Tras una ducha salí y me mire en el espejo, deje caer un suspiro, en ocasiones la baja altura era algo bueno, para mi disciplina era lo mejor, me hacía hacer muy bien algunas acrobacias pero sobre todo me ayudaba en los saltos pero en el resto de las cosas medir un metro sesenta, era una mierda, necesitaba ayuda para llegar a los sitios y eso me daba bastante vergüenza, pero no solo eso sino que no cualquier cosa me quedaba bien. La altura era una de las cosas que más bajaba mi autoestima, era demasiado triste sentirme guapa por todas las partes de mi cuerpo y que la belleza me hicieran sentirme mal, fea y diferente pero supongo que así era la vida. —Vamos—me dije a mi misma para animarme. Cerré los ojos para respirar hondo y cuando los volví a abrir me recupere de ese momento de insegu

