríe y Salvatore igual —Soy mas guapo que Kevin Costner, sin duda—Dice riéndose Salvatore, y lo fulmino por el espejo, pero solo me guiña un ojo. —Él solo tiene 1 semana—Dice encogiéndose de hombros —¿Por qué cambió mi padre de personal? —Salvatore, esta muy capacitado, y tiene mas experiencia y habilidad para detectar amenazas… —Alessandro, sé honesto…—Comienzo a decirle—¿Por qué mi papá esta tan paranoico con la seguridad? El suspira un momento, e intercambia miradas con Salvatore y Vito, este último solo se encoje de hombros y desvía su mirada al paisaje. —Ha habido muchas amenazas contra ti… bueno contra todos, pero mi padre se preocupo cuando le llegó un sobre con fotografías tuyas en tu día a día, y unas especialmente, de ti durmiendo —¿Qué? —Le pregunto sorprendida—¿Por qué no me lo dijeron? —Papá no quería alertarte Zita… pero las cosas están realmente mal. Incluso los abuelos están viviendo en la mansión… —¿Los 4? —Pregunto sorprendida, mis abuelos nunca se han llevado bien. En el mundo legal de la familia, mis abuelos eran como los capuleto y los montesco. —Si—Responden Vito y Al, al mismo tiempo, uno con una sonrisa divertida, y el otro con una cara de amargado —Se la pasan peleando—Dice Vito con cansancio —Son tiernos—Replica Alessandro. Y ambos se enfrascan en una discusión sobre si es buena o mala idea ponerlos juntos. Hasta que de pronto se me ocurre algo —Espera, espera—Le digo casi matando a mis dos hermanos con la mirada—¿Qué tan cerca debe estar Salvatore para cuidarme? —Vito y Alessandro sonríen con culpabilidad—¿Es una jodida broma? —No te enojes—Dice de inmediato Alessandro, yo solo suspiro—Solo adaptaran una de tus recamaras, no tendrás que verlo mucho… —¿Y si quiero llevar a alguien a casa? —Les digo y Alessandro cambia su actitud culpable a divertida —¿Desde cuando te ha importado eso? —Se ríe—Ni te preocupes por eso, ¿Salvatore? —Solo recibe un “mmm” en respuesta—¿Te importaría si ves a Zita cogiendo con alguien? Por el espejo, veo como desvía la mirada de su celular a mi hermano con sorpresa —Espera ¿Cómo llegamos a esta platica? —Dice entrecerrando los ojos, evitando la respuesta, por lo que sonrío de medio lado, mi hermano se ríe pero aun espera la respuesta, Salvatore suspira—No me importaría, pero no es algo que me gustaría especialmente ver. —¿Por qué no? sería como ver porno en vivo…—Dice Vito riendo —¿Seguros que quieren que vea desnuda a su hermana menor? —Levanta las ceas en sorpresa. —Preferiría que ni tu ni nadie lo hiciera—Dice Vite y Alessandro se encoge de hombros —Pero eso es algo que Zita debe decidir —¿Saben que estoy aquí? ¿O ya me volví invisible? —Vamos Zita, no es para tanto, ya has tenido esa clase de protección—Comienza a decir Alessandro—¿Es por tu sueño? No puedo evitar ponerme roja. Y mi mirada se ve hacia el espejo, donde Salvatore me mira con curiosidad y diversión. —No, es solo que me he acostumbrado a estar sola—Evito el tema, antes de que Vito comience a preguntar como loco. Llegamos a desayunar, afortunadamente Davide y Salvatore se quedan afuera. Yo me siento relajada de estar solo con mi familia —¿Entonces piccola? —Dice mi padre abrazándome—Estoy tan feliz de que al fin tendré a mis cuatro hijos al pendiente del negocio —Aunque no lo creas, yo estoy feliz de volver a verlos —Pero no de regresar al negocio ¿No? —No es eso padre, sabes que nuestra moral esta algo…. Ambigua… —Pero su honor esta intacto —Si padre, pero a que precio… —Pequeña, cuando entiendas que nosotros no nos hicimos así por gusto, vivirás mas feliz. Suspiro pensando en el motivo por el que mi familia se dedica a esto. Al final no importa, yo haría lo que fuera por mi familia
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD