Copias
Lotty vio las llamadas de Evan, pero evitó hablar con él para no tener que mentir, ya después vería cómo arreglar aquel asunto.
Fue hasta el aeropuerto para despedir a su amiga, las lágrimas estuvieron presente de parte de ambas chicas, se conocían de toda la vida y está separación les dolía.
Catalina subió por primera vez en un avión que la alejaría para siempre del amor, pues tarde había descubierto que sentía un sentimiento muy fuerte que hasta ahora había desconocido, nunca lo había experimentado con Peter, ahora lo sabía, sin darse cuenta se había enamorado de Evan Bragg, aunque ya era demasiado tarde para ellos.
Lotty esperó hasta que vió despegar a aquel avión, luego se dirigió a su departamento, ya había hecho arreglos para cuando se venciera su contrato mudarse al departamento que había arrendado su amiga, pero aún tenía unos meses más que cumplir por el contrato.
Ya en casa marcó el número de Evan, este de inmediato contestó la llamada.
—¡Hola, no sabes cuánto esperé ésta llamada tuya! ¿Tienes noticias de Catalina?— preguntó de inmediato— estuve en donde vives y una señora me informó que se había mudado.
— Hola Evan, si por fin logré averiguar dónde está Catalina—dijo la muchacha con cautela.
—¡Perfecto, déjame buscar par anotar la dirección — dijo Evan.
—No, no busques nada, porque no existe ninguna dirección, Catalina se fue del país, consiguió trabajo en una corporación internacional, por eso se mudó, me enteré porque me envió un mensaje hace unos días, no quise decirte antes, porque no sabía cómo lo ibas a tomar.
— ¿Se fue? ¿Sabes dónde?— preguntó con un nudo en su estómago.
— No Evan, no lo sé — fue la escueta respuesta de la muchacha y cerró la llamada.
El hombre se quedó con el móvil pegado a su mejilla, no podía creer que lo que acababa de escuchar fuera cierto, se sentó sin saber qué hacer, había sido un tonto al aceptar que ella renunciara, la dejó ir y ahora la había perdido para siempre.
Se pasó las manos por el rostro, pensando en todo lo que había perdido al dejar que saliera de su vida, ella no solo se había llevado la posibilidad de que él pudiera amarla, si no que también se había llevado al niño, que de seguro era su hijo. Se sintió devastado, ahora sí que la había regado.
Llamó a Mike, le pidió que si podía venir, necesitaba tener a alguien con quien desahogar su tristeza. Este no tardó mucho en estar allí con su amigo, escuchando como le relataba que su vida estaba arruinada por perder a Catalina.
— Me dejas de una pieza Evan, esa muchacha si que te caló hondo desde el primer momento que la conociste.
— Me enamoré como un tonto, hasta ahora lo sé, pero ella se fue, ni siquiera pude disculparme por haberla juzgado tan mal y tratarla tan cruelmente.
— Ay mi amigo, la verdad es que era un asco cuando se trata de mujeres — dijo Mike, moviendo la cabeza de un lado a otro; ¿qué piensas hacer?
Evan caminaba de un lado a otro lleno de ansiedad.
— No lo sé— dijo perdido en sus pensamientos.
Mike se quedó observando a su amigo y dijo:
— ¿Por qué no hablamos de tu primo Peter?—dijo Mike muy interesado.
Éste se sorprendió de que le preguntara por Peter, respondiendo:
—¿A qué viene tu deseo de saber; está pasando algo que yo no sé?— preguntó Evan.
Mike, se acarició la barbilla y le dijo:
—Sucede que tu primo, no me cae muy bien del todo, en éstos días lo vi hablando con Steven Majors; ¿lo conoces, es nuestra competencia?
Evan se puso en alerta al escuchar éste nombre, conocía perfectamente a su competidor más cercano y dijo:
— Claro que sé quién es Steven Majorrs, ahora, no entiendo qué tiene que ver mi primo en todo ésto.
