Dime que Si

“Si coincidimos en esta vida, tal vez eres mi alma gemela y puede que no me sienta preparada para un huracán como tú” Mar freites 20 de enero 2020 Madrid– España. JAMIE CASILLAS Mi vida esta de cabezas, tengo un Ciborb como jefa, ella básicamente ¡solo trabaja!, debo estar disponible para ella 24/7 ¡me llama a todas horas!, no puedo seguir su ritmo, acepte este trabajo por lo grandes ingresos, pero lo difícil realmente es soportar el mal carácter de mi jefa ¡Dios dame paciencia! Suplico al cielo cuando escucho el grito desde la oficina de ella. —¿Casillas donde esta mi café?— Reclama molesta mi jefa desde su escritorio mi jefa. Voy a toda velocidad a atender su petición.  Preguntándome ¿a qué horas llega? Siempre llego 10 minutos antes de la hora de entrada y ella ya está aquí, preparo el café lo más rápido posible y me apresuro a entregarlo. —Mi agenda— Exige sin dar los buenos días o las gracias por el café  ¿será humana acaso? Me pregunto mientras comienzo a leer,  todos sus compromisos del día. —Reunión con el señor Torres a las 8:30 am, presentación en tribunal de caso Larios contra Spears a las 9:30, Almuerzo con su prima Camila a las 12:30, Junta en la sala de reuniones con los socios del bufete  a las 2:00 pm, Le llego esta invitación.— Le informo entregándole un sobre elegante. —Apenas levanta su mirada gatuna en mí, me hace imaginarla gimiendo debajo de mí,  fantasía que saco rápido de mi cabeza al ver la expresión dolida que tiene en la cara al revisar el sobre. —¡El café esta horroroso! ¿Puedes hacer algo bien?— Pregunta con rabia tirando a la basura el sobre visiblemente afectada, mientras deja de lado el café que me acaba de pedir. —Lo siento.— Le respondo con actitud sumisa ¡necesito este trabajo! Lo que tiene de bella mi jefa ¡lo tiene de insoportable!. —¿Te molesta algo?.— Pregunta con malicia. —No señora.— Le respondo ¡claro que estoy molesto con mi situación! Si no fuese por el excelente sueldo la mandaría  a freír espárragos. Se levanta de su asiento acercándose peligrosamente a mí, su sola cercanía hace que se me erice el cuerpo –Si no te gusta cómo te trato puedes renunciar.— Me dice con voz suave que se me antoja muy s****l, a ella los asistentes no le duran nada, es de las mejores pero se hartan de su mal carácter, yo necesito el dinero, lo sabe y se aprovecha de ello, aprieto mis puños y respondo. —¿Necesita algo más?— —Dudo que puedas darme lo que necesito.— No sé si ella se dio cuenta de lo que dijo, ¡pero yo si podría darle lo que ella necesita con urgencia.— Pienso con una sonrisa en los labios. —Cuénteme el chiste, para reírme también.— Murmura enfadada por mi sonrisa. —No lo entendería.— Le digo recuperando la compostura. —No me subestime, soy una mujer muy capaz. — Me asegura. Creo que ella vive una vida muy equivocada intentando demostrar al mundo una perfección ¿Quién soportaría por mucho tiempo una mujer así? por muy hermosa que esta fuera. —No lo pongo en duda.— Respondo acercándome mas a ella. ¡Siento su aliento mentolado! ¿Cómo sabrán los besos de su boca?, es pequeña pero tiene labios gruesos y rojos. —¡Todos los hombre son iguales! Creen que por ser mujer, me creen incapaz ¿sabe cuánto los he hecho cambiar de opinión?— Dice con soberbia invadiendo mi espacio personal, viendo mis ojos con fijeza, me encanta su perfume, yo mismo fui a comprarlo. —Le sostengo la mirada y respondo serio y con voz ronca –A mi no necesita, demostrarme nada tengo dos hijas y no desprecio a las mujeres. — Le aseguro. —A si pero te acuestas con otras y tu esposa como una tonta en la casa ¿cierto?— Acusa con los ojos. entrecerrados tocando mi pecho con su dedo índice. —¿De dónde saca esa locura?.— Digo  agachando mi cara a su altura y viéndola de forma amenazante ¡es pequeña con sus tacones de infarto apenas me llega a la barbilla. —Eres un desgraciado, te ví ayer a la salida besándote con una de las secretarias.—  Confiesa furiosa. —No tengo porque dar explicaciones de mi vida privada, pero lo haré.— —No tiene que hacerlo.— Responde dándose la vuelta y dándome una vista de lo más espectacular y es que su trasero es grande y redondo, típico de las latinas. —No tengo porque hacerlo, pero quiero.—Le Aseguro, molesto de que me acuse de infiel ¡nunca lo fui! —Su vida privada no me importa.