Volví a mi escritorio después de saber lo que quería mi jefa Giovanna, no debía ser algo difícil, pero ¿Cómo pasaría por desapercibida?.
Cecilia se acerca a mi escritorio al ver mi cara de preocupación.
—¿Qué te pasa?— Me pregunta.
—Giovanna me pidió que me uniera al grupo para conseguir la entrevista con Demian Lennon— Le dije abrumada.
—¿Y qué harás?
—Supongo que tendré que hacerlo, pero lo haré a tu favor, si logro conseguir que Demian diga que sí, esa entrevista será tuya— Le dije a Cecilia con seguridad.
Cecilia casi brincaba de la felicidad, y yo me sentía feliz de poder hacer algo por ella.
Cuando llegó la hora del almuerzo, salí con Cecilia a un restaurante cerca.
Tomamos asiento en una mesa, básicamente en la misma de siempre, ordenamos lo que íbamos a comer.
—Estoy tan emocionada por lo que dijiste, espero que puedas conseguir esa entrevista— Dijo Cecilia con emoción.
—No cantes victoria Cecilia, aún no es seguro— Le dije sabiendo que ya eso era un reto para mí.
Inesperadamente, sin verlo venir, se acerca Federico, mi ex novio y accionista de la editorial.
—Buenas tardes hermosas mujeres, ¿Puedo tomar asiento?— Pregunta Federico ya sentándose.
—Ya tomaste asiento— Dice Cecilia con sarcasmo.
Federico es experto ignorando a Cecilia, la verdad es que nunca se supieron comprender.
—¿Qué quieres Federico?— Le pregunto sin rodeos.
—Quiero que me aceptes una invitación a cenar esta noche— Dijo con un a sonrisa cautivadora.
—No puedo, hoy estoy ocupada.
—No digas que no. Hoy es mi cumpleaños y me gustaría que me acompañaras, y después del día de hoy, no te molesto mas— Dijo para tratar de convencerme.
Cecilia me mira fijamente y con su mirada habla sin tener que decir media palabra, pero no le hago caso.
—Está bien, mándame por mensaje la ubicación y ahí estaré— finalmente le dije.
—Por supuesto que sí. Que tengan un rico almuerzo— Dijo mientras se levanta de la silla y luego se marcha.
Cecilia se mostraba que no podía creerlo. —¿Te volviste loca?— Me preguntó anonadada.
—Cecilia, hoy es su cumpleaños, además Federico no fue mala persona conmigo, siempre entendió mis sentimientos, y sabe que lo terminé porque no lo pude llegar a amar— Le dije apenada.
Cecilia no se mostraba de acuerdo, pero no le quedó más de otra que aceptarlo.
Cuando llegó la noche, salí de la editorial con la intención de llegar a casa y simplemente arreglarme para cenar con Federico.
Sin embargo al salir a la calle, veo el auto de Demian, me acerco y el cristal de la puerta del acompañante baja.
—¡Sube!— Escucho a Demian decir.
Miro hacia los lados como si pudiera ser espiada por alguien y luego subo al auto.
—Buenas noches Demian— Dije con amabilidad.
Demian no dijo nada, pero notó que no llevaba puesto el cinturón de seguridad y el mismo me lo puso, y para mi sorpresa, me dio un cálido y tierno beso.
—Buenas noches—Dijo.
Me quedé asombrada por su actitud, es decir, después de hacer el amor con él, no lo había visto y este recibimiento me deja asombrada.
Demian puso el auto en marcha y mientras conducía, no pude quedarme callada.
—Demian, hoy saldré a cenar, espero que no te moleste— Dije para empezar.
Él sonrió mostrando que no había ningún tipo de problemas en eso. —No tienes que pedir permiso, ni debería molestarme que salgas, está bien si lo haces— Respondió con amabilidad.
Miré hacia la ventana antes de responderle, era obvio que no le molestaría que yo saliera, no era de su interés sentimental.
—Hoy es el cumpleaños de Federico, así que me invitó a cenar.
—¡Federico! ¿Tu ex novio?— Preguntó.
No negaré que sentí un poco de nervios al ser respondida con una pregunta, pero ya había hablado.
—¡Sí!.
—No me parece que salgas con él— Me dice cambiando de parecer.
No puedo evitar sonreír con ironía. — Dijiste que podía salir sin problemas.
—Si, lo dije, pero no está bien que salgas con un ex novio.
—Federico sabe que no lo quiero, y que solo podemos ser amigos.
—Ja, sabes bien que aunque él lo sepa no dejará de insistirte.
—¿Te molestaría?— Le preguntó mirándolo mientras él aún conduce, con sin mirada fija hacia el frente.
Demian se queda en silencio unos segundos,pero luego gira su cara hacia mí y me sonríe.
—No, no me molesta. Puedes ir con él— Finalmente dice.
No vuelvo a responderle, ya era una conversación que sabía que no era por celos, simplemente por reputación.
Al llegar a la mansión, subo a la habitación, tomo una ducha rápida y luego me cambio.
Llevo puesto un vestido color rojo hasta la rodilla con mangas lisas en los hombros, un labial rojo y el pelo ondulado.
Mientras bajo la escalera me encuentro con Demian que viene subiendo y al verme se detiene.
—Que hermosa estás— Dice mirándome de arriba hacia abajo.
—Gracias, debí irme, estoy un poco retrasada—Le respondí mientras continuaba bañando las escaleras.
No escuché la voz de Demian responderme, pero justo cuando voy a abrir la puerta para salir, su voz me detiene.
—¿Y si cancelas con Federico y sales esta noche conmigo?— Me preguntó dejándome asombrada.
No pude evitar soltar una sonrisa, ¿Cómo se le había ocurrido a Demian hacerme esa propuesta?.
—No sé si tenga el corazón para dejar a Federico plantado.
—Envíale un mensaje y dile que no podrás llegar— Insistía él.
Caminé hacia la sala y me dejé caer con elegancia sobre el sofá. —Está bien, te esperaré.
—Regreso rápidamente, solo me cambio y bajo— Dijo Demian.
Mientras lo veía subir las escaleras, saqué mi móvil de mi pequeño bolso y envié un mensaje de texto.
“Perdóname, no podré llegar a la cena contigo, otro día te pagaré esta cena”
Casi de inmediato recibí respuestas. “Está bien, lástima que no puedas, pero insistiré hasta que me pagues esta cena”.
Al leer el mensaje sabía que sería así, en insistiría hasta que yo estuviera sentada en una mesa con él.