Obsesión Infernal

HILLARY. Hacía demasiado calor para estar caminando en la calle,por desgracia en la ciudad casi nunca habían árboles que te pudieran hacer sombra mientras caminas,y eso no era lo peor que podría pasarme,no,estaba perdida,no sabía siquiera en donde estaba la casa que buscaba.Miré de nuevo la dirección en el pequeño papel que tenía en la mano.Era la misma calle que mencionaba aquí,seguro está muy cerca pero... Levanté la mirada frente a la casa,no,corrección,mansión que tenía frente a mis ojos.Guau.Era realmente enorme y muy hermosa.Había un patio muy grande,en el medio tenía una linda fuente de una cascada pequeña. Uno de los guardias de seguridad me miró con desconfianza.Me acerqué a él y hablé: -Disculpe,¿esta es la mansión de los Baker? -Así es,¿usted quién es? -Me llamo Hillary Campbell y vine porque la señora Baker me ofreció empleo.Dijo que viniera en la mañana a trabajar que tenía que hablar unas cosas conmigo-respondí y levemente frunció el ceño. -Ah,la señora no nos avisó nada,me temo que no podré... -Déjala pasar-lo interrumpió una voz femenina. Miré entre las rejas,era una mujer de unos 40 o 45 años,llevaba un vestido n***o,un poco más abajo de las rodillas,una gabardina de igual color y tacones rojos,muy elegante.Su cabellera negra hace juego con su vestimenta y de ella resaltan unos preciosos ojos azules. Vaya,es muy bonita. El guardia de seguridad abrió las rejas y entré a paso lento.La mujer me tendió la mano y la acepté enseguida. -Un placer conocerte al fin,Hillary-dijo y sonreí. -Lo mismo digo,señora Baker. -Ven,sígueme-susurró y obedecí-eres muy jovencita para trabajar,¿No estudias? -Si,al menos eso intento-respondí-no tengo mucho tiempo con el empleo que tengo en la noche en un club,estoy hasta las 5 de la mañana a veces y se me hace difícil levantarme para estudiar. -Entiendo,pero sabes que aquí se te pagará muy bien.Puedes dejar el empleo de la noche y centrarte en estudiar. Abrí la boca,sorprendida. -¿Lo dice en serio? -Por supuesto,se nota que eres una chica muy responsable e inteligente.Por eso te ofrecí el empleo,lo único que tienes que hacer es cuidar de mi hijo y ayudarlo en lo que necesite. -Si,por supuesto. Entramos a la casa y es mucho más bonita por dentro.Tiene varias fotos,en los cuales aparece ella un hombre de traje,pelinegro,de ojos negros y un chico,de unos 10 o 13 años. Supongo que ese será al chico al que debo cuidar.Entramos a una sala preciosa,los sofás y los muebles hacían juego blanco y negro.Tienen un enorme televisor,una mesita de centro,entre otras cosas. Había un hombre de traje sentado en uno de los sofás,con unos papeles en las manos.Levantó la mirada cuando nos escuchó entrar.Era el mismo hombre que el de la foto de la entrada. -Charlie,ella es la chica la cual cuidará...a nuestro hijo-habló la mujer a mi lado y el hombre sonrió de costado. -Un placer,señorita... -Hillary-completé y asintió.Miró a su esposa y le hizo un ademán con la cabeza hacia mi. Fruncí el ceño ante su actitud y miré a la señora Baker. -Cariño-se volteó hacia mí y sonrió algo nerviosa-hoy en la noche tenemos que viajar a Canadá y no volveremos en un par de días.¿Crees que puedas comenzar hoy? -Ah,claro.No hay ningún problema,yo me encargo-respondí algo confundida por su nerviosismo. -Hospedate aquí en nuestra casa,así será más fácil para ti.Además no podemos dejar a nuestro hijo solo por mucho tiempo. ¿Quedarme aquí? ¿En esta casa sin saber siquiera en donde está el baño? Rayos.Pero necesito el empleo. -Si,mañana iré por algunas de mis cosas-respondí algo desconcertada. Ni siquiera saben quién soy y ya me quieren meter a su casa e irse.Bueno,supongo que será porque no voy a estar sola están las demás empleadas y los guardias de seguridad. -Muy bien,cariño.Nosotros iremos a resolver unos asuntos antes de irnos,¡Beth!