Capítulo 8

2229 Words
—Ayer no me dio el tiempo de comentártelo, Roger me dijo que será un placer volver a verme— dijo Ale después de estar mucho tiempo en silencio, al decirme esto una hermosa sonrisa se formó en su rostro, cada vez que ve o recuerda ese hombre tiene la misma actitud. —¿Que ha pasado con lo de no hacerse ilusiones?— pregunté luego de unos segundos pensando en qué decir. Sé que soy muy directa, pero ya habíamos hablado de esto. Rolands es un hombre rico, un hombre diferente a nosotras, quizás solo sea mi pensamiento, pero no puedo imaginarlo con una persona de la clase social que tenemos Ale y yo, hay una gran brecha entre ambos. —Shell, no puedes simplemente ponerte contenta por mí— agregó un poco molesta, la sonrisa en el rostro de Ale se borró y miró hacia el piso. En este momento, al verla así enseguida me arrepentí de mi comentario, a veces no pienso en lo que digo y soy muy dura. Estoy segura de lo que digo y opino, pero de vez en cuando es mejor guardarlo para no herir a nadie. —Ale, claro que me pongo contenta por ti, solamente no quiero que salgas lastimada. Siempre tengo ese problema, soy una mujer demasiado directa, no suelo guárdame nada de lo que pasa por mi mente, pero cuando actúo así lo hago con buenas intenciones, no me gustaría ver a Ale herida por ilusionarse con la persona equivocada, odio ver sufrir a las personas que me importan y mi amiga me importa muchísimo. —Tú piensas demasiado las cosas Shelby, sé que estoy soñando muy alto, pero no pierdo nada con intentarlo o solo imaginarlo. Eso que acaba de decir, acerca de que pienso demasiado en todo, es completamente cierto, no me gusta ir a ciegas, me gusta tenerlo todo controlado, saber a qué me enfrento, por eso es que analizo todas las situaciones posibles, una y otra vez, siempre intentando no equivocarme. Pero sé que puedo ser muy dura así que por un momento decidí olvidar mi personalidad controladora y analista, entonces tomé las manos de Ale, la mire directo a los ojos y lo que voy a decir va en contra de todo lo que soy, de todo lo que creo, pero ahora tengo que ser buena con mi amiga. —Si quieres arriesgarte por supuesto que te apoyo amiga, mereces lo mejor del mundo, ese hombre se estaría llevando a la mujer perfecta— ante mis nuevas palabras Ale una vez más volvió a sonreír ampliamente y esta vez me dio un fuerte abrazo. Es increíble como las palabras o una simple frase pueden cambiar el humor de las personas, cuando dije algo negativo se entristeció mucho, pero al ser positiva automáticamente le devolví la alegría. Ese poder de hacer sentir bien o mal a alguien lo tenemos todos, cada uno de nosotros, pero más que para el mal, deberíamos aprender a utilizarlo para el bien. Es hermoso poder hacer que alguien se sienta bien, mejorar su malestar, lograr que deje atrás la tristeza, los malos días. —Gracias amiga, igualmente sé que tienes razón, no debo precipitarme, apenas lo conozco, pero me ha hecho ilusión volver a verlo. Cuando habla de él sus ojos brillan con una ilusión especial, un brillo que contagia y provoca que nos sintamos igual que ella, te dan ganas de aprender a sentirte de esa forma. —Mereces el amor que dijiste querer, ese hombre perfecto, esperemos a ver qué pasa con ese señor— al decir estas palabras, ella me sonrió, cerramos la conversación y continuamos trabajando. Ojalá algo pudiera suceder entre los dos, una linda relación, porque si hay alguien que merece un amor verdadero es Alejandra. Es una buena chica que ha sufrido mucho junto a su hijo, le han tocado grandes obstáculos los que con mucha valentía ha superado. Por lo mismo no merece a un hombre ordinario, una mujer como ella no puede conformarse con cualquiera, de hecho, todas nosotras valemos mucho y, por lo tanto, ninguna debería estar con un idiota insensible. Pero Ale, ella es mágica, ella brinda alegría a todo el que la rodea, así que necesita a un hombre bueno, honesto, trabajador, cariñoso y responsable, que sea un ejemplo para Jamie y lo ame tanto como ella. Quizás ese hombre podría volverse una