Simon pisó los frenos, haciéndome avanzar y golpeando mi cabeza contra el respaldo del asiento delantero. —¡¿Qué demonios estás haciendo?! —grité enfadado en cuanto logré recuperar el control de mí misma. Jennifer estaba sentada al lado de Simon. Me di cuenta de que ella sujetaba su asiento y miraba directamente hacia adelante. Lágrimas caían por sus mejillas, pero estaba en silencio. —Jennifer, ¿estás bien? —jadeé al estirarme hacia adelante para comprobar cómo estaba. Simon golpeó fuertemente el volante y maldijo en voz alta. Dirigiendo su atención hacia Jennifer y hacia mí, gruñó. —¿Es que no viste a ese idiota salir adelante de nosotros, sin señalización? ¿Nada? —Habló. Miré hacia arriba y fue entonces cuando vi un enorme jeep n***o con ventanas polarizadas frente a nosotros

