El poderoso y dulce CEO

— Bastián POV — Trece años después... Suena la alarma y son las seis de la mañana del día lunes, miro hacia la parte derecha de la cama y empiezo mi día, la veo a ella dormir, admirándola y contemplando su belleza, su suave respirar y tierno rostro, un poco sonrojado, hace que sienta ganas de besarla. Recorro lentamente su cuerpo con la mirada mientras mi mano izquierda acaricia sus suaves mejillas, bajando lentamente por el mentón hasta llegar a su pecho, donde se detienen mis dedos y comienzan un suave rose, solo un breve contacto entre las yemas de los dedos y su piel, causando una ligera sensación de cosquilla que se va convirtiendo en una fuerte corriente de excitación. De la misma forma bajo por medio de su pecho hasta llegar a su vientre, donde decido volver a subir mi mano hasta su pecho y vuelvo a bajarla hasta su pelvis, viendo como su cuerpo reacciona a este tacto. Meto mi mano entre sus panties de encajes, masajeando su clítoris y muerdo ligera y apasionadamente su oreja izquierda. Escucho un gemido de excitación y siento como su mano va envolviendo mi cintura y de un solo tirón me lleva hacia su cuerpo. Le doy un beso, le quito la blusa y mis labios se hacen camino hacia su pecho, su respiración va en aumento, su piel blanca se va tornando un poco rosa y su temperatura aumenta con cada centímetro que bajo. Muerdo su pezón derecho y al mismo tiempo con mi mano derecha apretó su seno izquierdo, ella gime y sus piernas enredadas con las sabanas se cruzan, apretando mi mano izquierda, que aun masajea su clítoris. La beso por todo el abdomen hasta llegar a su intimidad, para hacerle sexo oral. Ella me agarra del cabello, presionando mi rostro contra su intimidad y con mis manos la agarro de su cintura. Ella se retuerce de excitación pidiendo más hasta que llega al orgasmo, deseosa de más, me pide que me recueste en la cama, me da un par de besos y me acaricia la espalda, baja lentamente por todo mi abdomen hasta llegar a mi m*****o, introduciéndolo en su boca y así complacerme, tal como yo lo hice con ella. Se sube sobre mi cuerpo e introduce mi m*****o dentro de ella, comienza a moverse lentamente de arriba hacia abajo. Miro su rostro lleno de placer y eso me excita más, nos sumergimos es una danza de placer. Ella gime con cada movimiento, mis pies se retuercen de placer mientras apretó sus senos, agarro su cintura y la tumbo a la cama boca abajo, la penetro duro y rápido, agarrando su cabello. Le doy unos cuantos azotes y le muerdo el cuello, diciéndole lo mucho que la amo. Ella gime de placer haciendo que los dos lleguemos al clímax. Nos recostamos mientras ella me cuenta el nuevo proyecto que tiene en mente. Miro la hora y me doy cuenta que ya faltan solo quince minutos para las siete. —Ya es un poco tarde — me levanto corriendo hacia el baño para arreglarme. Mientras me duchaba, ella prepara el desayuno. Una vez listo, salgo de la habitación con un traje de ceda azul turquí de la marca Hugo Boss, corbata negra marca Hermes y zapatos de cuero de la marca John Lobb. Me acerco a la mesa y comienzo a disfrutar del desayuno, lo cual consistía en huevos, tostadas, tocino, café y jugo de naranja. Salgo por el ascensor del pent-house hasta llegar al parqueadero subterráneo del edificio, donde está mi Rolls-Royce weptail en el cual me dirijo todos los días hacia mi empresa de tecnología y desarrollo. Treinta minutos después llego al edificio donde estaba ubicada mi oficina y subo al ascensor hasta el último piso. Saliendo del ascensor, hay un mostrador de frente donde está mi secretaria, una hermosa chica alta con pómulos bien definidos, de ojos grandes color café claro, cabello castaño, labios de un grosor medio, coloreados con un rojo que combinan con el vestido que resalta su enorme figura y hermosas piernas, haciéndola un poco comparable con una modelo de televisión. Al verme salir del ascensor, me da los buenos días con una sonrisa. Entro a mi oficina y sobre el escritorio tengo el papeleo listo y organizado, junto con una nota como un recordatorio de la junta que tengo programada para las diez de la mañana. Miro por la ventana de mi oficina hacia el centro de la cuidad con una sonrisa de éxito y un poco de superioridad. Después de todo, estudié en una universidad de elite, me gradué con honores y ahora soy dueño de una de las empresas más grande de todo el país, que poco a poco se va posicionando en todo el mundo y lo mejor, tengo a la mujer que siempre amé, pero pensé que jamás lograría que se fijará en mí. Durante toda la universidad me consideraban como un nerd de clase social muy por debajo de ella, quien vivía en las residencias compartidas de la universidad. Muchas personas se reían de mí y solían burlarse de mí. Siempre me decían que nunca tendría éxito, también decían que no lograría hacer que la mujer que amaba, se fijará en mí. Sin embargo, ahora todo era diferente. Soy un exitoso empresario, casado con la chica más hermosa de toda la universidad. Y lo único que falta es comenzar el juego. Pensaba en ello, hasta que escucho que tocan la puerta. —Adelante. —Señor Dumont, su reunión está próxima a comenzar. —Enseguida iré. Mi secretaria se retira de mi oficina y yo observo una vez más la gran ciudad que había ante mí a través de la ventana. Antes de seguir contando sobre mi vida presente, comenzaré a contarles como inició mi vida. Sabrán el por qué he decidido comenzar este juego de venganza, una dulce y perfecta venganza. Solo así entenderán porque soy el hombre que soy, actualmente y todo lo que he tenido que hacer, para llegar a la cima, hasta convertirme en un hombre millonario y poderoso en este país.