especie de padre que pueda cuidar al niño y a su madre, que esté presente en esas situaciones en que Jamie necesite de una figura paterna, que los quiera mucho y sobre todo los respete. Estoy segura de que Ale al pensar en una relación, lo primero que toma en cuenta es a su hijo, ya que él es lo más importante en su vida. Por él no podría estar con cualquiera, ella seguramente quiere a alguien como lo que acabo de describir, porque sería impensable que se fije en un hombre que pueda tratar mal a su hijo, que sea un mal ejemplo, mi amiga siempre está pensando en Jamie, ya que él es su razón de vivir. Gracias a la conversación con Ale me doy cuenta de que a veces puedo ser muy hiriente, más de lo que creía. Ella me contó algo que la emociona, algo que quería compartir porque le hace bien y lo primero que hice fue tirar una frase negativa, arruinar su ilusión, por supuesto que no era mi intención hacerla sentir mal, pero aun así lo he hecho. Ser así es tan característico de mí, sin darme cuenta suelo tener esa mala actitud, pero hasta ahora no me había percatado de ello, no me había detenido ni un solo segundo a reflexionarlo. Pero ahora que me pongo a hacerlo, me doy cuenta de que probablemente Ale tenga razón y he sobre exagerado toda la situación con el jefe, quizás no es tan malo y me he formado una imagen de él que no se acerca ni un poco a la realidad. Mientras seguimos trabajando Ale continuó contándome del día anterior, lo que habló con Rolands y Howland. Cuando me fui, enseguida Evan también lo hizo, se disculpó diciendo que tenía muchas actividades que hacer. Pero antes le mencionó a Roger que era muy bienvenido y que podía permanecer en la empresa todo en tiempo que gustara, asignando a Ale para enseñar las instalaciones, mi amiga ya tiene experiencia como guía de la empresa, lo ha hecho más de una vez. En el trayecto de la guía por el edificio se enteró de algunas cosas sobre Rolands, su edad, que desde pequeño su familia tuvo dinero, con una importante empresa de bienes raíces. Pero a él no le interesaba eso, no era un tema que le apasionara, así que decidió estudiar medicina, pero ser médico no le parecía suficiente así que en el trayecto se especializó en estudios científicos. Con ayuda de expertos en la materia logró abrir esta farmacéutica que con el tiempo ha crecido mucho, ha hecho grandes avances que han ayudado a quienes lo necesitan. Su madre lo apoya mucho, aunque no lo hace de manera incondicional, pero su padre nunca lo ha hecho de ninguna forma, no estaba de acuerdo en que no se dedicara al negocio familiar al igual que sus hermanos. Independientemente del éxito que Roger ha tenido, para su padre nunca es suficiente, nunca lo elogia, ni apoya o acompaña en ninguno de sus logros. Es admirable que a pesar de no tener apoyo ha luchado por lo que le gusta, por lo que cree, y en el camino ha ayudado a muchas personas. Es muy pronto para decirlo, pero por lo poco que ha contado Ale parece un buen hombre, una buena compañía para ella, ojalá pudiera serlo porque noto a mi amiga bastante ilusionada con la idea. Aunque las diferencias entre ambos son abismales y eso es lo que más me preocupa. Estuvimos toda la mañana hablando de Rolands, Ale está realmente ilusionada, apenas lo conoce y ya se siente así, no imagino como estará cuando comiencen a verse más seguido, ojalá las cosas resulten de la forma en que mi amiga espera porque odiaría verla sufriendo. Llegó la hora del almuerzo y como siempre fuimos a comer juntas. Esta empresa es muy extraña, porque somos muchas las personas que trabajamos aquí, pero no hay ni la más mínima unidad, aunque nos vemos todos los días prácticamente somos extraños, nadie habla con nadie, hay pequeños grupos así como Ale y yo, pero entre el resto no hay contacto. Es igual que en la secundaria, cada uno está con su grupo de amigos, por un lado, los que se sientan en el fondo, los inteligentes, los guapos, guapas, que no tienen una definición. Estúpidas etiquetas que te segregan socialmente, que te obligan a juntarte con quien debería ser correcto, porque de alguna forma todos sabemos a qué grupo pertenecemos y sabemos que debemos alejarnos de quiénes no se parecen a nosotros. Habíamos continuado con el trabajo cuando mi celular en el bolsillo comenzó a sonar. Por las dudas de que sea mi papá y me necesite siempre estoy atenta al celular, jamás me perdonaría que algo le pasara solo porque no le he respondido, pero al tomar el teléfono vi que no es él, sino que es el número de su doctora. —Hola Diana ¿Cómo estás?