— Responde con arrogancia, cruzándose de brazos y posando su  mirada hacia la vista panorámica de Madrid que hay en su oficina, quisiera ponerla contra el espejo, subir su falda y descubrir ¿de qué color son sus bragas?. —Mi mujer murió, cuando nació mi hija Danielle, hace tres años, por esa razón no tengo a quien darle explicaciones.—Confieso mientras mi voz se quiebra —Ya le dije que no necesito explicaciones, puede usted acostarse con quien quiera.— Me responde elevando la barbilla, con actitud soberbia. —No soy un mujeriego, pero tengo mis necesidades ¿acaso usted no las tiene?.— Le cuestiono. Ella me responde aun de espaldas a mí –Repito que no le pedí explicaciones, su vida privada es su asunto, no se inmiscuya en la mía.— —No todos somos su exesposo.— Le informo mientras salgo de su oficina. Un suave murmullo me hace detener en el lumbral de la puerta –Busque mi ropa a la tintorería— ordena sin voltear. ¡Es una maldita! ¿Tendrá corazón?, ¿Quién podría estar con ella? sin sentirse como si fuese solo un objeto para ella. CRISTINA FERNÁNDEZ Mi corazón late a un ritmo frenético, cuando se acerca mi asistente ¿Acaso no se da cuenta que invade mi espacio personal solo puedo concentrarme en escuchar – Mi esposa murió en el parto.—Cuenta con voz quebrada y quisiera voltear y consolarlo, ¡pero no puedo salir de mi papel! La distancia es lo mejor… Así nadie puede lastimarme nuevamente. No pienso mucho y le doy la orden de que recoja mi ropa a la tintorería ¡queda a media hora de aquí!...necesito estar sola, malos recuerdos invaden mi mente. Flash back —Acaso puedes hacer algo bien.— Me grita Mauro criticando la comida que logre prepararle luego de un día de trabajo duro en el bufete donde trabajamos como mulas. Su grito hace que casi pegue un brinco donde estoy sentada —Lo siento.— Respondo con tristeza, si la cocina no se me da ¡pero no tenemos para comer todos los días en la calle! Estamos ahorrando para mudarnos a una casa mejor, el pequeño departamento en el que vivimos es una caja de fósforos. —No destacas en nada, no sirves para nada, no entiendo ¿Qué hago contigo?.— —¿Por qué me tratas así? No lo merezco.— Murmuro con las lágrimas a punto de brotar de mis ojos,¡ me siento tan mal, Mauro nunca valorara mi esfuerzo!. —Yo por ti, no voy a cambiar, si no te gusta cómo te trato búscate otro, o ve que haces.— Me dijo arrogante. —No quiero seguir así.— Murmuro ya con las lagrimas desbordadas ¡fracasar no es fácil! —Ni siquiera puedes parir ¿Qué hago yo con alguien como tú? Solo sabes llorar.— Dice alejando el plato de comida de si en la mesa. Sé que Mauro la ha pasado mal, solicito un trabajo en el mejor bufete de la ciudad y fue rechazado, el siempre ha sido ácido, pero se ha puesto insoportable, me denigra por todo y me ha hecho sentir que no valgo nada,  fue mi novio de secundaria, me case con él, pero jamás me ha tratado como su igual y ya me canse de ser su alfombra, entro a la habitación que compartimos y recojo mi ropa, nada mas —¿Qué crees que haces? .—Entra arrancándome la maleta. —No pienso seguir con esto.— Le digo seria. —Te morirás de hambre sola, es cierto la inútil ahora tiene una prima con mucho dinero acá en el país ¿te vas a mendigar cierto?.— Pregunta de forma burlona —Ese no es tu asunto.— Le respondo arrancando la maleta de sus manos y marchándome de allí, me fui a un hotel, mi prima está comenzando una relación y no pienso molestarla. El divorcio fue rápido, de común acuerdo y no había bienes ni hijos por los cuales pelear. Fin del flash back Hoy en día, trabajo en el bufete que lo rechazo ¡y soy la más solicitada! Soy la mujer más exitosa que conozco, tengo dinero, un penthouse, amigos, pero nunca pude tener un hijo, la casa a la que vuelvo a veces esta vacía y no lo digo por falta de muebles tengo lo mejor de lo mejor, solo vivo para trabajar, sueño  con enfrentar en tribunales a Mauro y demostrar mi superioridad hacia él, sin embargo como burla me envió, la invitación a su boda hoy, con su novia embarazada eso me ha desestabilizado toda. El cree que no voy a ir, lo hizo solo para molestarme, ¡Yo le demostrare que soy todo lo que él no pudo!, solo tengo un problema ¿Cómo demuestro mi éxito, si continuo mas sola que la una?.