-gritó y enseguida apareció una mujer de uno 50 años,con uno de esos típicos informes puestos. -Dígame,señora. -Ofrécele una habitación a la chica y que conozca a mi hijo. -Si,por supuesto.Vamos,señorita. Sin decir nada la seguí,salimos de la sala y subimos escaleras.Me paré frente al barandal que hay,si miro para abajo puedo ver la sala.Los Baker salen de la casa a paso rápido. -Su habitación será esta la cual estará al lado de la del joven,el cual le voy a presentar-habló la mujer que ahora se que se llama Beth,salí de mi trance y la miré-¿sucede algo? -Ah,no,todo bien-me apresuré a responder y sonreí para que no dudara. -De acuerdo,le presentaré a Noah. Abrió la puerta de una habitación,que estaba al lado de la mía,pero antes de entrar del todo el timbre de la casa comenzó a sonar con insistencia. -Necesito atender,soy la única sirvienta aquí,si gusta puede usted esperarme y enseguida se lo presento-dijo rápidamente y antes de que pudiera responder salió corriendo escaleras abajo. La puerta de la habitación a la cual iba a entrar quedó abierta a la mitad.Me acerqué lentamente y tomé la perilla,la empujé un poco hacia atrás y lo primero que vi fue la habitación en penumbras,estaba semi oscuro,lo único que entraba era la poca luz de la tarde que se colaba por las cortinas del balcón. Entré a la habitación y miré todo,estaba bastante ordenado para ser que era de un chico.Tenía una cama matrimonial,dos mesitas de noche a cada lado,dos puertas que supongo que una será el baño y la otra el closet. También había un escritorio en el cual habían varios libros sobre el,una silla giratoria.Una estantería con varios libros,me acerqué a uno de los libros y lo tomé. Se llamaba:Asesino. Tomé otro y decía:Matar a papá. Un escalofrío invadió mi espina dorsal,pero aún así tomé un tercero. La huella del mal. -¿Por qué las chicas siempre son tan curiosas?-preguntó alguien detrás de mi,los libros se me cayeron al suelo y ahogué un grito. No sonaba a la voz de un niño,más bien de alguien más grade.De un chico. Me volteé y ahí lo vi,era un chico,de unos 22 años,cabello n***o y ojos negros.Tenía una expresión de burla en su rostro,como si le hubiera causado gracia que me haya asustado. No era un niño. ¡NO ERA UN NIÑOOO! ¡Que alguien me diga que no es a él a quien debo cuidar porque juro que me caeré de espalda al suelo! Rayos. Rayos. Rayos. Creí que iba a cuidar a un niño de unos 10 años,como en las fotos se presentaba no a un...chico de mi edad. Aunque no debo alterarme quizá y no sea él,pero es que su madre dijo que estaba en silla de ruedas.Olvidó el detalle de su edad. Es decir,no me molesta,pero si me pone un tanto incómoda. -Ah...lo siento yo...-tomé los libros del suelo y los devolví al lugar-no te escuché. -Si,eso vi-su voz era suave,pero autoritaria-¿Quién eres? -Me llamo Hillary-me presenté y le tendí la mano,pero no la acepto-lo siento de nuevo. Que estúpida soy. ¡Que alguien me de un buen golpe para que reaccione porque estaba quedando en vergüenza frente al chico! No puede mover de su cabeza para abajo,por eso tiene ese control en la silla el cual le permite moverse. -¿Hillary...y tu apellido? -No es importante eso. -Te me haces conocida,pero no se de donde.¿Alguna vez nos habíamos visto antes? -No,no lo creo-me rasqué la nuca nerviosa-¿tú vives aquí? -Eso parece.Me llamo Noah Baker. -Un placer y disculpa de nuevo por...todo-murmuré apenada. -Solo te lo perdono porque eres bonita-me guiñó un ojo. -Oh,gracias. -Señorita...oh,ya se conocieron-apareció Beth y miró al pelinegro-ella será quien cuide de ti. Confirmado. Será a quien deba cuidar. Noah sonrió de costado y me observó divertido. -Genial-susurró y me miró de pies a cabeza. Tragué grueso. ¿En qué rayos me metí?