— dije al responder la llamada. —Hola Shelby, disculpa que te llame, pero tengo algo importante para decirte con respecto al tratamiento de tu papá— al oír eso me puse muy tensa, deje todo lo que estoy haciendo porque tengo miedo de que algo ande muy mal. —¿Ha pasado algo?— pregunté sin aguantar la ansiedad. —Sé que a veces los medicamentos actuales no alivian el dolor de tu papá, por eso he encontrado unos nuevos que podemos probar, pero necesitaría sus opiniones— oír esa noticia me cayó como un balde de agua fría, no tenía idea de que la medicina no estuviera dando resultados, cuan distraída he estado últimamente. —Todo lo que sea para ayudarlo, por mí es más que bienvenido y estoy segura de que él también lo aceptara— respondí sin pensarlo, cuando se trata de mi papá, solamente quiero lo mejor. —Me alegra oír eso Shelby porque todo lo que quiero es ayudaros, ¿Puedes pasar por aquí a levantar las recetas? Lo mejor es que tu padre reciba la medicación cuanto antes —En este momento estoy trabajando, pero intentaré salir antes y pasar por ahí. —Claro, en cuanto sepas confírmame a qué hora vendrás — luego de estas palabras Diana colgó el teléfono. Aunque no quiero, ahora mismo tendré que ir con el jefe a pedir para retirarme antes del trabajo, pero con lo tensa que está nuestra relación dudo que me de permiso. —¿Está todo bien?— preguntó Ale muy preocupada cuando volví a acercarme a ella. —Debo irme al hospital para levantar recetas de nuevos medicamentos, pero dudo mucho que el señor Howland me de permiso— respondí dejando que vea la situación que me aqueja. —Ve a verlo, sé amable con él, estoy segura de que te dejará ir sin ningún problema, en verdad es un hombre muy comprensible ¿Quieres que te acompañe? —Gracias, pero es mejor que lo haga sola. Pensé mucho en aceptar su compañía porque tal vez ella podría mediar la situación, pero al final decidí que no, no está bien que Ale actúe de mediadora en algo que no tiene nada que ver con ella. Si quiero que el jefe me tome en serio y me permita ir, debo hacer esto por mí misma, aunque estoy aterrada me presentaré frente a él y veré que pasa, este será el momento en que me de cuenta de su verdadera personalidad. Lentamente, sin ninguna prisa y muriendo de nervios empecé a caminar rumbo a la oficina del jefe. Estoy aterrada por lo que pueda pasar ahí dentro, creo que desde hace mucho tiempo no sentía un miedo así, porque sé que seguramente nada bueno me espere allá arriba, en el último piso del edificio. Pero de todos modos, tengo que encontrar el valor para animarme a hacerlo. Así como tuve agallas para enfrentarlo el otro día, ahora debo tenerlas para pedirle un favor, para que me demuestre que si puede ser una buena persona, después de todo lo peor que puede pasarme es decirme que no quiere dejarme ir, aunque Alejandra dice que él no haría algo así Pero a pesar de lo que dijo mi amiga, en el camino no pude dejar de pensar en la discusión del otro día, en la forma en que le hablé, en que le reclamé. Cómo después de todo eso, ahora tengo el descaro de venir a pedir algo, un favor después de haberlo acusado de ser un egoísta, engreído, incapaz de ver a alguien más que no fuera sí mismo. En este momento se me permite sentir mucho miedo, porque no hay alternativa, pero nunca he sido de las que se esconden, por eso es que iré a hablar, a pedir lo que necesito y que pase lo que tenga que pasar, esperando que el señor Howland sea más benevolente de lo que supongo, esperando que él pueda sorprenderme.
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