Mike se preparó para responder sin parecer pájaro de mal agüero.
—Ya tiempo atrás tuvimos problemas con tu primo, por apropiarse de un dinero que no era de él; yo sé que es tu familia, pero el hecho de que esté trabajando con nosotros, no me da buena espina mi amigo, menos después de haberlo visto hablando Steven.
Evan, no tuvo problemas en decirle que había resuelto con su primo.
—Recuerda que nos reunimos para hablar sobre el tema y resolvimos que lo mejor era que trabajara con nosotros, y que se ocuparía de la parte creativa, es bueno en marketing y publicidad, ha creado una campaña súper exitosa.
—¿Por qué será que tenerlo acá no me termina de agradar? Sus movimientos se sienten sospechosos,Evan? ¿Supiste del lanzamiento de campaña de los Majors? Es una copia exacta de la nuestra— dijo Mike resentido.
—Lo siento amigo, he estado más pendiente de mi vida personal que de él consorcio, con mi problema con Catalina lo olvidé por completo, la verdad que últimamente no tengo la cabeza en mi lugar— se justificó él.— Mike, quiero pedirte un favor— dijo Evan de repente— ocúpate de averiguar lo que pasa con Peter, estoy cansado y me siento derrotado, especialmente vigila los movimientos de mi primo; ocúpate de toda la corporación.
—Está bien, me ocuparé, tómate tu tiempo, un año sabático, lo que quieras y descansa, voy a cuidar muy bien de nuestro patrimonio— prometió Mike.
— Gracias, eres un buen amigo y el mejor socio— Evan suspiró, se levantó y estrechó la mano de su mejor amigo y socio.
Vió como su amigo, salió arrastrando los pasos, si, Evan se veía cansado, derrotado, lo mejor era que se fuera a descansar mientras él, Mike Miller se ocupaba de llevar las riendas de aquella empresa. Estaba dispuesto a descubrir porque Peter Wilcox se reunía con la competencia, ya tenía cierto tiempo trabajando para la corporación, pero él lo había visto hacía menos tiempo, algo no estaba bien con Peter.
Se recostó en el asiento a pensar con la cabeza fría, sabía cómo averiguar dónde estaba Steven Majors, levantó el teléfono y empezó a hacer varias llamadas, sabía dónde podía obtener toda la información sobre los Majors y sus movimientos.
Catalina estaba pisando tierra extranjera por primera vez en su vida, ahora era la asistente de un hombre del que conocía muy poco, se sentía nerviosa y a la expectativa, Steven Majors hasta el momento se había mostrado bastante amable y caballero con ella.
El lugar a donde llegaron era muy elegante y hermoso, de inmediato le asignaron un pequeño departamento muy cerca de la empresa para que empezara a trabajar de una vez, ella conocía la empresa de Evan, todo lo relacionado con juguetería infantil, también la de Steven era muy extensa, ahora entendía cuando hablaba de ser competidores.
Ya tenía varias semanas, se habían reunidos para hablar del lanzamiento de un nuevo juguete, y en las primeras exposiciones pudo ver que “Majors Co” estaba preparando una campaña de marketing similar a la corporación de Evan, ésto le pareció bastante extraño a la muchacha.
—«¿Qué está sucediendo acá? ¿Quién copió a quién? Sintió un extraño sentimiento de desagrado pero no hizo saber su desagrado a su nuevo jefe.
Unas dos semanas después hablaban y ella no pudo evitar hacer el siguiente comentario:
— Steven, hay algo que está rondando mi cabeza desde hace días y realmente ya no aguanto el quedarme con la duda — dijo Catalina.
— ¿Qué sucede? ¿Cual es tu duda?
— ¿Estás copiando las ideas de la corporación de Evan Bragg?
—¿A qué te refieres?— preguntó extrañado Steven.
Ella le relató lo que sabía del nuevo juguete y el hombre asomó una sonrisa felina que a ella no le gustó.
— Tengo algo que confesarte.